Con apenas 4 horas de sueño nos levantamos para disfrutar del amanecer en el Cañón del Colorado, al salir del hotel, descubrimos que gran parte de los turistas del parque habían tenido la misma idea, nuevamentente entre los hoteles nos encontramos que la fauna campa a sus anchas.
Hoy sería un día especial, sobrevolaríamos en helicóptero el Gran Cañón y visitaríamos Monument Valley Una jornada dura de carretera, pero muy intensa y divertida que terminaría con una vuelta a la ciudad del pecado, Las Vegas.