Una vez finalizamos la visita institucional al Parlamento Alemán, tocaba rematar la última jornada y como habéis podido comprobar si habéis seguido las anteriores entradas, aún nos quedan un par de lugares de obligada visita en un primer viaje a Berlín. Uno de ellos era el Tiergarten, pulmón verde de la ciudad y principal parque. Si bien habíamos estado allí ya durante la celebración de fin de año, al ser por la noche y estar atestado de gente no era lo mismo, por lo que preferimos dejarlo para visitarlo con más calma en el último día y conocerlo mejor. Siempre he dicho que una ciudad no me parece completa si no cuenta con un gran parque en el que poder desconectar y escapar de la gran urbe. En este caso el Tiergarten con sus 210 hectáreas de superficie es un auténtico bosque en pleno centro de la ciudad, aunque en dimensiones es superado por el Grunewald, pero su localización lo hace totalmente irresistible al estar enmarcado entre símbolos tan reconocibles como la Puerta de Brandeburgo, el edificio del Reichstag o la Potsdamer Platz entre otros. Por ello desde cualquiera de estos puntos cuenta con fácil acceso y nos podemos animar a visitarlo.

Tiergarten de Berlín

Realizar un paseo entre su frondosa vegetación ya sea en bicicleta como andando es muy recomendable. Lagos, jardines y numerosos monumentos engalanan esta masa forestal que además cuenta con un zoológico que podemos visitar por 13 euros (año 2014). Un parque con mucha historia pues durante 1984 fue sede de las reuniones frente al ejército de Prusia y durante la etapa del Muro de Berlín fue atravesado por su principal vía que lo cruza de oeste a este (Calle 17 de junio).

Tiergarten Berlin
Tiergarten Berlin
Columna de la Victoria en Tiergarten Berlin
Columna de la Victoria en Tiergarten Berlin

Entre los monumentos más significativos que podemos encontrar, cabe destacar el Monumento Nacional a Bismarck con una prominente estatua en honor al primer ministro del reino de Prusia y canciller del Imperio Alemán, así como la Columna de la Victoria o Siegessäul en alemán. Esta columna, con cuatro relieves de bronce muestra las tres guerras y la marcha victoriosa de las tropas en Berlín para conmemorar la victoria de Prusia en alianza con el Imperio austriaco contra Dinamarca y que fue inaugurada en 1874. Hoy en día se ha convertido en un interés turístico ya que es posible acceder a un mirador en lo alto de sus 69 metros de altura desde donde divisar la ciudad y Tiergarten desde el corazón del parque.

Lago Tiergarten Berlin
Lago Tiergarten Berlin
Patos Lago Tiergarten Berlin
Patos Lago Tiergarten Berlin

Así casi sin darnos cuenta nos encajamos en la estación de cercanías de Tiergarten (Berlin) desde donde tomamos la línea S5 para llegar hasta la estación de Ostbahnhof en unos 15 minutos.

Muro de Berlín – East Side Gallery

El motivo era bastante simple, conocer el tramo del Muro de Berlín  de mayor tamaño que se conserva hoy en día. Sí queréis, antes de entrar un poco en antecedentes históricos y mostraros lo que se puede visitar en la actualidad podéis ver el siguiente vídeo:

El Muro de Berlín se le denominó en su momento de muchas maneras, Muro de Protección Antifascista por la socialista República Democrática Alemana o Muro de la Vergüenza por la opinión pública occidental fueron algunas de ellas, pero básicamente fue una frontera entre la zona de la ciudad berlinesa bajo control de la República Federal Alemana frente a la zona bajo control de la República Democrática Alemana desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989. Seguramente la mayoría de los que estáis leyendo esta entrada habéis vivido parte de vuestras vidas con ese muro vigente (sino es así me alegra que a tan temprana edad tengas interés en estos temas históricos). Con una dimensión de 45 kilómetros, dividía Berlín en dos, y otros 115 kilómetros que separaban la parte occidental del territorio de la RDA.

Símbolo de la Guerra Fría y de la separación de Alemania en aquella época, desde el bando oriental mantenían que era necesario para frenar los elementos e ideales fascistas que buscaban crear un estado socialista en Alemania del Este. Aunque históricamente se ha demostrado que en la práctica sirvió para frenar la emigración masiva que marcó esa zona de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.

Mural CheckPoint East Side Gallery
Mural CheckPoint East Side Gallery
Viajando a través del Muro de Berlín
Viajando a través del Muro de Berlín

En estos momentos se puede aún comprobar la fractura que supuso durante 28 años en la ciudad y para los ciudadanos que vivían en ese país dividido por ambos bandos enfrentados, prueba de ello son las filas de adoquines que aún se conservan por sus calles, muy apreciables en zonas como Potsdamer Platz, así como restos del muro que sirven como recuerdo en numerosas localizaciones o recreaciones de los puntos de control como el que se puede visitar en CheckPoint Charlie. Pero sin duda alguna en la East Side Gallery y a lo largo de 1,3 kilómetros de longitud calle Mühlenstraße del distrito Friedrichshain-Kreuzberg en la rivera del río Spree, podemos encontrar el tramo más largo que hoy en día se conserva y la considerada galería de arte al aire libre más grande del mundo.

Con un total de 103 murales de numerosos artistas de todo el mundo, se intenta rendir homenaje a la libertad y evocar a un mundo mejor. Este año se conmemoran 25 años de la caía del Muro de Berlín y se están volviendo a restaurar algunos de ellos que están claramente perjudicados con el paso del tiempo e incluso por vandalismo, pero la verdad que aún así muchos de ellos se encuentran en un estado un tanto deplorable y, aunque esta iniciativa nació de dos asociaciones artísticas alemanas, se nota que con el paso de los años no se ha valorado su valor histórico, artístico y de conciencia social, por lo que poco a poco está perdiendo su vistosidad e incluso su futuro se está viendo señalado con numerosas construcciones que amenazan la galería a su alrededor.

Según paseamos podemos ver esa doble hilera de paredes de hormigón de unos 3,5 a 4 metros de altitud, en mitad de esas 2 paredes se creó un espacio vacío denominado «Franja de la Muerte» por el que pasaban continuamente vigilancia para que la gente no pudiera saltar de una a otra de ninguna manera y además eran aseguradas con alambres de pinchos para disuadir aún más a los incautos que quisieran pasar de una parte a otra. Las estimaciones indican que durante el tiempo en vigencia del muro, más de 5.000 personas intentaron cruzarlo, de ellas más de 3.000 fueron detenidas y alrededor de 100 murieron en el intento.

02 World de Berlín
02 Arena de Berlín

Entre los murales más llamativos destacan algunos como el famoso beso de líder ruso Leonid Brezhnev a Erich Honecker, líder de la República Democrática Alemana; algunas con el clásico Trabant, el coche icónito de la Alemania oriental atravesando el muro; otros en clave de humor con singulares recreaciones de los puntos de control que existieron durante esos años o Algunas cabezas del artista Thierry Noir con vivos colores. Ciertamente dejando su defenestrado estado en algunas de ellas, es una visita muy interesante y que, viendo cómo se encuentra su entorno, creo que igual de aquí a unos años no podremos pasearnos por allí para rememorar este histórico acontecimiento y solo nos quedarán imágenes o dejar volar la imaginación, pues no le auguro una larga vida a esta galería. Otra cosa que me llamó la atención es que allí se encuentra el O2 World y viendo la pintada que se encontraba próxima a él, así como en otras localizaciones de la ciudad con similares connotaciones, parece que es un estadio que para muchos berlineses no ha caído en gracia, si alguien sabe el motivo me ha picado la curiosidad el conocer los motivos.

East Side Gallery Muro Berlin
East Side Gallery Muro Berlin
Japón en East Side Gallery Muro Berlin
Japón en East Side Gallery Muro Berlin
Trabant en East Side Gallery Muro Berlin
Trabant en East Side Gallery Muro Berlin
Las dos caras del Muro de Berlín
Las dos caras del Muro de Berlín

Para los que quieran sacarle un poco más de juego a la zona, en la parte este próxima al  puente de Oberbaum es un lugar realmente bello, paso fronterizo en la época que el muro estuvo vigente. Es de estilo neogótico y parece sacado de la Edad Media con cierto parecido al Tower Bridge de Londres. Si tenemos tiempo de pasear por la orilla del río al atardecer, seguro que lo recordamos. Descendiendo hacia el sureste también descubriremos Molecule Man próximo al  Puente de Elsenbrücke, en Friedrichshain. Con sus 30 metros de altura esta escultura, que simula la silueta de 3 hombres parece flotar sobre las aguas y fue creada por el artista americano Jonathan Borofsky. Para los amantes de la fotografía, una zona de lo más interesante y quizás poco frecuentada al estar algo más alejada de los habituales puntos turísticos.

Nuestra visita al Muro de Berlín había llegado a su fin y desde la estación de metro de Warschauer Straße volvimos a coger el transporte público para llegar a la estación de Berlin Gesundbrunnen.

En esta ocasión íbamos a realizar una visita guiada al subsuelo de Berlín, pero antes paramos en el centro comercial próximo a comer que ya iba siendo hora. Esta vez no lo pudimos evitar y la comida mediterránea manda, por lo que acabamos en un italiano comiendo algo de pasta y una pizza. Aunque tenemos que reconocer que en este país nos gustó bastante la comida, somos animales de costumbres y picamos en este restaurante italiano que tengo que reconocer que comimos de maravilla y a buen precio, además de que en las servilletas nos invitaron a aprender un poco de italiano y alemán. El restaurante se encontraba en el Gesundbrunnen-Center Berlin nada más acceder por su entrada sur a mano derecha, muy recomendable.

Comiendo Pasta en Estacion Berlin Gesundbrunnen
Comiendo Pasta en Estacion Berlin Gesundbrunnen

Visita Guiada – Berliner Unterwelten

Una vez terminamos de comer, nos fuimos hacia Berliner Unterwelten, una asociación que realiza visitas guiadas por el mundo subterráneo de Berlín. Desde el declive alemán de la II Guerra Mundial y con motivo de proteger a la población de un posible bombardeo se comenzaron a crear búnkeres en Berlín, los cuales durante la Guerra Fría tuvieron una especial importancia durante el conflicto. Existen tours de todo tipo, algunos nos llevarán a refugios antiaéreos, estaciones fantasmas o recreaciones de cómo era el día a día en estos refugios entre otras. Ciertamente es una apuesta muy interesante por conocer algo más de la historia de la ciudad y los precios suelen rondar los 10 euros con una duración de unos 90 minutos en varios idiomas (incluyendo español). Hay que llegar allí con al menos 1 hora de adelanto y reservar la visita fijándose bien en los diferentes horarios e idiomas. La oficina se encuentra en el lateral del acceso sur de la estación de metro Gesundbrunnen (U8) (frente al centro comercial Kaufland) Brunnenstraße 105. Es muy sencillo realizar todo el trámite y cuentan con pantallas en las que podemos ver qué excursiones tienen aún plazas libres acompañadas con la bandera del idioma en que se realiza.

Taquillas Berlin Berliner Unterwelten
Taquillas Berlin Berliner Unterwelten
Visita Guiada Bunker Berlin Berliner Unterwelten
Visita Guiada Bunker Berlin Berliner Unterwelten

Nosotros apostamos por realizar el denominado «Metro, Bunker y Guerra Fría» que nos introduciría en  el pasado de la Guerra Fría con la guerra atómica y la defensa civil como máximos temas a tratar. La verdad que la narración de la señora que nos acompañó durante la misma fue de lo más interesante, sus diferencias con la política de Estados Unidos eran evidentes por lo que nos pegamos unas buenas risas especialmente con las citas a las típicas escenas del cine americano en cuanto a películas de catástrofes nucleares. En todo momento nos trasmitía la tensión que se vivía en aquellos momentos y la psicosis por acabar unos búnkeres que sirvieran para protegerse en caso de que el gigante ruso hubiera atacado casi sin previo aviso. Que además analizando las construcciones se ha comprobado que eran de tan baja calidad que si finalmente se hubiera cometido un acto de esa envergadura no hubieran servido para gran cosa. Desde luego que es una visita de lo más interesante y que merece la pena hacer cualquiera de las excursiones disponibles, la única pega es que en todo momento estamos controlados y no dejan realizar fotografías, ni vídeos, por lo que es una pena que no se pueda uno llevar un recuerdo, aunque ya sabéis, ahí tenéis libros o alguna grabación en la tienda para poder comprar 🙂

Para terminar la visita, nuestra penúltima parada fue ir de compras por Berlín para traerse algunos detalles de la escapada. La parada más destacada fue en la tienda de Ampelmann, el conocido hombrecillo verde y rojo que aparecía en los pasos de peatones de la extinta República Democrática Alemana con su clásico sombrero y que hoy es un auténtico icono del país colocado en todos sus semáforos con diferentes versiones. Tanta es su fama que existe una cadena de tiendas que se encarga de vender souvenirs de Ampelmann en Berlín podemos encontrar unas cuentas, nosotros visitamos la de Gendarmenmarkt que abre hasta las 8 de la tarde, la verdad que hay cosas bastante curiosas y divertidas pero la fama de este personaje que ha cumplido ya más de 50 años implica unos precios un tanto prohibitivos, por lo que nuestra política esta vez fue «se mira pero no se toca» y acabamos comprando los clásicos llaveros e imanes en tiendas de barrio sin tantas pretensiones.

Ampelmann Shop Berlin
Ampelmann Shop Berlin
Puerta de Brandemburgo Berlin
Puerta de Brandemburgo Berlin

Terminada nuestra escueta fiebre consumist,a que seguramente no nos hizo gastar ni 10 euros cada uno (hay que apretarse el cinturón), nuestra última parada del viaje no podía ser otra más que la Puerta de Brandeburgo, la imagen por excelencia que además veríamos por primera vez despejada, pues en los días anteriores siempre estuvo repleta de luces y andamiaje debido al festival de año nuevo. Este lugar nos daría la despedida de una primera incursión por Alemania que nos ha hecho desear enormemente seguir recorriendo todos sus rincones, aunque seguramente en próximas visitas optaremos por conocer el sur del país: Munich y su Selva Negra nos llaman poderosamente la atención.

Con esta entrada terminamos con los relatos del diario de viaje a Berlín, aunque como siempre aún quedarán unas entradas extra con conclusiones, consejos prácticos del viaje, el gasto total del mismo y, como no podía ser menos, un vídeo resumen de la experiencia.

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Autor

José Carlos DS: Economista y blogger de viajes en La Próxima Parada desde 2009. Ratón de ciudad, pero que le gusta la naturaleza por igual. Sus otras pasiones son el cine, los deportes y los videojuegos.

19 Comentarios

  1. No nos podíamos ir de Berlín sin haber paseado junto al Muro, sin duda uno de los monumentos más visitados de la capital berlinesa. Es cierto que el estado de sus murales deja mucho que desear, aunque yo confío en que acaben paliando este deterioro, me niego a pensar que le queden pocos años de vida.

    Otra visita que me pareció fabulosa fue la visita guiada a los búnkeres. Me encantó la experiencia y todo lo que te cuentan resulta súper interesante. No es la típica visita cultural sin más, verdaderamente llama la atención.

    La verdad es que nos despedimos de la ciudad con honores 😀

    • Un lugar que merece la pena visitar y que espero que lo mantengan y le den la imagen que se merece si quieren que dure muchos años más 🙂

    • Pues sin duda no los dejéis escapar, porque es una experiencia estupenda y se aprende mucho en ellos, además que sorprende ver la de localizaciones ocultas que tienen algunas estaciones de metro, pasar por una puerta y pensar que es de mantenimiento, pero que contrariamente contenga el acceso a uno de los búnkeres ocultos, impresionante 😀

  2. Pues creo que os guardásteis lo mejor para el final.
    El parque se ve precioso con los colores del invierno, el paseo por el muro sin palabras (3000 detenidos!) Y las visitas por el subsuelo muy interesantes y no había oído a cerca de ellas.
    Un viaje que me han entrado muchas ganas de hacer. Gracias chicos!

    • La verdad que se nota que en aquellas época el miedo de saltar el muro era atroz, porque hoy en día no hay más que ver lo que pasa en Melilla y compararlo con 28 años del muro para ver que seguramente hoy serían muchos más los detenidos, debió ser terrible tantas familias separadas e incluso ese temor por la lucha entre bandos. Los tours sin duda merecen la pena, no los dejéis escapar si vais.

      ¡Saludotes!

  3. Me ha gustado ver más fotos del muro de Berlín, había visto muy pocas y siempre las mismas, pero me ha gustado más descubrir lo de la visita al subsuelo, porque no tenía ni idea de que existía 😀 Qué bien ir conociendo cosas. Por cierto, si vas por la zona de la Selva Negra y Munich pásate por mi blog que encontrarás muchos post 😛
    Un abrazo!

    • La verdad que del muro normalmente se suele picar en las mismas fotos porque son digamos las insignias, pero he intentado poner algunas especiales o diferentes, como la que aparecemos nosotros 2 en plan viajera. Las visitas al subsuelo apúntatelas que merecen mucho la pena. En cuanto a tus post, tomo buena nota, espero poder ir por allí pronto 😀

      ¡Un abrazo!

  4. Justo hicisteis las dos cosas que nos quedamos con ganas de hacer. No tuvimos tiempo de ir al Tiergarten ni de hacer esas visitas guiadas! Sobre todo me quedé con ganas de las visitas guiadas subterráneas porque me han hablado genial de ellas!
    Un abrazo
    P.D.: Me encanta el gorro de Carmen!! jejejeje Iris tiene uno muy parecido! jejejeje

    • Pues ambas cosas son muy recomendables para hacer, el parque está genial y se da uno un paseo de lo más agradable. Mientras que las visitas guiadas al subsuelo de Berlín son ideales para los que queremos conocer un poco más el pasado de la ciudad.

      El gorro de Carmen le vino de maravilla, porque aquí en Málaga es imposible lucirlo, nunca hace tiempo para ello jaja

      ¡Un abrazo!

  5. Viviendo en Hamburgo, he ido a Berlín unas 4 veces y nunca he llegado a ver el Tiergarten ni a hacer un tour de estos subterráneos! Estoy planeando ir el mes que viene de nuevo y contando con que tendré dos días, plantearé a mis amigas hacerlo a ver si merece la pena!! Un saludo y nos leemos, te esperamos por nuestro blog!

    • Pues aprovechad porque el Tiergarten en verano seguro que está más florido que en invierno y con las temperaturas más agradables debe ser una gozada. Las visitas al subterráneo no lo dudéis, os encantarán.

      ¡Un saludo y estamos en contacto! 🙂

  6. Muy buenas! Desapareció el comentario! jajaja. Bueno, decía que nosotros pillamos el Tiergarten de otoño y con sol; daban ganas de quedarse allí todos los días, al menos un ratillo.
    Como a vosotros, también nos toco ver la East Side llena de pintadas. Fue un poco frustrante, la verdad, aunque está claro que es uno de los lugares que hay que recorrer en Berlín. En cuanto a lo que comentas sobre la restauración de algunas, no se, tengo muchas dudas; te lo he respondido en tu comentario, a ver que opinas.
    Algo que recomendamos es la visita subterránea. Lo dijimos en nuestro post de las estaciones fantasma, y también ahora. Es un mundo diferente, otro muro, y merece la pena ver esta parte.
    Cuando más leo, más ganas ganas me dan de volver. Le teníamos muchas ganas a Berlin, y no defrauda.
    Saludos!

    • Nosotros teníamos ganas de conocer de siempre Berlín y yo en especial de pisar suelo alemán, volvimos encantados y sin duda ahora lo que más me motiva es seguir conociendo el país, aunque sin duda repetiría sin pensarlo en esta ciudad, aunque creo que en Primavera a ver como están sus jardines 🙂

      ¡Saludotes!

    • La verdad que para las fechas que fuimos hacía frío, pero esperábamos mucho más, la capital alemana tiene para varios días, la próxima vez que volvamos por allí seguro que tenemos mucho aún por ver 🙂

      ¡Saludotes!

  7. Pingback: 4 días en Berlín (I) | Travelling Dijuca

  8. Mi amiga y yo nos iremos a Berlin del 2 al 6 de enero del 2018 y queriamos saber si aun se encuentra alli el iluminado navideño y los mercados navideños y que actividades o ciudades nos recomienda realizar especialmente en esta epoca del año.

    Muchísimas gracias.

    • Buenas,

      En la mayoría de ciudades europeas a partir del 25 de diciembre muchos de los mercadillos más concurridos se comienzan a desmontar. La mayoría aguantan hasta la noche del 31, pero a partir de ahí pocos siguen con actividad después de esos días. En Berlín el día 1 apenas quedaba el mercadillo alrededor de la iglesia evangélica luterana Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche.

      En esta época del año Londres y Berlín son dos ciudades que lucen genial, aunque como cito sus mercadillos no suelen llegar mucho más del 31 de diciembre. También nos ha gustado mucho la reciente visita a Budapest en fin de año pasado.

      Un saludote.

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