Comenzaba el último día de nuestra visita a París, teníamos toda una jornada completa por delante para visitar lo que nos diera tiempo, ya que al día siguiente sería levantarnos y desplazarnos al aeropuerto, por lo que no se vería nada más.
Aún con la «resaca» del inmejorable día anterior en el parque de Disneyland, nos levantamos de la cama a las 7 de la mañana, porque nuevamente nos tocaría desplazarnos a varios kilómetros de la ciudad parisina, en este caso a Versalles.