Siempre que viajamos a un nuevo país, aunque nuestro viaje se centre únicamente en una ciudad, intentamos destinar algún día para realizar una escapada y visitar algo diferente que suponga un contraste. En este viaje de 5 días por Polonia nos alojaríamos en Cracovia y Varsovia, pero también hubo tiempo para escapadas. Después de haber visto ya Cracovia, además de las escapadas al campo de concentración y las minas de sal, nos quedaba un día antes de poner rumbo a Varsovia para realizar otra escapada. Y después de pensárnoslo mucho, nos decantamos por visitar Zakopane.
Hay que reconocer que las opciones de visitas desde Cracovia son numerosas, pero siempre que dispongas de bastante tiempo. En invierno es fundamental tener en cuenta que las horas de sol son pocas, a las 3 de la tarde ya está anocheciendo. Nosotros realizamos este día que os narro el 30 de diciembre y, como es natural, debía ser una escapada en la que no perdiéramos mucho tiempo en desplazamientos.
Algunas opciones para visitar desde Cracovia:
- Campo de concentración de Auschwitz
- Minas de Sal de Wieliczka
- Zakopane (montes Tatras)
- Wadowice
- Katowice y Częstochowa (Ruta de los castillos)
- Wroclaw (Breslavia)
Estas son algunas opciones disponibles, siendo las dos primeras para mi gusto de obligada visita y que se pueden realizar en un mismo día. Sin embargo, las dos últimas requieren un desplazamiento mayor y en los meses de invierno prácticamente al llegar no disfrutaremos de muchas horas de luz, así que no son tan recomendables. Se podría realizar una sola visita a Wadowice, y ver los orígenes de San Juan Pablo II. Pero realmente es un lugar que para un día no tiene el suficiente atractivo como para que se amortice el desplazamiento. Finalmente nos decantamos por Zakopane, por ser un destino muy diferente a lo que veríamos en el resto de nuestro viaje a Polonia. Además, estando en pleno invierno, no hay lugar mejor en el país para disfrutar de la nieve.


La capital de Invierno de Polonia, como así llaman a Zakopane, se encuentra a poco más de 100 kilómetros de Cracovia. Aunque la distancia no es mucha, la autovía se pierde pronto y gran parte es una carretera de montaña con un carril para cada sentido, que normalmente se va congestionando el tráfico según nos vamos aproximando. De hecho, en muchos puntos encontraremos obras que en un futuro esperan aliviar estos atascos.
Alternativas para ir a Zakopane desde Cracovia:
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- En coche: una buena forma de llegar es hacerlo en vehículo propio. Deberemos tomar primeramente la DK7 al sur, y posteriomente llegaremos a través de la DK47. Si tenemos suerte y no hay atascos, haremos este trayecto en unas 2 horas.
- En tren: se toman desde la Estación Kraków Główny. Y normalmente la disponibilidad es de uno a la hora. El trayecto se realiza en alrededor de 3 horas y los precios oscilan entre los 12 PLN a los 25 PLN (3 a 6 euros en 2018). Se suelen llenar con facilidad, especialmente en invierno. Algunos cuentan con conexión wifi gratuita. Ver horario trenes a Zakopane.
- En autobús: nuevamente la Estación Kraków Główny será nuestro punto de partida. Normalmente se toman en la planta de arriba y es recomendable comprarlos en la taquilla con media hora de antelación. Pues si esperamos a comprarlos al conductor, igual está cubierto. Es fundamental estar allí con 15 minutos de antelación a la salida. Pues los autobuses salen con puntualidad y nos pueden dejar en tierra. El trayecto dura entre dos horas y media y tres horas en función del tráfico. El precio del billete es de 10 PLN a 20 PLN. Es posible hacerlo con la empresa PolskiBus o con cualquiera de los autobuses interurbanos que cubren ese trayecto. Los primeros tienen 7 frecuencias diarias, mientras que los segundos salen cada media hora. Por medio de un sencillo registro podremos tener wifi gratuito durante el viaje.
- Por último, otra opción es optar por un tour guiado en español. La empresa Civitatis los realiza durante el año con 8 horas y media de duración. Nos llevarán, nos enseñarán los lugares más representativos de Zakopane y nos traerán de vuelta. Evidentemente es la opción más cómoda, aunque estaremos sujetos al planning fijado.
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En nuestro caso optamos por la decisión de tomar un autobús por libre desde la Estación central de Kraków Główny. Era la opción más cómoda sin tener que reservar previamente. Y el trayecto fue de aproximadamente unas 3 horas. Se podría decir que se hace eterno para la corta distancia que separan ambos lugares, pero realmente fue muy entretenido. Posiblemente por ver ese cambio tan diferenciado en el perfil del terreno. De la llana ciudad de Cracovia a los Montes Tatras, cordillera que hace frontera entre Polonia y Eslovaquia. Aunque en este viaje no llegamos a pisar suelo eslovaco, es curioso que ya el año pasado estuvimos desde Hungría por el lado sur de la frontera, mientras que esta vez lo hicimos por el norte. Parece que Eslovaquia nos está haciendo ojitos.
Hay que tener en cuenta que los montes Tatra son la mayor cordillera de los Cárpatos, próxima al bello pueblo montañoso de Zakopane. Están considerados como el sistema alpino más pequeño del mundo. Al ser parque nacional cuenta también con especies protegidas como el oso pardo, el lobo, el alce, o incluso el lince. Un lugar ideal para todos los que busquen escapar de grandes ciudades. Aunque su población es de apenas 30.000 habitantes, al ser un foco de turismo en el país tan importante, la oferta hotelera, gastronómica y de ocio es enorme. Esta villa alpina se encuentra a una altitud entre los 750 y los 1.100 metros. Y eso lo vamos notando al irnos acercando. Ya a la mitad del camino se ven las montañas majestuosas repletas de vegetación. Y en la época que fuimos, cargadas de nieve. Un paisaje de lo más navideños que a nosotros personalmente nos encanta. Aunque la mayoría de los pasajeros van directos a Zakopane, el autobús va entrando en algunos pequeños municipios a dejar gente por el camino. Entre ellos en Nowy Targ, una de las últimas paradas previas al final. Por el camino nos cruzaremos en muchas ocasiones con la vía del tren, y con bellos pueblos de montaña de lo más encantadores. No hace falta decir que, si sois de los que os gusta disfrutar del paisaje en los transportes, pillad pronto la ventanilla, a ser posible en el lado derecho del autobús. Ya os lo digo, no os vais a aburrir.
Después del viaje tan entretenido, la estación de autobuses donde nos bajaremos está justo a la estación de tren. Aquí encontramos una oficina de turismo donde podemos pillar unos mapas y así orientarnos. La visita a Zakopane la podemos plantear en función del tiempo del que dispongamos. En caso de alojarnos aquí y disponer de al menos un día completo, nos podemos animar a descubrir las cordilleras que lo arropan. En caso de ir como nosotros, aprovechando unas 7 horas del día, en las que gran parte fueron ya con noche cerrada, lo mejor es dedicarse a pasear por sus calles. Las distancias entre muchos de los puntos de interés son mayores de lo que parecen. Por lo que mejor no pecar de optimistas y realizar una visita sin agobios. Es un lugar para descubrirlo sin prisas y disfrutar del ambiente navideño si vamos en invierno.
Aquí van algunas opciones a visitar si disponemos de tiempo (2 días):
- Monte Kasprowy: este lugar es el ideal para practicar el esquí. Es posible subir en teleférico o telesquí hasta la cima.
- Montes Gubałówka y Butorowy Wierch: posibilidad de subir en telecabina y disfrutar de las vistas.
- Parque Nacional de los Tatras: en este basto paraje de más de 20.000 hectáreas encontraremos casi 300 kilómetros de senderos que podremos recorrer, cada uno de ellos señalizados con diferentes grados de dificultad.
- Lago Morskie Oko: en el Valle Rybi Potok encontraremos este bello lago helado en plenos Tatras. Gran parte del recorrido es posible hacerlo en autobús desde la propia Zakopane.
- Capilla del Sagrado Corazón de Jesús en Jaszczurówka: este edificio religioso se encuentra a unos 4 kilómetros del centro de Zakopane. Y es posiblemente de las imágenes más representativas de lugar junto a sus montañas.
- Ruta de las iglesias de Madera: es una senda que va uniendo una serie de edificios religiosos levantados en madera entre los siglos XV y XV por el sur de la región de Małopolska. Como curiosidad, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2003.
Cuando llegamos, si por el camino habíamos visto paisajes blancos, lo que había allí era un auténtico festival de la nieve. Incluso las vías tenían algunos trenes literalmente atascados en un bello manto blanco. Un paisaje espectacular y muy animado con multitud de familias disfrutando del lugar. Todo el listado que hemos citado anteriormente se presentaba apetecible, pero teniendo en cuenta que eran más de 12 de la mañana, y que las horas de sol en pleno diciembre no son demasiadas, lo mejor que podíamos hacer era recorrer las calles de Zakopane sin alejarnos mucho del centro. Quizás podríamos habernos acercado hasta la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, pero preferimos ver lo que teníamos más a mano de forma cómoda y que fuera un día más relajado, que ya era nuestro tercer día de viaje y había que recargar pilas.



Las calles de Zakopane contrastaban entre la nieve que cubría las casas y aceras con el negro asfalto. Hay que reconocer que el trabajo que realizan para que la villa sea transitable para coches y peatones es encomiable. Aunque no estaremos exentos de algún que otro patinazo si no llevamos el calzado oportuno. Durante nuestro paseo nos encontramos con el Aqua Park Zakopane. Un centro de ocio con piscinas climatizadas. Ver el contraste de estar a 0 grados fuera, mientras la gente se veía tras los cristales en bañador, sin duda sorprendía. Y es que este lugar tiene entretenimiento para todos. Después de callejear un rato, llegamos hasta la calle Krupówki. Esta vía comercial peatonal está repleta de tiendas y restaurantes. Si queremos tomar algo para entrar en calor, este será el mejor sitio. Lo mismo si queremos dejar a pasear la tarjeta de créditos. Al ser un sitio turístico, los precios son más elevados de los que podemos encontrar en Cracovia. Por lo que, si estamos pensando comprar alguna ropa deportiva, o algunos souvenirs, aquí encontraremos más variedad, pero la misma se paga. Otro apunte importante es que suelen haber bastantes colas a la hora de sentarse a comer. Hay restaurantes de diferentes cocinas, pero igual nos toca echar un buen rato en la cola.




Cerca de aquí se encuentra el Museo de los Tatras (Muzeum Tatrzańskie). Un conjunto de edificios con arquitectura clásica de Zakopane. En ellos conoceremos un poco más del estilo clásico de las edificaciones que aquí encontraremos, a la vez que la historia sobre esta villa polaca. La verdad que los edificios son preciosos, y con sus tejados nevados aún más. También se encuentra en esta misma calle la Iglesia de la Sagrada Familia. Su nombre en polaco es de esos que no te aprenderías en meses. Esta iglesia católica en piedra es la más antigua de Zakopane. Fue levantada en 1877 en estilo neorrománico. Al encontrarse en una pequeña loma junto a la vía comercial, se muestra realmente imponente. Especialmente bonita de ver al caer la noche por encontrarse iluminada.

Un día antes de fin de año, la calle estaba abarrotada de gente y decorada con adornos y luces navideñas. Al final de la calle, en su zona norte, encontramos un mercadillo navideño a los pies de las pistas de esquí. Nos gustó muchísimo vivir el ambiente y disfrutar tranquilamente de las diferentes atracciones que había por la zona. Al ver que aún había tiempo, nos animamos a caminar hacia el Santuario de Fátima. Se encontraba a unos 3 kilómetros del centro, pero la pendiente ascendente nos hace demorarnos en casi una hora para llegar. Por el camino iremos disfrutando de las vistas de las pistas de esquí, de los hoteles y casas pintorescas con que cuenta este pueblo. Este santuario fue levantado por los devotos de Polonia en acción de gracias por la supervivencia del, por aquel momento, Papa San Juan Pablo II en 1981 cuando sufrió un intento de asesinato. El propio papa lo consagró en persona. Un edificio realizado en madera y metal que sobrecoge por su altura y la curiosa fisonomía de su fachada principal, muy del estilo de las casas colindantes. Como curiosidad, el templo conserva dos reliquias importantes: una de San Carlos Borromeo, considerado por el Papa como su Patrono, y una del propio San Juan Pablo II. Tanto por el camino que recorreremos a pie, como por el propio edificio religioso, merece mucho la pena llegarse hasta allí. Encima, al estar en navidad, encontramos un divertido belén con los últimos 3 Papas en el interior del templo.


Y como una de nuestras últimas paradas del día, sería el cementerio nacional Pęksowy Brzyzek. Ya habíamos pasado por su parte camino del Santuario de Fátima, pero quisimos dejarlo para cuando hubiera caído completamente la noche para visitarlo prácticamente en la oscuridad. Este lugar es un panteón repleto de personajes ilustres polacos, donde no faltan escritores, políticos e incluso escaladores de toda Polonia. En su entrada encontramos la Capilla de Gąsieniców. Siendo el edificio de piedra más antiguo de todo Zakopane. Levantada en el siglo XVII. Este cementerio fue un lugar en el que se mantuvo la llama del patriotismo polaco incluso en momentos tan delicados como el sometimiento soviético. Y aunque la mayoría de elementos del cementerio están tallados en piedra, tampoco aquí faltan detalles en madera, seña de identidad de Zakopane. En plena noche apenas iluminado por la luz de la Luna y la poca luz que llega de la calle, creaban una atmósfera envolvente. Y como no podía ser menos, muchas de las lápidas apenas eran visibles por la gran capa de nieve que las cubría.


Ya comenzaba la hora de volver hacia Cracovia y, cuando ya nos disponíamos a ir, nos encontramos con una feria y hasta un escenario con música en directo. Y es que Zakopane es el segundo lugar de mayor repercusión a nivel nacional para celebrar la entrada del nuevo año. Ya el día antes había un ambiente increíble. Pues al día siguiente cuando ya habíamos llegado a nuestro hotel en Varsovia, comprobamos que incluso la televisión polaca conectaba en directo para retransmitir a todo el país los conciertos que se estaban llevando a cabo.
Algo que sin duda desconocíamos cuando planificamos el viaje. Y aunque el fin de año en Varsovia nos encantó, nos hizo pensar que en un futuro bien estaría vivir la entrada de año entre la nieve en Zakopane. Ojalá se de la oportunidad de poder hacerlo en un futuro cercano. Pero ya era demasiado tarde para reorganizar nuestro itinerario y tomamos el bus de vuelta a Cracovia. Es posible reservar al llegar el autobús de vuelta, así aseguraremos sitio sin problemas. Pero nuevamente es importante estar 15 minutos antes de la hora fijada en el andén. Para montar sin problemas y que el autobús salga puntual, sino corremos el riesgo de tener que tomar el siguiente.
Ir de Zakopane a Varsovia
Otro punto que también desconocíamos, es que hay excelentes rutas de transporte entre la propia Zakopane y Varsovia. La empresa de autobuses lowcost Polskibus ofrece conexiones en 10 horas entre ambos lugares. Por un precio de unos 45 PLN (10 euros aproximadamente en 2018). Una auténtica ganga para un trayecto tan largo y en unos autobuses que son bastante cómodos y bien gestionados. De haberlo sabido, posiblemente hubiéramos hecho noche en Zakopane, y habríamos ido directos desde allí. Así no hubiéramos vuelvo a hacer noche en Cracovia como hicimos y habríamos disfrutado más la visita a Zakopane. De hecho, hicimos el trayecto desde Cracovia a Varsovia con esa misma empresa al día siguiente y quedamos muy satisfechos. Por tanto, esta parte del viaje si la repitiéramos, habríamos tomados las maletas ese mismo día desde Cracovia, haríamos noche en Zakopane y al siguiente día desde allí hubiéramos partido hasta Varsovia. Dormir en Zakopane puede parecer caro al tratarse de un lugar bastante turístico, pero no mucho más que la propia Cracovia. Ya sea en el imponente Hotel Mercure Kasprowy Zakopane, de 3 estrellas en plena ladera de las pistas de esquí, o en los múltiples hoteles con encanto de que dispone esta villa de montaña. La vuelta a Cracovia al ser de noche no fue tan entretenida como la ida. Además pillamos un colosal atasco a la salida. La parte buena es volver a disfrutar una noche más de las calles de Cracovia, algo de lo que nunca se cansará uno, pues es una ciudad encantadora.



En conclusión, la visita a Zakopane fue todo un acierto. Una de esas visitas que, si tenemos opción a encajar en nuestro itinerario, sin duda deben ser imprescindibles. Aunque evidentemente, si lo hacemos en invierno, se hace mucho más apetecible. Y si además le podemos dedicar una noche, mucho mejor, así podremos disfrutar mucho más la visita. Por nuestra parte es un sitio en el que se podría decir que le pegamos un bocado a la tarta. Pero en una futura visita esperamos tomarnos la tarta entera y disfrutar de Zakopane pernoctando al menos un par de noches. Y así terminaría nuestra primera parte del viaje por Polonia, a la mañana siguiente dejaríamos Cracovia para poner rumbo a Varsovia. Pero eso ya lo contaremos en una futura entrada.
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Índice del viaje Polonia fin de año 2017
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10 Comentarios
Madre mia, menuda preciosidad de fotos.
Dan ganas de irse alli en invierno para disfrutar del paisaje. Se me ponen los dientes largos.
Muchas gracias por mostrarnos éste lugar.
Creo que ha sido de los reportajes que más me ha costado seleccionar fotos. De hecho he subido más que la media habitual de mis entradas jaja
¡buenas fotos! Y el penksowe brzyzko – simplemente impresionante. Creo que es el lugar más hermoso de Zakopane para mí
Sin duda, el cementerio y más en navidad es una chulada 🙂
Si tenemos la oportunidad de visitar esta ciudad, sin duda será en navidad. ¡Qué imágenes tan bonitas con tanta nieve! Muy buen consejo lo de pillar ventanilla en el tren y ¿la iglesia de la SAGrada Familia no tiene forma de manto de virgen? 😉
Sin duda, Zakopane es un destino para visitar en plena navidad. Y en lo que dices de la Iglesia, totalmente, pensé lo mismo cuando la tuve delante 😀
Wooo qué frío pero con esos paisajes nevados y taaan navideños merece la pena, yo soy muy fan de hacer esas locuras y meterme en el norte en pleno invierno, además me encanta cómo se decora la Navidad en el centro de Europa, es como muy mágico y de verdad una blanca Navidad ji ji 🙂 un abrazo
Patri
Es que el frío es lo de menos cuando estas en entornos tan navideños. El ambiente en Zakopane es una pasada y de hecho algún año repetiremos seguro.
Un saludote.
Nieve, mercadillos y ambiente navideño. Eso es justo lo que buscamos en nuestras escapadas de invierno… Seguimos este viaje vuestro por redes sociales y nos gustó mucho todo lo que íbais publicando, así que tenemos Polonia en la lista de destinos pendientes, con excursión a Katowice y la Ruta de los castillos (que nos encantan).
Muy buen post. Súper completo.
Saludos.
Ya os digo que Polonia tiene mucho que ofrecer, y en navidad es encantadora. Y si disponéis de más días y un coche, todas esas escapadas que decís son ampliamente recomendables.
Un saludote.