La ciudad de Nueva York y el cine son una pareja muy bien avenida desde hace muchas décadas. La metrópolis sabe aprovechar sus bondades para lucirse en la gran pantalla y vendernos algunos de sus rincones más pintorescos. Una de esas películas de las que nadie duda en relacionar con Nueva York es Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany’s). La adaptación al cine de la novela escrita por Truman Capote fue estrenada en el año 1961. En la dirección contaría con Blake Edwards, un clásico de la dirección y guionista de las décadas de los 60, 70 y 80. Curiosamente el papel principal iba a correr a cargo de Marilyn Monroe, la actriz lo rechazó y finalmente sería Audrey Hepburn quien lo encarnara. Algo que sin duda sirvió para posiblemente ver la mejor interpretación de Audrey en el cine. A la actriz se le sumaría un reparto también de nivel con George Peppard, Patricia Neal, Buddy Ebsen, Martin Balsam, Mickey Rooney, con su mítico personaje de japonés cascarrabias y José Luis de Vilallonga, el aristócrata español.
La película tuvo un acogimiento por el público muy positivo. Llevándola a ser nominada para 5 Óscars, de los que se llevaría finalmente dos en las categorías Mejor banda sonora y Mejor canción original. Uno de los que sin duda se escaparon, y bien lo hubiera merecido, fue el de mejor actriz para Hepburn. Sin embargo, caería del lado de la película Dos mujeres y para Sophia Loren. Aunque la actriz belga lo había ganado años atrás en Vacaciones en Roma. Si la ciudad de Nueva York y los protagonistas tienen importancia, igual lo más lo tiene su banda sonora. Y es que, al Oscar ya mencionado, la famosa canción Moon River, compuesta por Henry Mancini y Johnny Mercer, también ganó en 1962 dos Premios Grammy, y además fue seleccionada como la cuarta canción más memorable en la historia de Hollywood por el American Film Institute en 2004. Es imposible pensar que no estamos hablando de una de las grandes películas del cine estadounidense.
La sinopsis nos sitúa en una comunidad de vecinos en la que vive Holly Golightly (Audrey Hepburn), una escort y aspirante a actriz caprichosa y que solo busca vivir la vida con el mayor número de lujos posibles, o al menos eso intenta. Cuando conoce a Paul Varjack (George Peppard), un tímido escritor que es mantenido por una mujer casada, sus vidas comienzan a cambiar en la forma en que las tenían configuradas hasta el momento. A partir de aquí viviremos cantidad de situaciones histriónicas en esta delirante comedia romántica.





Entrando en materia de las localizaciones más representativas de Desayuno con diamantes, el plató por excelencia es sencillo, la ciudad de Nueva York. Aunque ya sabéis que el cine es un travieso tramposo que en ocasiones nos enseña lo que quiere. Pues como es natural, la mayoría de interiores fueron rodados en los estudios de Hollywood. Pero indudablemente esta película no estaría en la sección de cine para viajar si no hubiera dejado rincones memorables que todo cinéfilo que se precie debe visitar.
- La joyería Tiffany: es, por encima de todas las localizaciones de Desayuno con diamantes, la más representativa. Se encuentra ubicada en el 727 de la Quinta Avenida. Si por algo la película, que hereda el título de la novela, se conoce en su nombre original como Breakfast at Tiffany’s es por algo. Aquí sin embargo le cambiaron el nombre por algo con más gancho, ya que posiblemente por este lado del Atlántico la lujosa tienda no era tan conocida. De hecho, a nivel internacional, no dudo que fue una operación de marketing magnífica. Y creo firmemente, que si esta película no existiese, un servidor cuyo interés por las joyas es entre nulo y cero no conocería de su existencia, o al menos me sonaría mucho menos. Como es natural podéis ir hasta su fachada a desayunar frente a la joyería Tiffany & Co. Y entrar para comprar o simplemente ver sus lujosos productos, eso irá en función de vuestra cartera. Desde primavera de 2018 existe una cafetería en su cuarta planta con el nombre de “The Blue Box Café”. Aquí podréis desayunar como es debido sin tener que estar de pie. Eso sí, es necesaria la reserva y se abren con 30 días de antelación, y vuelan. O sea que, si os queréis dar un capricho, ya sabéis.
- El bloque donde vive Holly Golightly: su fachada original y el barrio en particular ha cambiado bastante después de más de 50 años, pero aún es reconocible. Si queréis bajar las mismas escaleras que bajaba la actriz, os tendréis que ir hasta el Upper East Side, en el 169 de East 71st St. Es una casa privada, y ni mucho menos tiene la amplitud ni el glamour del mítico vecindario de Desayuno con Diamantes.
- Biblioteca Pública de Nueva York: sus interiores aparecen en varias ocasiones durante la película. En escenas compartidas principalmente por Holly y Paul. La excusa de acudir allí no es solo porque fuera un escenario de Desayuno con diamantes, sino que el lugar es una auténtica joya de Nueva York. Si os gusta oler a libro, esta biblioteca os estará esperando en el número 476 de la Quinta Avenida. Y sí, ha salido en cantidad de películas posteriormente.
- Central Park: cuesta ver una película que se ruede en Nueva York y no saque partido a su pulmón verde. Y Desayuno con diamantes no podía ser menos. Aunque por un breve espacio de tiempo veremos a Paul paseando junto al lago del Conservatory Water. Y también junto al escenario del Naumburg Bandshell.
- Cárcel de Sing Sing: y abandonando lugares idílicos también tendremos tiempo para acudir a la penitenciaria de Nueva York ubicada en el número 354 de Hunter St, en Ossining. Aquí Holly visitaría al preso Sally Tomato.
Y con este recorrido habremos visitado los rincones más representativos de esta comedia romántica de los 60. Tal es la magnitud de esta película que, en 2012, fue considerada cultural, histórica y estéticamente significativa por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. Ahí es nada, desde luego que es una de esas películas que han dejado huella con el paso de los años. Casi dos horas por delante con unas fantásticas interpretaciones, personajes y diálogos divertidos, y además con la bella ciudad de Nueva York sutilmente representada. Años después ha contado con adaptaciones teatrales en Broadway. Y hasta se han hecho estudios de su enfoque bastante más suavizado en comparación con la novela. Pues en la misma el personaje de Holly era bisexual, además de fumar marihuana y ejercer la prostitución. Algo que sin duda en el filme es tratado de forma mucho más tibia. Seguramente el cine cumplía con los cánones que exigía la censura de aquella época, mientras que la literatura podía mostrar obras mucho más libres y con contenidos mucho más explícitos.
Nota Desayuno con diamantes: 7/10
Un film del que se han conocido multitud de curiosidades con el paso de los años. Como por ejemplo que Audrey detestaba los bollos daneses que le hacían tomar. Y que durante el rodaje junto a Tiffany tenía cantidad de gente observándola detrás de una valla, lo que le provocaba un atroz nerviosismo. Que el sillón donde descansaba Audrey era una bañera real cortada por la mitad. Y que la actriz no sabía silbar, por lo que en una de las escenas que tenía que tomar un taxi, el sonido fue incluido posteriormente. Todo esto y mucho más ofrece esta película, conocida por todos y que siempre estará inseparablemente ligada a Nueva York.
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11 Comentarios
A pesar de lo famosa que es, nunca hemos visto esta película… Intentaremos visualizarla antes de nuestro próximo viaje a Nueva York para así poder visitar las localizaciones que mencionas con conocimiento de causa.
Saludos.
Es que el cine clásico tiene mucho que ofrecer. Al final muchas es imposible no conocerlas, pero para ponerse al día con todo lo bueno que hay, hacen falta muchas vacaciones 😀
Un salduote.
No he visito «Desayuno con Diamantes» pero si conozco Nueva York, es una ciudad alucinante aunque quizás demasiado publicitada por el cine y las series norteamericanas. 😉
A mi precisamente es uno de los puntos que me gustan de NY, sus infinitas apariciones en el cine. Hasta la fecha solo conozco uno de sus aeropuertos, pero no dudo que me maravillará 😀
No hemos visto la peli pero me han entrado ganas de verla leyendo el post, aunque Nueva York no entre entre nuestros futuribles…
Nosotros somos más de buscar libros sobre las ciudades que vamos a visitar pero me parece muy buena idea tratar de buscar películas. La pondremos en práctica pronto. 🙂
Un saludo
NY es una de esas ciudades que adoro gracias al cine. Y sin haber estado, creo que recorrer todos esos rincones míticos que he visto en el cine me van a fascinar.
El cine y los viajes están muy ligados, para muestra esta sección 😀
Un saludote.
Buena pelicula que vi en su día, aunque en un primer momento la vi por la adorable Audrey Hepburn (que junto a Grace Kelly son mis actrices favoritas de aquella época).
Aunque viendola mas veces está estupenda para ver zonas de New York. Mi hermana fue allí por su luna de miel y me habló maravillas. Ya que tuve la ocasión de ver la siempre soleada Florida, tengo ganas de ver la Ciudad que Nunca Duerme junto a su Gran Manzana.
Es que es una ciudad con tanto que ver, que uno seguro que no se cansa de recorrer cada rincón. Ojalá podamos ir pronto, y si tengo que pedirme una estación, sería en invierno 😀
¡Dios! New York, probablemente la ciudad más bonita del mundo mundial! Me encanta, y lo de la lista aún me queda pendiente bajar las escalares como Holly 😛 jejeje que guay! me encanta, tengo que volver… jajaja Una gran entrada, que grandes recuerdos 😀
Me imagino que para los que habéis estado este tipo de películas deben ser ideales para rememorar el viaje.
Lo que está claro, es que NY siempre se merece una y mil visitas más 😀
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