Los diarios de viaje pueden dar para mucho, prueba de ello fue que en el año 2004 se estrenaba la película argentina, Diarios de motocicleta, la cual proyectaba en la gran pantalla las notas que se tomaron durante el roadtrip que realizaron Ernesto Guevara y Alberto Granado a mediados del siglo pasado. La dirección corrió a cargo del brasileño Walter Salles y fue protagonizada por Gael García Bernal y Rodrigo de Serna, actores mexicano y argentino respectivamente. El periplo que llevó a estos jóvenes argentinos por América Latina durante varios meses, conociendo algunos de los rincones más exóticos y conocidos de la región, tuvo gran acogida, presentándose por primera vez en el Festival de Sundance y posteriormente en Cannes. En la gala de los Óscars de 2004 consiguió la estatuilla como mejor canción original por “Al otro lado del río” compuesta e interpretada por Jorge Drexler, además de también ser nominada por el mejor guion adaptado. El tema musical principal de la película tuvo cierta polémica, pues cuando se interpretó durante la gala de los Óscars, no lo hizo Drexler, ya que el cantautor uruguayo no era especialmente conocido, y quizás no contaba con el glamour que se le suele otorgar a la gala, así que le cedieron el honor a Antonio Banderas y Carlos Santana. La casualidad nos brindó que finalmente se llevara el Óscar y cuando Dexler fue a recoger el premio, en vez de realizar el clásico discurso de agradecimiento, cantó a capela durante 30 segundos el tema, al menos tuvo su momento para desquitarse de tal agravio, que sin desmerecer la interpretación de Banderas y Santana, realmente era innecesaria pudiendo hacerlo el autor. Aquí abajo podéis escuchar la canción, muy bien integrada con la pieza original del film, y que forma parte de los créditos, con un profundo mensaje.
La sinopsis nos presenta en 1952 cuando “Che” Guevara, estudiante de medicina con 23 años, y su amigo Alberto Granado, bioquímico de 29 años emprenden un viaje por América del Sur en una destartalada moto. En un intento por salir de la zona de confort, emprenden esta aventura para descubrir la compleja topografía humana del continente hispanoamericano. Un periplo viajero que les llevará a evolucionar como personas, especialmente a Ernesto Guevara que le haría realmente percatarse de las penurias y duras condiciones de vida de la población de los países que recorrieron y germen de la que fue una de las figuras más representativas del siglo pasado .





Transportar a la gran pantalla una historia que se desenvolvió durante varios meses y por media decena de países en un espacio tan extenso como es el continente suramericano no fue nada fácil. Estamos hablando que el 4 de enero de 1952 partieron de San Francisco, Córdoba en Argentina y este primer viaje latinoamericano terminaba por parte de Guevara el 31 de julio de 1952 al regresar a Buenos Aires, previo paso por Miami, donde trabajó como empleado doméstico y lavando platos en un restaurante, aunque este episodio no está recogido en la película. Las localizaciones en Diarios de motocicleta como no podía esperar menos son muy diversas, pasando por Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela. El trabajo de localizaciones se demoró durante ocho meses, durante los cuales se recorrieron más de 14.000 kilómetros. Entre todos los lugares en que estuvieron, en la película se ven reflejados en Argentina, Buenos Aires, Miramar, Villa Gesell, San Martín de los Andes, Lago Frías, en Patagonia; en Chile Lautaro (aunque no aparece mencionado), Temuco (parte de Temuco es grabado en Lautaro), Los Ángeles (es grabado íntegramente en Lautaro), Valparaíso, además de emplazamientos tan espectaculares como el desierto de Atacama, Chuquicamata; en Perú, Cuzco, así como una de las maravillas del mundo Machu Picchu, además de la capital Lima; la colonia de leprosos de San Pablo; en Colombia: Leticia y en Venezuela por último la despedida en Caracas. El director de la película y su equipo se fueron inspirando en las fotografías que Guevara fue tomando durante el viaje, y de esa forma evocaron de forma fidedigna algunos de los momentos más significativos. Aunque el diseñador de la producción, Carlos Conti intentó contar la historia dentro del contexto temporal en que ocurrieron, se planteó de forma un tanto relajada, pues con la narración se intenta mostrar la atemporalidad de los temas que se tratan, y que aún hoy en día siguen suponiendo un problema social palpable y aún sin solución. Un montaje espectacular que se realizó en más de treinta escenarios y durante aproximadamente 3 meses de rodaje. Cuando terminé de ver esta película automáticamente se me vinieron a la mente las aventuras que dos blogs amigos realizaron hace unos años por esas tierras, en concreto de Salta Conmigo durante un año por Sudamérica, así como El Rincón de Sele en su viaje de mochilero por América, no dudéis en echarles un vistazo.
Nota Diarios de motocicleta: 7/10
Una película que seguramente encantará a todos los que amen Latinoamérica tanto por sus países como por la diversidad de sus gentes. Curiosamente cuando fue lanzada la película, simplemente la historia en cuestión me sedujo, pero por casualidades de la vida, en ese momento no la asocié con que se trataba de vivencias sobre el “Che” Guevara. Este incidente me hizo ver la película con una mayor amplitud de miras, sin realmente evaluar al personaje tan controvertido del que trata en parte este film. Con ello conseguí conectar mucho mejor con los personajes y su evolución, así como comprender sus motivaciones, especialmente con las del que fue años después en uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana. Dejando temas políticos a un lado, es una película fabulosa para disfrutar y comprobar cómo puede cambiar en nosotros un viaje, tanto en la percepción del mundo que nos rodea, como en las formas de desempeñar nuestra vida a partir de todos esos acontecimientos que nos ocurran durante la ruta. Con una duración de 126 minutos y un ritmo bastante sostenido, si después de terminar la película no sentimos al menos la tentación de dejar nuestras obligaciones y partir en busca de aventuras, es que nuestra zona de confort nos tiene demasiado atados, pero al menos habremos pasado 2 horas de viajes sin movernos del sillón y eso siempre se agradece.
8 Comentarios
Pues fíjate que no la hemos visto… antes de salir de viaje me planteé leerme el libro pero, al final, se echó el tiempo encima y decidimos hacer nuestro propio diario, aunque fuera en autobús, que la motocicleta como que no la manejo 😉
Pero habrá que verla para recordar y para que nos entren ganas de volver a hacer una locura
Pues ya sabes, a ponerte las pilas y a verla. Os veo comprando pronto vuelos de nuevo para Latinoamérica XD
Es una de las películas que tengo pendiente, pero no me sonaba que estuviese basada en una experiencia de Che Guevara, lo que hace que dé más curiosidad por saber qué tal está, aunque antes me gustaría leerme el libro. Pero tiene que ser espectacular viajar desde casa por tantísimos lugares de la geografía latinoamericana.
La verdad que es un viaje soñado, quizás no en moto y menos como la desvencijada de la película. Sin duda en ruta usando medios de transporte locales, totalmente apetecible 😀
Los actores, la banda sonora, los paisajes latinoamericanos, la trama… Una de mis películas favoritas. Un saludo 🙂
La verdad que es una película que raya a un nivel fabuloso en todos los registros. Un saludote 😀
Esta película no está para verlo con tintes políticos entre otras cosas porque el personaje en aquella época aún no estaba metido en ese mundo.
La película no me lo perdí porque entre otras cosas tuve motocicleta y de vez en cuando me daba un viaje aunque nunca sali de España.
Pelicula que recomiendo sobre todo a motoristas
Claro, hay que verla desde el prisma de una aventura que cambia sus vidas y de como un viaje puede hacer evolucionar la personalidad de alguien. Nunca he sido muy motero, pero la verdad que viendo esos paisajes, me apuntaría hasta en moto, aunque en una un poco más nueva jaja