En la comarca de La Janda gaditana, en lo alto de una montaña a 8 kilómetros de la costa Atlántica se encuentra Vejer de la Frontera, municipio de la provincia de Cádiz enclavado a orillas del río Barbate.
Su historia viene de muy atrás, pues los primeros restos de la población datan de principios del Paleolítico. Hoy en día es un bonito pueblo de la ruta de los pueblos blancos que ha sabido reinventarse y pasar de ser una localidad que se basaba principalmente en el sector agrícola, para comenzar a promocionar sus valores turísticos. Su población no llega a 13.000 habitantes, lo que la convierte en una preciosa y tranquila villa encalada que no debemos dejar de visitar si nos proponemos realizar una ruta por Cádiz, encontrándose a apenas 58 kilómetros de la capital de la provincia.
Para llegar a Vejer de la Frontera si lo hacemos en coche, lo haremos por la N-340 que conecta con la Ca-2142 desde aquí tomaremos la Carretera de Vereda de Cantarranas que nos hará ascender por una vía estrecha hasta llega a la cima donde se encuentra el pueblo. Existen varias zonas para aparcar, especialmente en la cara sur del municipio, pero debemos tener cuidado porque en determinados puntos el parking está habilitado exclusivamente para los residentes, hay información al respecto, pero no está demás tenerlo en cuenta antes de estacionar nuestro vehículo. En caso de hacerlo en autobús, existen varias rutas diarias desde Jerez, Sevilla, Cádiz, Algeciras o Málaga hasta Vejer de la Frontera, no es la opción más cómoda, pero si no disponemos de coche propio o no queremos alquilar uno, será lo más aconsejable.

Que ver en Vejer de la Frontera
El municipio cuenta con uno de los Conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de toda la provincia. Desde la Plaza de España que data del siglo XVI donde hoy en día se encuentra el Ayuntamiento, tendremos acceso al recinto amurallado donde se encuentra el casco viejo. Recorriendo sus estrechas y encaladas calles nos daremos cuenta del carácter eminentemente defensivo que tuvo la villa en sus orígenes. Con un trazado irregular y en varios niveles, caminaremos flanqueado sus cuatro puertas destacadas que dan paso al interior, el Arco de La Segur, el Arco de Sancho IV, el Arco de la Villa y el Arco de la Puerta Cerrada. Al encontrarse a unos 200 metros de altitud sobre el nivel del mar, encontraremos varios puntos panorámicos que nos brindarán unas fabulosas vistas, a destacar el mirador de la calle Trafalgar próximo al anteriormente citado Arco de Puerta Cerrada, y también la zona del Arco de la Villa.


En el recinto amurallado encontraremos también 3 torres perfectamente conservadas hoy en día como son la Torre del Mayorazgo, la Torre de San Juán y la Torre de la Corredera. Si seguimos inspeccionando el terreno encontramos la Iglesia parroquial del Divino Salvador, que se mueve entre el estilo gótico-mudejar del siglo XIV de su cabecera, y el gótico tardío un siglo posterior en la ampliación que se le realizó. En toda fortaleza que se precie siempre tiene que haber un castillo, aquí lo encontramos tras pasar una puerta de arco de herradura que data del siglo X y XI, por lo que su construcción se realizó durante el dominio musulmán. Fue declarado Monumento Nacional en 1931.



La gastronomía de Vejer se ha desarrollado durante décadas y hoy en día encontramos un gran número de restaurantes con unos platos de cocina tradicional con carnes de retinto, pescados y productos frescos de la huerta. Mientras que si vamos buscando saciar nuestras pulsaciones consumistas, en los últimos años ha proliferado una importante red de negocios enfocados en la artesanía, con cerámicas y productos de esparto de lo más originales.
Si continuamos nuestra visita turística, debemos dejarnos caer igualmente por el Convento de las Monjas Concepcionistas, un lugar emblemático porque es el único vestigio original del convento que fue fundando allí por Juan de Amaya en 1552. Destacando su portada de estilo renacentista y las criptas, su localización es sencilla pues se encuentra junto a la calle más pintoresca y conocida de todo el municipio, la del Arco de las Monjas. Si queremos conocer una clásica casa palaciega de finales del siglo XVII no debemos perdernos el Palacio del Marqués de Tamarón afincada en los extramuros de la muralla y donde se encuentra hoy en día la Oficina Municipal de Turismo y la Casa de la Cultura.


Sin lugar a dudas nos sorprenderá la estupenda exposición de pintura que encontraremos en el interior de la Casa de la Cultura, además allí se encuentra el Centro de Interpretación de Patrimonio, así como el Archivo Municipal y una Biblioteca Pública. Igual que podemos encontrar en el municipio malagueño de Mijas, en Vejer se pueden realizar rutas a lomos de burros andaluces. El encargado de realizar esta actividad es Juanino y todo se lleva acabo por medio de la Asociación Cultural al Uso del Burro, un intento por enseñar a los visitantes la importancia que tuvo el burro hace unas décadas y aprovecharlo para realizar una actividad que seguramente será atractiva tanto para pequeños como a mayores. Para rematar con la zona, la Casa del Mayorazgo se presenta como una casa solariega de estilo barroco que data del siglo XVIII. Es de propiedad privada y se puede realizar durante el día una visita gratuita por las 2 alas que componen esta propiedad y que conectan con Torre del Mayorazgo y un lienzo de la muralla.
Como podéis comprobar su casco viejo es de lo más interesante, se visita de forma cómoda y en poco tiempo, además de poder comer estupendamente entre la amplia oferta con que cuenta.


Dejamos el casco viejo y nos alejamos un poco hasta los célebres Molinos de Viento de Vejer de la Frontera. Un buen ejemplo de la actividad agrícola que hubo entre los siglos XIX y XX en la localidad, estos molinos movidos con energía hidráulica estaban monopolizados hasta principios del siglo XIX por el ducal de Medina Sidonia, lo que quería decir que nadie podía emplearlos sin la jurisprudencia del señor, de ese siglo en adelante la producción se liberó y aparecieron la mayoría de molinos que hoy podemos ver en el lugar. Todos ellos de estilo cartagenero, pues su estructura con torre ligeramente troncocónica y paredes gruesas eran los único que podían soportar los fuertes vientos de la zona, algo que los típicos molinos manchegos no hacían por estas tierras. Todos ellos empleaban tracción animal y hoy en día se conservan un buen número en un estado más que aceptable para su visita, incluyendo alguno de ellos en su interior museos de aperos y la posibilidad de inspeccionarlos en sus 2 plantas de forma totalmente gratuita, aunque podemos dejar una donación si así lo creemos oportuno.



Cabe señalar que se puede visitar el Molino Harinero de Santa Inés que fue restaurado recientemente, no cuenta con maquinaria original, pero si con un techado fiel a como fue en sus orígenes. Molino Harinero de San Francisco que está en perfecto estado de funcionamiento, al igual que el de San José. Concretamente en el Molino Harinero de Viento San Antonio se encuentra el Centro de Interpretación del Viento. Este conjunto es el más interesante de descubrir y a su alrededor se ha creado un área ajardinada de recreo lo que lo convierte en un enclave ideal para pasear y reconocer el terreno.

El entorno que rodea a Vejer cuenta con varios parques naturales de gran belleza como el parque natural de la Breña y las Marismas de Barbate que ocupan en gran parte el término municipal, repleto de pinos y acantilados con multitud de rutas de senderismo. Así como el parque natural de los Alcornocales, uno de los referentes del país con el clásico paisaje de alcornoques. Sin olvidarnos de la playa del Palmar, por muchos catalogada como una de las mejores playas de Andalucía. Sin duda hay múltiples motivos para visitar esta localidad, pero sin duda la naturaleza que lo envuelve es uno de sus máximos valores añadidos. Con esto solo me queda animaros a que conozcáis Vejer de la Frontera y también a que sigáis este ciclo de pueblos con encanto de la provincia de Cádiz, cada mes intentaré mostraros uno nuevo.
16 Comentarios
La verdad es que en todos los «pueblos con encanto» últimamente se han llenado de sitios de venta de artesanía y gastronomía típica. Es algo curioso que pasa donde quiera que vayas.
Vejer me ha parecido muy bonito y no tenía idea de lo de los molinos. Deben ser muy interesantes de visitar.
Me da que esta serie de entradas me va a gustar…
Un saludo 😉
Es un pueblo que se visita muy cómodamente y cuenta con lugares muy originales, como por ejemplo los molinos y toda la historia que tienen detrás, sin duda una villa con mucho encanto 😀
Saludotes!
Me encanta visitar este tipo de pueblecitos! Sin mucho bullicio, ideal para desconectar un poco y conocer distintas zonas y aprender algo de la historia de nuestra península. Un lugar que te cautiva por ser algo distinto a lo que vives en tu día a día.
Un municipio tranquilo y con esas clásicas calles empedradas y paredes encaladas, la verdad que cuando estuvimos por allí fue de los que más me gustaron 🙂
Y algo también muy importante. .. su gastronomía. .
Yo vivo cerca y suelo ir mucho…
El relato mu bueno. .
Desde luego, cuenta con una serie de restaurante de lo más notables, no me extraña que suelas ir a menudo jeje
Una preciosidad de lugar, tengo que probar lo de montar en burro que cuando bajé por el sur me quedé con las ganas, me ha hecho gracia el nombre de Juanino, no lo había oído nunca!!! Supongo que Carmen disfrutaría en las tiendecitas de artesanía, no? Un abrazo!!! 😉
Es un pueblo con un encanto especial y encima tiene el plus de las rutas en burro, que son toda una delicia. Carmen se portó bien, aunque como ves ahí aparece infraganti en una de las tiendas jaja
Un abrazo!
Hace un año y medio estuve en Cádiz pero no visitamos los pueblos blancos… por falta de tiempo. Veo que tiene un casco histórico Vejer muy mono! Pero lo que más me ha llamado la atención son los molinos. Si es que parecen sacados de Castilla-La Mancha.
Aunque su estructura sea diferente a los de La Mancha, sin duda es algo singular por la zona, el pueblo está genial y pasear por sus calles una delicia. Ya tenéis excusa para venir por aquí 😀
No había oído hablar de este pueblo, pero me parece que está lleno de encanto, así que apuntado queda para cuando nos vayamos por el Sur.
Pues para eso he comenzado con esta sección, para ir descubriéndoos algunos de los pueblos con más encanto del sur 😉
Muy interesante el lugar!! Me ha llamado la atención los molinos de viento (cualquiera diría que la foto es de la Mancha si no fuera por las casas blancas que aparecen en segundo plano jeje) y las rutas recorridas en burros 😉
Saludos!!
Seguramente no sea de los que más nombre tengan a nivel nacional, pero méritos tiene como para ser una visita imprescindible en una ruta por el sur de España, ya sabía yo que los molinos iban a sorprender a más de uno, además luego tienes el contraste de las centrales eólicas que están repartidas por toda la provincia, pasado y presente en un mismo plano.
Saludos!
Hace años visitamos Vejer por la Frontera y no me acordaba de muchas cosas pero ahora leyendo esta entrada y con la ayuda de las fotos parecía que me encontraba de nuevo allí.
Un saludo
Me alegra que esta entrada te haya permitido recordar tu visita a Vejer de la Frontera hace años, muchas veces nos olvidamos de los lugares pero cuando ves una foto la memoria y los recuerdos vuelven de forma fugaz 😀
Saludos!