Encontrar un hotel acorde a nuestras necesidades en Cracovia no será muy complicado. La oferta hotelera en la bella ciudad polaca es amplia y variada. No obstante, al ser uno de los lugares más turísticos del país, los precios medios por noche son más elevados por regla general que en otras ciudades de Polonia. Los hoteles en Cracovia se distribuyen principalmente junto a la estación principal de Cracovia (Kraków Główny) y el Castillo de Wawel. Aunque evidentemente hay otras zonas con alojamientos, sin duda estas dos opciones son las más recomendables para dormir en Cracovia. Para ubicarnos, ambas zonas suponen respectivamente estar al norte y sur de la ciudad medieval de Cracovia (Stare Miasto). Apostando por estos puntos de la ciudad, estaríamos muy próximos a los lugares imprescindibles a visitar en Cracovia. Salvando el núcleo medieval de Kazimierz y el propio Gueto de Cracovia que nos quedarían algo más al sur.
El precio medio de una habitación doble en Cracovia está en torno a 50 euros. Aunque, como es normal, si nos alejamos de los lugares más céntricos, los precios bajan. En nuestro caso apostamos por el Pod Wawelem Hotel, un tres estrellas situado justo al pie de la colina del castillo de Wawel. El precio de cuatro noches en las navidades de 2017 fue de 277,86 euros. Aproximadamente unos 70 euros por noche. Un precio superior a la media, pero esperable en esta época, y además incluía el desayuno buffet.
Para llegar al hotel desde el aeropuerto, la fórmula habitual será llegar ya sea en bus o tren a Kraków Główny, la estación principal de Cracovia. Desde aquí nos encontraremos a 2 kilómetros del alojamiento. Una opción es caminar a pie cruzando la ciudad medieval de Cracovia, en unos 20 minutos. O por el contrario tomar un autobús (desde la propia estación) que nos dejará muy próximos al hotel, en la parada de “Kraków Jubilat”. Aunque el hotel también cuenta con servicio de traslado al aeropuerto (de pago). Si venimos con vehículo propio, el hotel también cuenta con Parking. Aunque por la zona vimos algunas calles en las que incluso se podría aparcar muy cerca del hotel.
Una vez llegamos al Pod Wawelem Hotel, lo primero que sorprende es su ubicación. Tendremos a un paseo tanto el propio castillo de Wawel como el centro de la ciudad y el parque Planty. Y como no podía ser menos, unas imponentes vistas al río Vístula. Es uno de esos hoteles que una vez estás alojado, te permite levantarte cada mañana y caminar hacia todos los puntos de la ciudad de forma cómoda. La atención de su persona es correcta. Se indica que su personal habla polaco e inglés. Pero incluso algunos atienden en español. Y la recepción está abierta 24 horas. Nosotros de hecho llegamos rondando la media noche y todo sin problemas. La zona tanto de día como de noche es tranquila y sin ruidos.
En concreto nuestra habitación se correspondía a una doble con vistas laterales al río. Existen otras con vistas frontales y de categoría deluxe. Nuestro dormitorio tenía unas dimensiones bastante comedidas. Un descansillo inicial con un armario de gran tamaño a la izquierda y el baño a la derecha. Seguidamente nos encontramos con el dormitorio que contaba con un escritorio y dos camas. Entre ambos mobiliarios hay un espacio limitado para moverse. Por tanto las dimensiones de la habitación son correctas, pero sin ser superlativas. Y aunque llegamos de noche, al día siguiente disfrutamos del ventanal frontal que ocupa toda la pared exterior, que nos proporcionaba unas buenas vistas de la ciudad y gran luminosidad. No contábamos con minibar. El escritorio era básico pero contaba con una tetera eléctrica, tazas, una lamparilla y una tele de aproximadamente 21 pulgadas.
Nuestro cabecero estaba ocupado por una bonita fotografía en blanco y negro de la plaza del mercado de Cracovia. El colchón de las camas individuales era cómodo. En cuanto a las almohadas, tenían un diseño un tanto raro en forma de cuadrado. Y personalmente me parecían algo duras y no excesivamente confortables. Uno de los problemas que sin duda le achaco a la distribución de los enchufe, en especial los ubicados junto a la cama. Pues en vez de estar a ambos lados de la cama, estaban en la parte central. Por lo que si querías colgar algo, tocaba dejarlos en el suelo, o por el contrario mover una de las mesillas. Y bueno, siendo pareja, suficiente con dormir en camas separadas como para encima poner más tierra de por medio 😀
Afortunadamente tanto junto al escritorio como en el baño encontramos más enchufes (categoría E). El termostato está programado para entre una temperatura estable, poder subir o bajar 4 grados arriba o abajo. Para nuestro gusto la habitación no estaba todo lo cálida que podíamos esperar. Especialmente cuando se viaja en pleno invierno y las temperaturas fuera rondan los 0 grados. Por lo que se tardaba en entrar en calor. En cuanto al wifi gratuito, pese a tener un switch en nuestra habitación para amplificar la señal, la señal no era muy potente. Y costaba navegar. Cosa que en la zona de desayuno no pasaba, donde era mucho más estable y rápida. Las habitaciones están bien insonorizadas, y al menos en la planta 3 donde nos encontrábamos, no se escuchaba nada ni de la calle, ni de la actividad propia del hotel.
El baño era de un tamaño bastante bueno, en especial su ducha. Contaba con secador de pelo y una serie de amenities sencilla. Tanto el baño como la habitación se presentaban limpias, así como después del paso del servicio de habitaciones de cada día. En todo el establecimiento está prohibido fumar. Y se admiten mascotas.
Entre otros servicios que ofrece el hotel se incluye:
- Disposición de bicicletas de forma gratuita.
- Caja fuerte.
- Guardaequipaje.
- Ascensor y aseos ajustados para facilitar su accesibilidad.
- Fax y fotocopiadora (de pago).
- Sala de reuniones / banquetes (de pago).
- Venta de entradas, alquiler de coches y sauna.
El buffet gratuito incluido en el precio es aceptable. Una variedad de bollería, embutidos y productos típicos polacos. Además de zumos de bote, café y leche. Se sirve en planta baja todas las mañanas desde las 7. El resto del día funciona como restaurante y bar. Aunque sin duda el bar /restaurante a la carta que es la estrella de este hotel se encuentra en su azotea, conocido como Malecon. Un bonito espacio con parte al aire libre y parte climatizada donde comer algo, o tomarse una copa con vistas al castillo de Wawel y al río Vístula.
En resumidas cuentas, es un hotel correcto, aunque para nuestro gusto el precio es algo elevado para lo que ofrece. No es ni mucho menos un alojamiento perfecto, pero al menos confirmamos que la estancia es cómoda y sin muchos sobresaltos. Uno de esos hoteles que cumple, pero que no queda en el recuerdo, más allá de su ubicación y fabulosas vistas. Si volviera a Cracovia y me planteara repetir la estancia, quizás no lo haría. Y no lo comento en el sentido negativo de la experiencia, ni mucho menos. Pero personalmente creo que seguramente me animaría a probar otras opciones. No obstante si en vuestro viaje a Cracovia lo encontráis por un precio por noche inferior al que pagamos, y el resto de opciones no os convencen, podéis apostar sin miedo por Pod Wawelem Hotel. Pues la apuesta no será notable, al menos para nosotros no lo fue, pero al menos aceptable. La segunda ciudad de nuestra viaje por Polonia fue Varsovia. Allí optamos por el Hotel MDM por el mismo precio por noche (sin desayuno). Comparativamente sale ganando en muchos aspectos frente al de Cracovia. Pero eso ya lo veremos en una futura entrada.
Puntuación Pod Wawelem Hotel:
| Concepto | |
|---|---|
| Limpieza/Confort |  |
| Ubicación | |
| Servicios |  |
| Personal | |
| Relación Calidad-Precio | |
| Nota Final |
Dirección: pl. Na Groblach 22, Cracovia 31-101, Polonia.
Teléfono de contacto: +48 12 426 26 26
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Índice del viaje Polonia fin de año 2017
- [image_icon name=»essen/world»]Crónica principal: Guía práctica viaje Polonia.
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4 Comentarios
Vaya, se ve un hotel simpático. Aunque por lo que se ve tiene ciertas cosillas mejorables, pero vamos que en lo que cabe se ve aceptable.
Es un hotel que majo, pero le faltan a nuestro modo de ver esos detalles para justificar su precio y ser notable. Aunque vamos, es una opción totalmente viable y sin sobresaltos graves.
Un hotel que me dejó tibia. No puedo decir nada realmente malo de él ni tampoco excesivamente bueno. Me resultó un hotel correcto, pero en el que no repetiría, aunque solo sea por conocer otros. Eso sí, el desayuno incluido en el precio es un plus a tener en cuenta cuando se pretende empezar el día con energías cargadas.
Está claro que le faltaba ese punto para dejar huella. Aunque eso no significa que sea un hotel ni mucho menos malo, sino simplemente por el que pasamos sin más.