En 1995 se estrenaba Braveheart, una película que desde aquel momento pasaría a la historia como una de las grandes obras maestras del celuloide. Este film histórico-dramático sin duda cuenta con numerosas licencias históricas que se ponen en duda que ocurrieran, al igual que algunos fallos en la ejecución de algunos de sus planos, pero la epicidad que envuelve a esta película nos hace olvidarnos completamente de cualquier defecto que pueda achacarse. Y es que su historia basada en la vida de William Wallace, reconocido héroe nacional escocés que participó activamente en la Primera Guerra de Independencia de Escocia, no dejó indiferente a nadie y dejó momentos de gran heroicidad que hoy en día se siguen recordando y poniendo los pelos de punta con frases que pasaron a la posteridad del cine. Producida y dirigida por Mel Gibson, fue nominada a nada menos que 10 Oscars, llevándose finalmente 5, pero entre los que se encontraron los más destacados como Mejor Película y Mejor Dirección. Ciertamente los Oscars de 1995 fueron de una calidad supina, coincidiendo este film estadounidense con otra película que recomendamos hace unos meses en esta misma sección de Cine para viajar: Leaving Las Vegas.

Una dirección y producción fantástica de Mel Gibson, en la que además se ve bastante suelto dando vida en la gran pantalla a William Wallace, un guión bastante notable de Randall Wallace, acompañado de un reparto bastante bien elegido de personajes, como el de su amada Murron McGlannough que es interpretada por Catherine McCormack y algunos compañeros de su clan como Hamish Campbell (Brendan Gleeson también visto en “Escondidos en Brujas”) o el irlandés Stephen el Loco (David O’ Hara). Mientras que los papeles más importantes de la nobleza son interpretados por Angus MacFadyen como Robert Bruce heredero del trono de Escocia, Sophie Marceau representando a la princesa de Gales o Patrick McGoohan interpretando al Rey Eduardo I. La película fue rodada principalmente en Escocia, aunque también se usaron algunas localizaciones en los bosques de Irlanda, de todos ellos os hablaremos  en las próximas líneas.  La banda sonora es la guinda a una película que roza la perfección y que fue compuesta por James Horner, compositor estadounidense y oscarizado gracias a la película Titanic. Con temas líricos de importante influencia de la música escocesa y celta, todos ellos realizados de manera instrumental, muchos de los temas incluyen partes habladas del guión para darle aún más poder auditivo a las composiciones. Melancolía y romanticismo es lo que inspira el ambiente melódico de Braveheart en el que podemos escuchar gaitas, flautas, tambores, un coro de niños y demás instrumentos de percusión,  en este apartado para mi gusto sí se lleva el sobresaliente.

La sinopsis nos enmarca en el siglo XIV, época en la que los escoceses viven oprimidos por las leyes impuestas por los ingleses. En medio de un pueblo acostumbrado a bajar la cabeza y no enfrentarse a un imperio que a todas luces era superior, aparece William Wallace, un joven escocés que tras regresar a su pueblo y cansado de vivir de pequeño ese acoso continuo, decide finalmente oponer resistencia a raíz de un doloroso incidente en pos de la ansiada libertad de su pueblo.

William Wallace con Murron en Braveheart
William Wallace con Murron en Braveheart
Ciudad de Edimburgo en Braveheart
Ciudad de Edimburgo en Braveheart
Clan escoceses con William Wallace Braveheart
Clan escoceses con William Wallace Braveheart
Camaradas de William Wallace en Braveheart
Camaradas de William Wallace en Braveheart
Paisajes escoceses Braveheart
Paisajes escoceses Braveheart

La leyenda de William Wallace está muy presente en toda Escocia, algo que además fue propulsado aún más por la película Braveheart. Es por ello que hoy en día muchos curiosos visitan Escocia, no solo para regalarse la vista con esos paisajes idílicos de la antigua Caledonia, como se la conocía por la época, sino para hacer la ruta de Braveheart por las localizaciones que muestra la película. En su mayoría la película fue rodada en un radio de unos 100 kilómetros en el paraje conocido como Glen Nevis, próximo a los pies del río Nevis, Glen Coe de verdes montañas y el lago Leven, para su visita lo más recomendable es ir primero a la oficina de turismo del pueblo de Fort William. Todos ellos además se presentan en la película de forma magistral gracias a la fotografía de John Toll, todo un maestro en este campo, y que además aprovechó para dar el salto a la isla esmeralda, para recrear algunas escenas con esos climas húmedos que podemos ver en los bosques irlandeses. Otras de las localizaciones más importantes, que tampoco fueron rodadas en Escocia, es el castillo del Rey Jorge que se encuentra en la localidad de Limerick próxima al río Shanon y el famoso castillo de Edimburgo que en esta ocasión fue recreado en el Dunsoghly Castle de County Dublín. Pero si queremos realmente seguir los pasos de la película e intentando no realizar ninguna cita que pueda desvelar alguno de los momentos de gran trascendencia a los que aún no hayan visto aún la película, aquí os dejo una selección de lugares en orden cronológico según la producción de Mel Gibson:

  • Elderslie en el suroeste de Glasgow, lugar de nacimiento de Wallace. Aunque recientemente algunos estudiosos han declarado que realmente nació en Ellerslie, próximo a Kilmarnock, en Ayrshire.
  • Cambuskenneth Abbey, próximo a Stirlling donde se crió.
  • Lanark uno de las localizaciones de más importancia durante la película y uno de los destinos más románticos con la iglesia de St Kentigern como referente. Donde además podemos visitar la Iglesia de San Nicolás en la que se encuentra una estatua de Wallace en su fachada.
  • Una visita totalmente imprescindible sería Edimburgo, en su castillo podemos ver en la entrada principal dos estatuas: una de Robert Bruce, el rey escocés que tendrá una importancia capital en la historia que narra Braveheart, y una segunda, como no podía ser de otra manera, de Wallace.
  • Las Highlands es posiblemente uno de los parajes más cautivadores, me atrevería a decir, de cualquier parte del mundo y lugar histórico y de referencia de multitud de novelas, especialmente románticas. Aquí en 1297 se producía la batalla del puente de Stirling y hoy en día podemos visitar el National Wallace Monument como el mayor homenaje al emblemático escocés.
  • Los Borderes escoceses son también una bonita visita con lugares tan idílicos como las colinas de Eildon o el bosque de Ettrick, donde nuevamente podemos encontrar una estatua de seis metros de altura conocida como Dryburgh Wallace Monument próxima al río Tweed.
  • La visita la podríamos completar visitando los campos de Bannockburn, ubicación en la que un círculo de piedra en el que encontramos la bandera escocesa con la cruz de San Andrés lo convierten en un punto de gran importancia para los escoceses, donde además encontramos una estatua ecuestre de Robert Bruce de gran contundencia

Nota Braveheart: 9/10

Esos son algunas de las localizaciones que podemos ver en la película de Braveheart y que en una visita bastante cómoda nos hará ponernos en la piel del valeroso William Wallace y de su clan que luchó por la libertad de Escocia buscando simplemente vivir en su tierra, aunque como decíamos al inicio, con algunas licencias tomadas en el guión, pero como bien dice en una de las aportaciones el narrador durante la película “Los historiadores ingleses dirán que soy un mentiroso, pero la historia la escriben aquellos que cuelgan a los héroes”, por lo que nunca sabremos realmente cuál de las versiones se acerca más a la realidad, ya que el guión de la película estuvo inspirado en el poema del Ciego Harry, un poeta escocés del siglo XV y otro dato también curioso es que lo que podríamos definir como “EL DISCURSO”, en mayúsculas, de Braveheart está basada en el Enrique V de Shakespeare, aunque usando palabras más actuales. Sin lugar a dudas, una película imprescindible que toda persona tiene que ver, y que incluso en Escocia tiene cierta división, entre los que la adoran y los que piensan que es una filme indecente sin cuidado por el rigor histórico, pero lo que está claro es que son 177 minutos en los que si nos dejamos llevar por la historia, sin analizar cada uno de los momentos que se recrean, la heroicidad y los momentos de romanticismo y lucha por conseguir la justicia de un pueblo, nos harán sumergirnos en una de las batallas más épicas que hemos podido ver hasta la fecha en el cine.

Autor

José Carlos DS: Economista y blogger de viajes en La Próxima Parada desde 2009. Ratón de ciudad, pero que le gusta la naturaleza por igual. Sus otras pasiones son el cine, los deportes y los videojuegos.

8 Comentarios

  1. ¡Qué decir de Braveheart! Casi todo el mundo habrá visto o ,por lo menos, oído hablar de ella. Decir que es una película mítica es quedarse corto, pero no tengo ninguna otra palabra mejor para describirla. Me encantaría visitar los lugares que podemos contemplar en el film, a ver cuando surge la ocasión 😉

    • Seguro que no tardamos en ir por allí, un destino con esa belleza merece ser visitado y seguro que nos viene bien para revivir esta historia y tantas otras de la literatura basada en esos parajes 😀

  2. Mel Gibson no es nuestro actor favorito pero hemos de reconocer que Braveheart nos chifla! De hecho, visitar algunos de los escenarios de la película fue uno de los motivos para nuestro roadtrip por Escocia del año pasado… Y no nos defraudó en absoluto! Ya tenemos ganas de volver! 😉

    Un abrazo!

    • Es que las localizaciones de Escocia tienen muchos minutos en pantalla y sin duda Braveheart es una de las grabaciones más significativas, normal que haya incluso rutas para seguir la historia de la película.

      ¡Un saludote!

  3. Pues debo ser de las pocas personas que no ha visto esta película… Lo he intentado varias veces, pero me parece sumamente larga y nunca me ha terminado de enganchar… 🙁 Habrá que darle una oportunidad!

    • Pues a darle una oportunidad, que solo con los paisajes ya merece la pena, aunque hay que cogerla con tiempo, que con la duración que tiene necesita su tiempo 😀

  4. Gran película y gran historia aunque se hayan podido tomar licencias en lo que respecta a la historia real, pero ninguna película de estas características es 100% exacto en rigor histórico.

    Y sobre los parajes, he de decir que viví 5 años en el Reino Unido, concretamente en Inglaterra, pero ibamos a Escocia en bastantes ocasiones. Una tierra muy hermosa, los escoceses son mas animados que los ingleses, el sonido de las gaitas, la curiosidad de ver a los hombres con el Kilt (nota aclaratoria: los escoceses no lo denominan como falda, y de hecho no les gusta que lo llamen falda) y por no mencionar la ruta del whisky pasando por las mejores destilerías. Y además se da el caso de que mis dos hermanas mayores hicieron la carrera universitaria en Escocia (Glasgow y Saint Andrews).

    Es una pena que en muchas ocasiones la gente no sea capaz de apreciar los lugares que se exponen en las películas, pero en el caso de Braveheart creo que animó a gente a ir a Escocia.

    Saludos y muy buen blog, lo sigo a menudo aunque no comente siempre

    • Pues nada, ya se que cuando vaya por allí le diré a los escoceses que me gustan mucho sus faldas 😛

      Me apunto eso de la ruta por las mejores destilerías, sin duda muy interesante jeje

      ¡Saludotes!

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