Nuestro primer día por Cracovia había superado el ecuador. Comenzamos visitando el Castillo de Wawel, para después recorrer el gueto judío. La siguiente parada sería Kazimierz, el barrio judío de Cracovia. Un lugar histórico de la ciudad, conocido por ser el centro de la comunidad hebrea en Polonia desde el siglo XIV hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Sus orígenes se remontan al rey Casimiro III de Polonia, cuando en 1335 fundara Kazimierz como ciudad propia al sur de Cracovia, que por aquel entonces era la capital del reino polaco. A finales del siglo XV, los judíos que vivían en la parte occidental de Cracovia fueron expulsados y obligados a trasladarse a Kazimierz por las obras de ampliación del campo de la Universidad Jaguelónica. Eso propició que este lugar se convirtiera en el foco principal de judíos polacos en el país. Durante décadas se construyeron iglesias y sinagogas, pues aquí convivieron cristianos y hebreos en total armonía.

Ya en el siglo XIX se integró como parte de la propia Cracovia y pasó a ser un barrio más de la ciudad. Lo que fomentó que las familias judías ricas se mudaran a barrios más occidentales. Esto supuso que el barrio fuera cayendo en decadencia con el paso de los años. Aunque el detonante que más castigó este ya barrio de Cracovia fue la creación del Gueto de Cracovia que obligó a los judíos a desplazarse hasta allí por los nazis. El posterior exterminio y las huellas que dejó el holocausto hirieron completamente a su comunidad. Posteriormente, durante la etapa de influencia comunista, Kazimierz era uno de los barrios con peor reputación de la ciudad. Hasta que finalmente, en la década de los 90, se comenzaron a desarrollar planes de transformación de barrios deteriorados, lo que supuso el auge y florecimiento de un barrio esta vez bohemio, de ambiente universitario y repleto de nuevos negocios. A la vez que su pasado convive en armonía con este nuevo soplo de aire fresco para Kazimierz.
Kazimierz se ubica entre el Gueto Judío, en el barrio de Podgórze, y el Stare Miasto, lo que viene siendo la ciudad antigua de Cracovia. Los tranvías nº 3, 8, 24, 50 y 69 nos permiten acercarnos hasta sus inmediaciones. Aunque el paseo, ya sea desde el centro o desde el gueto, no suponen más de 20 minutos andando. En nuestro caso proveníamos desde el sur, por lo que cruzamos el río Vístula a través del bello puente de Father Bernatek.

Uno de los principales atractivos de Kazimierz son sus sinagogas. En la actualidad se mantienen siete sinagogas, aunque solo una, la Sinagoga de Remuh, está abierta al culto. Por su parte la Antigua Sinagoga (Stara) se mantiene como museo de la historia hebrea. La Sinagoga de Tempel, la más moderna, destaca por sus vivos colores y un importante valor cultural y arquitectónico. Mientras que también son visitables la Sinagoga de Isaac, la Sinagoga de Kupah y Sinagoga Wysoka, que están transformadas en salas de exposiciones. Complementa la oferta cultural del barrio el Museo Judío Galicia, el Etnográfico y el de Ingeniería Urbana.
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Visitar las Sinagogas imprescindibles de Kazimierz:
- Antigua Sinagoga (Stara Boznica): se ubica en el número 24, de la calle Szeroka.
- Precio de la entrada: 10PLN (año 2018 = 2,40 euros) – 8PLN para estudiantes. Los lunes entrada gratuita.
- Horario: noviembre a marzo (Lunes de 10 a 2 de la tarde – Martes a jueves, sábados y domingos de 9 a 4 de la tarde – Viernes de 10 a 5 de la tarde). Abril a octubre (Lunes de 10 a 2 de la tarde – Resto de la semana de 9 a 5 de la tarde).
- Para más información: Stara Synagoga.
- Sinagoga de Remuh: se ubica en el número 40 de la calle Szeroka.
- Precio de la entrada: 10PLN (año 2018 = 2,40 euros) – 5PLN para estudiantes.
- Horario: noviembre a abril (9 a 4 de la tarde). Mayo a octubre (9 a 6 de la tarde). Cerrada los sábados y en festividades hebreas.
- Sinagoga Tempel: se ubica en el número 24 de la calle Miodowa.
- Precio de la entrada: 5PLN (año 2018 = 1,20 euros) – 2PLN para estudiantes.
- Horario: 10 de la mañana a 6 de la tarde.
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Bajo nuestro punto de vista, estas tres sinagogas son las más recomendables de Cracovia. En primer lugar la Antigua Sinagoga es la de mayor antigüedad de Polonia. Fue construida en el siglo XV y sirvió tristemente como almacén durante la invasión nazi. Tras la guerra fue restaurada y hoy en día alberga una colección judaica del Museo Histórico de Cracovia. Está considerada como uno de los monumentos arquitectónicos de la religión judía más importantes. Sus dimensiones nos pueden dejar algo fríos, especialmente si hemos visitado con anterioridad otros recintos religiosos de esta índole como la Sinagoga de Budapest, pero en su interior alberga importantes documentos sobre la historia de los judíos en Cracovia. Quizás el mayor inconveniente es que, al tratarse de un edificio totalmente reformado, su aspecto un tanto moderno nos puede dejar algo indiferentes. Igualmente bien merece la pena conocer su interior.



Posteriormente no debemos dejar pasar la visita a la Sinagoga de Remuh. Para mi gusto, si solo queremos acceder a una, me decantaría por ésta. De estilo renacentista, fue construida a mediados del siglo XVI. Curiosamente es la sinagoga más pequeña de Kazimierz, pero a la vez tiene un encanto especial. Además de estar en activo, cuenta con un cementerio anexo en el que aún se conservan numerosas lápidas con inscripciones en hebreo. También en su puerta encontramos el monumento a Jan Karski, emisario del horror durante la Segunda Guerra Mundial. Un polaco que no dudó en alertar a todo el mundo del genocidio que se estaba llevando a cabo durante la Segunda Guerra Mundial en su país.



Y si aún tenemos interés en seguir profundizando en la historia judía de este bucólico barrio, nos podemos animar a entrar en la Sinagoga de Tempel. Se trata de la más moderna del todo Kazimierz, levantada por la Sociedad de Judíos Progresistas en el siglo XIX. Es un templo que sorprende por el colorido y la luminosidad de su interior. En la actualidad rara vez se celebran ceremonias religiosas, aunque es habitual que se realicen conciertos en su interior.
Frente a este top 3 que para nuestro gusto no podéis dejar de visitar, existen otras menos conocidas. Por un lado encontramos la Sinagoga de Kupa (Boznica Kupa). Sufrió grandes desperfectos durante la Segunda Guerra Mundial y hoy en día su interior está lejos de tener la apariencia de cuando fue construida en el siglo XVII. El principal problema para su visita es que rara vez está abierta al público. No obstante nos podemos acercar hasta el número 8 de la calle Warszauera donde se encuentra. Por su parte la Sinagoga de Isaac (Synagoga Izaaka) es la de mayor tamaño de Cracovia. Su fachada exterior pasa bastante desapercibida, pero si nos animamos a pagar los 7PLN que cuesta entrar, encontraremos importantes frescos con textos hebreos que datan del siglo XVII. La encontraremos en el número 18 de la calle Kupa. La última en discordia que es posible visitar es la Sinagoga Wysoka. Fue levantada en el siglo XVI y su fachada exterior denota que el pasado dejó huella en su estructura. Así como en su interior que fue saqueado durante la Segunda Guerra Mundial. Aun así aún se conservan retazos de murales originales. Podemos encontrarla en el número 38 de la calle Jozefa.

Es evidente que las sinagogas del barrio de Kazimierz son foco catalizador del turismo en esta parte de la ciudad de Cracovia. Pero si por algo destaca este lugar es por ser una zona ideal para pasear y dejarse perder por sus calles. Un distrito cosmopolita y lleno de rincones pintorescos que dieron la vuelta al mundo gracias a la película de Steven Spielberg “La lista de Schindler”. Y es que durante 1993 sus calles fueron el plató de rodaje para mostrar al mundo los hechos históricos que cuenta la película durante la invasión nazi. Aunque realmente todo ocurrió en el Gueto de Cracovia, al sur de Kazimierz. De hecho una de las escenas de mayor impacto de la película ha generado que uno de las corralas de uno de los edificios en la calle Jozefa se hayan convertido en las Escaleras de ‘La Lista de Schindler’. Podéis consultar el lugar exacto aquí: Drehort Schindler’s Liste.
Nosotros cuando pasamos desgraciadamente estaban realizando obras en el edificio y había cantidad de materiales por medio. Pero si comparáis ambas fotos, comprobaréis que es exactamente el mismo punto donde se rodó la película. Aunque en esta ocasión no era uno de los días más fotogénico de estas cinéfilas escaleras. La verdad que si no sabemos el lugar exacto donde se ubica, es de esos puntos que quizás pasarías por alto. Pero en un barrio como Kazimierz lo mejor es dejarse llevar por sus calles y disfrutar especialmente de sus murales. Uno de los más famosos se encuentra en la calle Jozefa, conocido como Mural histórico de Kazimierz. Aunque existen otros tantos dignos de ver. Realizando esta entrada he ido a parar con esta entrada sobre el Arte Callejero en Cracovia. Como se aprecia, realizan incluso visitas guiadas. Su existencia la he conocido a posteriori, por lo que no sabría valorar esta ruta, pero al menos os puede servir de interés para tomar como referencia los puntos donde se encuentran los murales más interesantes. Y es que otra cosa no, pero en Cracovia se ofertan una infinidad de tours guiados por toda la ciudad. Ya sean a pie, con minibús, o incluso con una especie de carritos de golf que ofrecen visitas en varios idiomas, incluidos el castellano. Si no sois muy de andar, con una fórmula así estaréis salvados. Y especialmente en Kazimierz os cansaréis de ver grupos y tours por todas partes.
Una de las zonas más concurridas es la calle Szeroka, conocida como la plaza del mercado. Aquí se desarrollaba antiguamente la vida cotidiana en el barrio. Punto donde además de la sinagoga y el cementerio de Remuh, se encuentra la Sinagoga de Popper, la última que nos faltaba por citar de las siete. Aunque el hecho de analizarla por separado es que en la actualidad no es una sinagoga al uso, y sirve como galería del Centro de Cultura Juvenil del Casco Antiguo. En el número 16 podemos visitar además una bonita librería con ejemplares en múltiples idiomas. En esta calle también entre la Sinagoga Vieja y la Sinagoga de Remuh encontramos el monumento al martirio.

Y para ir finalizando nuestra visita, no podemos irnos de Kazimierz sin visitar la plaza Nowy y la Plaza Wolnica. La plaza Nowy, o plaza nueva, destaca por su conocido como okrąglak, un bonito mercado cubierto central que fue levantado a finales del siglo XIX. A su alrededor encontramos cantidad de cafeterías y bares, así como puestos donde comer platos típicos polacos. Es un buen punto donde pararse a comer algo. En especial sus famosas Zapiekanka, media barra de pan untada en aceite o mantequilla y aderezada al gusto que después se mete en el horno como haríamos con una pizza. Por tamaño es digno de pedirse para compartir y que no dé vergüenza, comerse uno solo es todo un logro. Como curiosidad, los sábados en esta plaza se realiza un mercadillo de antigüedades, y los domingos de ropa de segunda mano.
Entre ambas plazas hay lugar para visitar tres templos católicos de gran belleza. La Iglesia de Santa Caterina, de estilo gótico y se levanta junto a la roca de la calle Augustianska. Fue mandada a construir por el rey Casimiro el Grande para la orden de los agustinos. Data del siglo XIV y cuesta creer que aún siga en pie porque ha sido diana de cantidad de catastróficos eventos, inundaciones, incendios e incluso durante el régimen comunista fue desacralizada. En la actualidad el elemento de mayor interés es la Rueda de la Muerte del siglo XVIII que encontramos en la calle Skalecna. Este es el símbolo de Santa Catalina, que fue torturada en una rueda. Por otra parte encontraremos también la Iglesia de San Estanislao, en estilo barroco. Su nombre completo es nada menos que Basílica de San Miguel Arcángel y San Estanislao Obispo y Mártir, de los Hermanos Paulinos en Skałka, aunque comúnmente se la conoce simplemente como Skalka. En el pasado los reyes polacos acudían a Skalka a modo de penitencia para rendir homenaje al obispo Estanislao, que murió como mártir manos del rey Boleslao el Temerario mientras oficiaba la Santa Misa en esta iglesia. Ambas visitas son de entrada gratuita y bien merecen la pena pasar por ellas para conocer dos de los recintos religiosos que se conservan del pasado católico de este barrio. El último en discordia es la Basílica del Corpus Cristi, construida en el siglo XIV en ladrillo visto. Uno de los templos más grandes y vistosos de Cracovia. Tras su remodelación, el interior ofrece una mezcla de estilos góticos y barrocos. Aquí encontramos el mausoleo renacentista de Vladislao II, y el órgano más grande de la ciudad. Es fácilmente visitable desde la plaza de Wolnica. Y como los dos anteriores templos religiosos, su entrada es gratuita.




Y finalmente, en el cruce entre las calles Krakowska y Sw Wawrzynca, en pleno corazón de Kazimierz, se encuentra la plaza de Wolnica. Fue tomando importancia en pleno siglo XIV por ser parte del antiguo mercado de la ciudad. Años después fue construido el edificio del ayuntamiento, que llega hasta nuestros tiempos, aunque en la actualidad se usa como Museo Etnográfico. En el mismo se expone una colección de arte popular polaco. Y en la plaza destaca una bonita escultura con tres músicos callejeros tocando. En plena navidad, cuando nosotros estuvimos, encontramos una amplia pista de patinaje sobre hielo. En nuestro caso no visitamos ninguno de los museos que alberga este barrio de Kazimierz, pero si queréis encontrar información actualizada, os dejo los siguientes enlaces:
- Museo Etnográfico de Cracovia: Muzeum Etnograficzne.
- Museo Judío de Galicia: Galicia Jewish Museum.
- Museo de Ingeniería Urbana: MIM.
Nos hubiera gustado visitar alguno de ellos, pero en estas fechas los horarios no eran demasiado buenos para cuadrarlos en nuestra visita. Y como he repetido con anterioridad, Kazimierz es un barrio que se presta a recorrer a pie y el tiempo pasa volando. El sol comenzaba ya a caer, y la jornada había sido intensa. Pero aún teníamos por delante visitar la ciudad medieval de Cracovia. Con posiblemente el espacio más fotografiado: su espectacular plaza del mercado (Rynek Główny). Pero eso será ya cuestión de otra entrada, un cuarto y último capítulo de este primer día de visita a Cracovia.
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Índice del viaje Polonia fin de año 2017
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4 Comentarios
Que las sinagogas sobrevivieran al genocidio nazi, me parece argumento suficiente para poder visitarlas, pero si además te llaman la atención una vez entras en ellas, mejor que mejor. Y eso es lo que me pasó al conocerlas. Las que visitamos son muy diferentes entre sí, pero ahí es donde radica la belleza, como si quienes las construyeron nos dijeran que hay muchas formas distintas de culto, ni mejores ni peores, simplemente heterogéneas.
Aunque para mí lo mejor fue andar por el barrio judío, sorprenderme ante los murales o descubrir tiendas con escaparates llamativos o poder recorrer los puestos de la Plaza Nowy.
Uno de esos barrios en los que gusta perderse y encontrar rincones que no suelen estar en las guías. Y además se come de maravillo en sus puestos callejeros 😀
Aparte de barrio bonito, me sorprende la cantidad de historia que tiene, tanto la buena como la mala. Un ejemplo de lo bueno y lo malo del ser humano
Cracovia es una ciudad centenaria y eso se nota a cada paso que das. Y en uno de los barrios donde más se nota, es en Kazimierz.