La tercera mañana de viaje la aprovechamos para visitar Nara. Esta es una escapada típica siempre que se va de visita a Osaka o Kioto. Nosotros ya habíamos estado por allí en anteriores viajes, pero la verdad es que nos encanta. Además, al ir con nuestra hija, es un visita fantástica para ir con menores. La visita a Nara se puede complementar con otros destinos próximos como podéis ver en el siguiente enlace. Nosotros en este viaje nos centramos únicamente en Nara.

El trayecto desde nuestro hotel en Osaka a Nara fue el siguiente:

Ruta Osaka a Nara

Como se puede apreciar, una vez más, la buena localización de nuestro hotel nos permitió ir hasta el destino sin hacer trasbordos. En caso de tener activa la Japan Rail Pass, entraría dentro del pase y no habría que pagar nada. Nosotros no la activaríamos hasta llegar a Kioto. Es importante calcular bien los trayectos. Los alrededor de 7 euros por trayecto nos pueden parecer «caros», pero realmente la JRP cuando mejor se amortiza es en trayectos de mayor distancia. En nuestro caso nos salía más a cuenta pagar este trayecto y activarla más adelante, donde realmente haríamos desplazamientos de largo recorrido.

Jodoshu Nantosobosho Saiho Temple

En una primera visita, lo habitual para ver es dirigirse al parque de Nara. El famoso espacio natural repleto de templos y especialmente de ciervos. Una visita que nos puede demorar alrededor de una mañana completa. Incluso más si no madrugamos o nos lo tomamos con calma. La verdad que es un sitio en el que el tiempo pasa volando. Si vamos con algo más de tiempo o no es nuestra primera visita, nos podemos acercar hasta el Mausoleo de la emperatriz Mikoto al norte de la Estación de Shin-Ōmiya. O caminar por Omiya- Dori, una amplia vía por la que nos iremos encontramos templos menos conocidos, pero muy pintorescos. Finalmente llegaremos hasta Naramachi. Aquí encontraremos una zona comercial que se mantiene en el tiempo. Cuenta con innumerables ejemplos de casas tradicionales. Es un buen sitio para comprar souvenirs en las tiendas de artesanía de la zona. Uno de los artículos más típicos es el migawari-zaru, un mono que encontraremos en innumerables puntos de Naramachi Old Town.

Calles comerciales de Nara

Una vez aquí, tocará acercarse hasta el parque de Nara. Es ahí donde se encuentran la mayoría de los templos y ruinas de Nara que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, desde el año 1998, formando el conjunto llamado Monumentos históricos de la antigua Nara, y estos son: Hōryū-ji, Tōdai ji, Kōfuku-ji, santuario Kasuga, Gangō-ji, Yakushi-ji, Tōshōdai-ji y los restos de palacio Heijō.

En nuestra anterior visita, nos encontramos alguno de ellos protegidos con unas estructuras pues se estaban restaurando. Esto es algo habitual en Japón. La madera que compone fundamentalmente estos monumentos necesitan unos cuidados periódicos para su conservación. Afortunadamente, esta vez estábamos todos disponibles para nuestro deleite.

Para una información actualizada visitar la Oficina de Turismo de Nara (En inglés).

Es fundamental visitar antes de cada viaje las páginas oficiales para ver la situación de los templos. Así podremos planificar mejor la visita y no nos llevaremos ninguna sorpresa desagradable si justamente el que vamos a visitar se encuentra en obras. Así podremos valorar mejor si merece la pena la visita o no. Muchas veces los trabajos de restauración son parciales y se pueden visitar igualmente. Pero otras, incluso así, puede deslucir bastante la visita. Un ejemplo fue hace unos año el Castillo de Himeji que estuvo en obras desde desde finales de 2009 hasta la primavera de 2015. En la actualidad ya vuelve a lucir su mejor cara.

Para mi gusto el mejor recorrido para recorrer el parque de Nara es el siguiente:

  • Acceso junto al Kōfuku-ji.
  • Caminar por el Himuro Shrine y pasar por el Nandaimon Gate del Todai-ji.
  • Entrar al Todai-ji.
  • Santuario de Tamukeyama Hachiman-gu.
  • Nigatsu-do
  • Haruhinogama
  • Descenso por Rokuen Park.
  • Finalizar en Nara National Museum.

Es un trayecto de algo más de 6 kilómetros. El tiempo que empleemos depende del brío al que vayamos. Pero a un ritmo normal, nos permitirá pasar toda la mañana hasta la hora de la comida, que podemos optar por probar la gastronomía de Nara, o bien parar a comer en el próximo destino al que decidamos ir a continuación. Siempre, claro está, que madruguemos. Como es obvio, Nara es uno de los destinos más turísticos de Japón. Por lo que si evitamos que se nos peguen las sábanas, lo agradeceremos a la hora de ver el sitio con mayor tranquilidad. Y podremos ver a los famosos ciervos sika en un ambiente más relajado. La gente en cuanto llega no pierde la ocasión de dar de comer senbei a los ciervos. Estas son unas galletas tradicionales de arroz que les encantan a los ciervos. Estos animales están protegidos, pues según mantienen los sintoístas, son mensajeros de los dioses. Hay multitud de puestos para comprarlas. Seguro que os sorprende como incluso hacen la reverencia para que les demos de comer.

Según la época del año, tendrán la cornamenta mas o menos pronunciada. Lo bueno de Nara es que cada época del año luce de una forma diferente su vegetación. Aunque siempre tendremos que tener precaución con los ciervos, por muy amigables que parezcan. Es importante tener nuestras pertenencias de valor bien guardadas. Es habitual que se acerquen pensando que llevamos comida y lo mismo les da por olisquear. Igualmente como animales que son, mejor que los peques se mantengan a cierta distancia. No son peligrosos, pero nunca sabes cómo pueden reaccionar en momentos de estrés. Hay turistas realmente pesados que exceden los límites en cuanto al trato de los animales o en busca de la foto «perfecta». Pero vamos, ellos suelen estar en sus zonas del parque y se puede caminar sin problemas ni peligro. Posiblemente tengamos más peligro nosotros que los propios ciervos.

Entrada del Todaiji

Si queréis saber algo más del recorrido, os animo a visitar la entrada que enlacé anteriormente sobre nuestra primera visita a Nara. Lo que es imprescindible totalmente es que visitéis el Todai-ji. Para mi gusto uno de los templos más bonitos y auténticos de todo Japón.

  • Precio entrada Todai-ji: 600 yenes (año 2021).
  • Horario:
    • Noviembre a marzo: 9:30 horas a 17:00 horas.
    • Abril a octubre: 9:30 horas a 17:30 horas.
    • Pase conjunto del Gran Salón del Buda / Museo Todai-ji: 100 yenes (año 2021).
  • Más información: Museo Todai-ji (en inglés).

Es una de esas entradas que no duele pagar. Nosotros siempre que vamos a Nara no dudamos en entrar. Es un sitio fascinante, cuyo templo ostenta el récord mundial como la construcción de madera más grande del mundo. Además de alberga en su interior una estatua de 15 metros del Buda Vairochana, siendo la más grande del mundo.

Buda Vairochana en Todaiji

Una vez mostrado nuestros respetos a Vairochana, pusimos rumbo de nuevo a Osaka. Este sería nuestro último día de callejeo en Osaka, porque al siguiente teníamos una visita muy especial. Por lo queríamos aprovechar para volver por dos zonas que nos encantan de esta ciudad: Den-Den Town y Dotonbori.

Para volver a Osaka desde Nara:

Ruta Nara a Osaka

Esta vez a la vuelta nos bajamos en Tennoji. Nos ahorramos unos euros en el trayecto de vuelta y nos quedamos al sur justo de nuestro destino. Para llegar a Den-Den Town desde aquí, simplemente tendremos que cruzar el parque Tennoji en apenas unos 30 minutos. Algo similar a lo que hicimos la tarde del primer día de viaje. La comida ya la habíamos hecho en el parque de Nara. Y es que es un sitio fantástico para hacer un picnic relajadamente en días despejados como fue el nuestro. Pese a ser diciembre, la temperatura era muy agradable superando ampliamente los 10 grados. Todo un lujo para esa época. Nuevamente si vais con niños, comer en el propio parque de Nara les encantará.

Aunque oficialmente se conoce como Nipponbashi, Den-Den Town es la versión de Akihabara de Osaka. A partir de la avenida Sakai-suji se desarrolla toda la actividad de este barrio. Entre Shinsekai y Dotonbori encontramos una gran cantidad de tiendas con videojuegos retro, maquetas, mangas, figuras, artículos de tecnología y todo lo que se os pueda ocurrir dentro del mundo geek. A nivel de tamaño es más reducido que el barrio tecnológico de Tokio, pero igualmente encontramos tiendas de lo más interesantes. Y un tema a tener en cuenta, es que los precios suelen ser más amigables con nuestros bolsillos. Aunque Osaka, al ser igualmente turística, los chollos no serán tan habituales. Pero en cuanto a material, no nos podemos quejar.

Nipponbashi, Den-Den Town en Osaka

Algunas tiendas interesantes que podemos encontrar son:

  • Joshin o J&P Technoland: ordenadores y tecnología en general.
  • Surugaya: franquicia de tiendas merchandising, videojuegos actuales y retro.
  • Toy’s Seiya: juguetería especializada en artículos retro.
  • Animate Osaka Nipponbashi: centro comercial con artículos anime.
  • Gappori Nipponbashi: artículos para adultos.
  • JUNGLE: artículos relacionados con idols japoneses.
  • Kotobukiya Nippombashi: tienda con artículos para coleccionistas.
  • Comic Toranoana Namba: tienda de comics y artículos manga.
  • Super Potato: ¿Hace falta presentación? Franquicia de videojuegos retro en Osaka.

Estas son algunas de las propuestas que encontraremos en este barrio de Osaka. No faltarán las tiendas enfocadas exclusivamente en máquinas gachapon. Las típicas bolas que contienen premio dentro y que arrancan normalmente en los 100 yenes. O cafés tematizados, incluyendo los maid café de sirvientas. El ambiente es mucho más relajado que en Akihabara. Aunque al caer la noche se llena de público joven. Lo mejor es visitar los callejones anexos a la avenida Sakai-suji. Como experiencia personal las mejores tiendas se encuentran al oeste de esta vía. Son las que cuentan con material más exclusivo, aunque no siempre los precios acompañan. Pero no os preocupéis, durante este viaje visitamos otras localizaciones de Japón con artículos para coleccionistas y amantes de la cultura japonesa mucho más económicos. Os lo contaré en futuras entradas.

Nosotros la verdad que fue el primer día que comenzamos a recopilar material. En Den-Den Town encontramos algunas figuras, mangas y videojuegos bastante interesantes. Pero con calma, pues aún nos quedaban muchos días por Japón. Desde aquí nos fuimos camino a Dotonbori, posiblemente el barrio que más nos gusta de toda Osaka. Un clásico de la ciudad, pero es que su ambientación a lo Blade Runner nos encanta.

Aunque antes de quedarnos embobados con los neones de Dotonbori, debíamos visitar el Templo Hozenji. No sabéis la cantidad de gente que se pierde la visita a este templo en Osaka. Y es que las luces y carteles luminosos de Dotonbori son como cantos de sirena. Este coqueto templo del siglo XVII se encuentra cobijado entre los múltiples callejones próximos al puente Dotonbori. Debemos tomar como referencia la galería comercial hacia Namba, caminar dejando a mano izquierda la tienda ABC Mart y muy próxima a ella llegaremos. Mi recomendación es que uséis el GPS en esta ocasión para orientaros. Igualmente os enlazo el punto exacto donde se encuentra.

Templo Hozenji en Osaka
Fudo Myoo en Osaka

Este templo rinde homenaje a Fudo Myoo, uno de los cinco guardianes del budismo. En sus orígenes, este barrio era famosos por sus espectaculares actuaciones de kabuki. Hoy en día la singularidad es que la estatua del guardián está totalmente cubierta de musgo. La tradición es rociarla de agua en nuestra visita y eso nos dará buena suerte. Además hay que aprovechar para pedir un deseo. Mi recomendación es visitarlo al caer la noche, cuando los farolillos que lo acompañan se iluminan y el ambiente es fantástico. Casi cuesta creer el punto de tranquilidad en el que nos encontramos justo antes de ir hasta Dotonbori.

Una vez hayamos pedido el deseo, toca poner punto y final a nuestro tercer día en Osaka. El lugar elegido casi de despedida de la ciudad no podía ser otro que Dotonbori. Uno de esos sitios que, por mucho que hayamos visto fotografías o documentales, no alcanzaremos a entenderlo hasta que no estemos allí. Es poner un pie en este barrio y notar como vibra, especialmente al caer la noche. Miles de neones, carteles y reclamos visuales saturarán nuestros sentidos. La gente pasea animada a un ritmo que casi cuesta creer que estemos rodeados de japoneses por el ruido y el ambiente que encontramos. En este barrio hay dos cosas que debemos hacer, la primera es bastante obvia, sacar nuestra cámara y hacer cuantas más fotos mejor. Hasta el peor fotógrafo del mundo sacaría tomas en este barrio dignas de cuadro. Y otra, igual o más importante, es comer. Y es que si los reclamos luminosos son múltiples, los olores nos harán seguir el rastro cual perros hambrientos.

El colorido Dotonbori de Osaka
Kuidaore Taro mítico en Osaka

Nos encontramos en el epicentro gastronómico de Osaka. Prácticamente cualquier especialidad típica o no de Japón la encontraremos en sus calles. Restaurantes, izakayas, cafeterías y puestos de comida callejera abundan por todas partes. Entre toda la oferta podemos encontrar el okonomiyaki y negiyaki (masa cocinada a la plancha), takoyaki (buñuelos rellenos de pulpo), kani (carne de cangrejo), kushiage (brochetas fritas), tsukune (brochetas de albóndiga de pollo), kitsune udon (fideos udon con tofu) y yakiniku (carne a la parrilla).

Como podéis apreciar, la lista es prácticamente infinita. Y no os preocupéis si los nombres os suenan a «japonés». La mayoría de negocios cuentan con sugerentes menús repletos de fotografías, además de información en inglés para que nos podamos decidir sin problemas. Podéis ver en viajes anteriores algunas de las delicias que probamos en Dotonbori y alrededores. En esta ocasión lo más cómodo al ir con nuestra pequeña fue ir comiendo de puestos callejeros. Nos encantan especialmente los takoyaki, y en los puestos de esta zona están deliciosos. Prácticamente a medida que se va caminando, puedes ir picando sin parar y terminar el paseo más que cenado. Los precios son quizás un poco más altos que en otras zonas de la ciudad, pero al final estás pagando también la experiencia de estar en un ambiente único como Dotonbori.

Mientras que comemos, vamos disfrutando de la decoración tan colorida de los locales. Un pulpo nos recibe en el museo Dotonbori Konamon, el clásico pez globo de Zuboraya, los demonios del local Takoyaki de Akaoni, el gran dragón del Kinryu Ramen o el cangrejo del restaurante Kani Doraku son algunos de los reclamos más característicos de este barrio. Sin olvidarnos claro está de cartel de Glico Man junto al canal. Cuando estuvimos en 2012 pudimos aún presenciar un modelo anterior al actual. Desde 2014 luce un estilo más moderno al ser sustituidas todas sus luces por LED. Aunque el estilo del cartel anterior junto al puente Ebisubashi nos gusta más, se entiende que hayan optado por ese cambio.

Cartel de Glico en Osaka
Noria en canal de Dotonbori

Desde este punto es ideal para presenciar el canal de Dotonbori por el que podemos navegar en cruceros guiados. Además de presenciar la noria amarilla del edificio Don Quijote. Aunque estuvo muchos años fuera de servicio, desde 2018 vuelve a estar activa y además 24 horas al día. Algo que dice mucho de este barrio que no para su actividad prácticamente nunca.

Y con estas vistas de Dotonbori rematamos nuestro tercer día de viaje. El siguiente sería un día muy especial, de hecho incluso mágico. Pero eso será cuestión de una futura entrada.

Recursos útiles para el viaje a Japón

Autor

José Carlos DS: Economista y blogger de viajes en La Próxima Parada desde 2009. Ratón de ciudad, pero que le gusta la naturaleza por igual. Sus otras pasiones son el cine, los deportes y los videojuegos.

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