El despertador sonó un poco más pronto de lo normal, eran poco más de las 6 de la mañana cuando saltamos de la cama y pusimos rumbo a la estación de tren. Hoy era uno de esos días marcados en rojo en el calendario, pues a lo largo del día tendríamos la oportunidad de visitar uno de los buques insignia del país, Miyajima. Para llegar allí tendríamos que desplazarnos hasta la estación de Shin-Osaka, que es desde donde salen los trenes shinkansen en esta ciudad y coger el Hikari 491 tal como podéis apreciar más abajo:

Como llegar a Hiroshima desde Osaka:

Para visitar Miyajima en primer lugar tenemos que realizar la conexión entre Osaka e Hiroshima, que es muy sencilla, en apenas hora y media estamos en la estación, por lo que no tiene pérdida alguna. Por el camino se pueden realizar algunas paradas como visitar el Castillo de Himeji, pero como actualmente se encuentra en obras hasta 2015 decidimos no perder el tiempo o el  jardin korakuen de Okayama, pero como nuestro presupuesto ajustado no nos permitía dormir en la isla de Miyajima y encima teníamos el alojamiento en Osaka gratis, determinamos realizar la visita a la ciudad de Hiroshima y a la isla de Miyajima en una jornada de ida y vuelta desde Osaka.

Pero lo que apuntaba a ser un día idílico en el que disfrutaríamos de 2 lugares muy interesantes, uno por su historia y otro por su indudable belleza natural, se fue complicado a medida que amanecía.

Según nos aproximábamos a la estación de Hiroshima, comenzamos a ver como los cristales se iban llenando de gotas, el día cada vez estaba más nublado, y en una de las paradas cuando divisábamos el castillo de Fukuyama a lo lejos, nos dimos cuenta que estaba literalmente diluviando, mal se presentaba la situación para disfrutar del lugar.

Hiroshima

Pasadas las 9 llegamos a Hiroshima, al salir de la estación los peores presagios se hacían realidad, estaba lloviendo y con fuerza, definitiva Taka-Okami el dios de la lluvia en Japón nos había abandonado ese día. Pero como a guerreros no nos gana nadie, compramos unos paraguas y pusimos rumbo al Castillo de Hiroshima que sería nuestra primera visita en esta ciudad.

Estación JR Hiroshima
Estación JR Hiroshima
Alcantarilla en Hiroshima
Alcantarilla en Hiroshima

En la imagen de más arriba podemos citar 2 curiosidades muy interesantes de Japón, en primer lugar es el gusto en que algunas zonas, las tapas de alcantaríllas tengan motivos relativos a la ciudad en que se encuentran. En esta ocasión podemos ver un chico bateando con el uniforme de los Hiroshima Toyo Carp, un equipo profesional de béisbol de la liga japonesa de este deporte. Y por otro lado, si os fijáis en gran parte de las calles de todo Japón, especialmente en las ciudades grandes las aceras tienen esas bandas amarillas con resaltes, cuando llegamos por primera vez a Tokyo me llamó poderosamente la atención su utilidad y lo primero que pensé es que para arrastrar maletas por allí eran de lo más incómodas, pero gracias a que durante este viaje pudimos conversar con muchos japoneses, la compañera de trabajo de la prima de Carmen, Naoko nos dijo que están fijadas así para que las personas ciegas o con problemas de visión puedan caminar de forma más segura, ante esto sólo puedo decir ¡Nos llevan siglos de ventaja! ¡Chapó!

Para llegar hasta el Castillo de la ciudad es posible ir en tranvía, pero no lo cubre la Japan Rail Pass, pese a la lluvia, como no estaba muy lejos y siempre nos gusta conocer la ciudad a pie, este fue el camino que realizamos:


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En unos tres cuartos de hora llegamos al parque público en el que se encuentra uno de los castillos más famosos de Japón, no fue del todo fácil en especial porque la lluvia nos hizo frenarnos en más de una ocasión por el camino. Por suerte a la llegada a las inmediaciones de la fortaleza dejó de llover. Pero en este punto lo divertido fue acceder hasta él, pues los caminos estaban embarrados y por las escaleras caían cataratas de agua, nos lo tomamos a risa, pero por unos minutos nos sentimos en medio de un programa de «Humor Amarillo» saltando de un lado para otro para calarnos los pies lo menos posible.

Parque Público Castillo de Hiroshima
Parque Público Castillo de Hiroshima
Castillo de Hiroshima
Castillo de Hiroshima

El origen del castillo conocido como de la carpa data del S. XVI, pero el que se puede visitar actualmente fue reconstruido con hormigón armado en 1958. Durante los casi 500 años de historia, ha pasado por múltiples percances que lo fueron deteriorando, incendios durante los conflictos civiles que rodearon la Reconstrucción Meiji, la caída de un rayo que  incendió la torre principal y por último los bombardeos sufridos por la ciudad durante la II Guerra Mundial. Por tanto aunque por fuera tiene un aire tradicional, no es de los castillos que tengan más solera, aunque sea de los más conocidos, de hecho hoy en día hasta se han instalado ascensores en su interior para visitarlo, nosotros decidimos no entrar y así nos ahorramos los 320 yenes de su entrada y únicamente lo vimos por fuera, más adelante tendríamos la posibilidad de ver algún otro mejor conservado y lo que es más importante, original.

Como dato interesante el muro de piedras que se encuentra en los alrededores del castillo, sirvió en el pasado como bunker de operaciones para las tropas japonesas y gracias a sus gruesos tabiques durante el impacto de la bomba atómica que arrasó la ciudad, la gente que estaba en su interior pudo salvarse. Sobre este tema os recomiendo si os interesa la historia que veáis el capítulo de «Ciudades Bajo Tierra» que está dedicado a Japón, gran parte del mismo nos muestra con todo lujo de detalles este acontecimiento.

De aquí caminamos por el delta del río Ota hasta que llegamos en una media hora hasta el Parque Conmemorativo de la Paz:


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Siempre he sido un apasionado de los conflictos bélicos que perturbaron la paz en el mundo durante el pasado siglo, creo que es historia que nos deberíamos grabar todos a fuego y tener muy presente para que no se vuelvan a cometer tales atrocidades, al igual que sirven para tener una cierta idea de las relaciones internacionales hoy en día entre los distintos países. En definitiva, un punto que tenía enormes ganas de visitar y que como podéis ver en el vídeo de más abajo sobrecoge, especialmente cuando suenan las sirenas al pasar por la Cúpula Genbaku:

Pasear alrededor de la Cúpula Genbaku, es recordar como en el año 1945 en apenas unos segundos lo que era una ciudad próspera, pasó a ser un amasijo de escombros en la que pocos edificios quedaron en pie, tras uno de los actos más grotescos que ha realizado el ser humano en sus siglos de existencia. Hoy en día la ciudad ha salido adelante y se muestra moderna y recuperada, pero Genbaku, lo que fue en sus orígenes un edificio de exposiciones, se mantiene tal como quedó tras el impacto que ocurrió justo encima suya a pocos metros de altura.

Cúpula Genbaku Hiroshima
Cúpula Genbaku Hiroshima

Entre la lluvia seguimos caminando por el Parque Conmemorativo de la Paz, pasando por el cenotafio que conmemora el nombre de las victimas conocidas de la bomba o la Llama de la Paz, cuyo fuego será consumido cuando la última bomba atómica sea desarmada y destruida. Estando aquí una visita que no podemos dejar de pasar, es visitar el Museo Conmemorativo de la Paz, así podremos conocer más de cerca la historia de este suceso, su precio es casi simbólico, 50 yenes.

Parque Conmemorativo de la Paz Hiroshima

Museo Conmemorativo de la Paz
Museo Conmemorativo de la Paz

Entrar dentro del Museo de la Bomba Atómica fue un auténtico consuelo para nuestros pies, después de haber andado tantas horas teníamos los zapatos totalmente calados, por lo que la calefacción del interior esperábamos que nos sirviera para no pillar una pulmonía. Como dato curioso, en hoteles, tiendas y puntos turísticos de Japón existe una máquina en la que introduces el paraguas  y te lo precinta en una bolsa de plástico, así evitas entrar con ellos goteando, me pregunto si existe algo parecido por aquí, al menos yo nunca he visto nada parecido.

Como se aprecia a través del vídeo de más arriba y por las fotos, el paseo interactivo que se realiza alrededor de una de esas fechas en las que te avergüenzas de ser humano «6 de agosto de 1945 a las 8:15:45», es entre espeluznante y enriquecedor. En las múltiples salas podemos ver como la bomba atómica llama “Little Boy” fue lanzada aquella mañana sobre el cielo de Hiroshima y como estalló a  una distancia de apenas 150 metros en la horizontal y 600 metros en la vertical de la cúpula del Genbaku, lo que propició un poder devastador aún mayor, ya que si hubiera explosionado contra el suelo, parte de la sacudida hubiera sido absorbida por el terreno.

Una ciudad totalmente borrada del mapa que se llevó consigo más de 100.000 victimas mortales, durante el recorrido podemos ver recreaciones de situaciones que se vivieron durante el suceso, así como juguetes y restos de enseres reales calcinados por la radiación. Personalmente soy una persona que me encanta fotografiar todo, pero durante esta visita apenas saqué la cámara, pues fue una sensación de impacto tan acusada, que prácticamente me costaba creer lo que veían mis ojos y realmente hay cosas demasiado escabrosas como para mostrarlas en un blog cuya público es de todas las edades.

Museo Conmemorativo de la Paz
Museo Conmemorativo de la Paz
Bomba Atómica Hiroshima
Bomba Atómica Hiroshima

Concluido nuestro paseo por una parte de la historia más negra de nuestro mundo, tocaba volver a la estación de Hiroshima para coger un tren que nos acercaría hasta el embarcadero donde tomaríamos el barco  rumbo a Miyajima. Es posible ir en tranvía desde el lugar donde nos encontrábamos, pero como es un trayecto que no cubría la Japan Rail Pass, preferimos darnos un paseo por Hiroshima que en esos momentos ya no llovía y tomar el tren de la JR y así no gastar ni un yen de más 😀


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El hecho de que Hiroshima sea una ciudad casi levantada desde cero, la confiere un aire moderno con avenidas amplias y cuidadas. Hoy en día la principal fuente económica de la ciudad es la industria de transformación, como ejemplo las ventas de la empresa automovilista Mazda suponen el 32% de su PIB. Como la ciudad no dispone de metro, en algunas calles podemos ver pasar el tranvía que es uno de los transportes que se suelen usar para moverse por ella, junto con el autobús. El hecho de que hiciera tan mal día y apenas tener una mañana para hacer la visita, nos hizo quedarnos con ganas de entrar a alguna de sus tiendas o pasear más por sus calles, especialmente por la noche, porque según parece es una metrópolis con un ambiente nocturno bastante interesante, pero esto quedaría para otra ocasión, al menos en lo que restó de día no tuvimos que soportar chaparrones como los de las primeras horas de la mañana, desde luego nuestros zapatos ya no admitían más agua 🙁

Tranvía Hiroshima
Tranvía Hiroshima

Como ir de Hiroshima a Miyajima

La JR Sanyo Line es la red de transporte que cogeríamos para llegar hasta la estación de Miyajimaguchi donde se cogen los ferry para llegar a la isla de Miyajima:

Si queremos optar por el tranvía, nos dejarán en Hiroden-Miyajimaguchi, también bastante cerca del ferry, aunque tardará unos 7o minutos por 270 yenes, pero se pueden coger por el centro de Hiroshima sin necesidad de volver a la estación principal (no entra en la JR Pass).

 “1/2 MOMENTO ESTELAR“

Cuando nos montamos no sabíamos lo que nos esperaba, era casi la 1 de la tarde cuando subimos y si el día con la lluvia había sido puñetero, el transporte desde este momento se iba a poner en nuestra contra también. Lo que debería haber sido un cómodo viaje en tren de cercanías de unos 25 minutos, terminó en una odisea casi sin fin de unas 2 horas. Cualquiera que haya echado un vistazo a donde se cogen los ferrys, verá que están al suroeste de la ciudad y bastante alejados, lo suficiente como para que sea casi inviable ir andando, pero no tanto como para pegarnos horas en el tren (aproximadamente unos 20 kilómetros del centro). Pues quiso la fortuna que en el país que todo funciona rodado y que los trenes siempre llegan y salen a la hora fijada, nos chupáramos un trayecto en donde el tren cada cierto tiempo se paraba durante 20 minutos sin motivo aparente y cuando volvía a andar, lo hacía a una velocidad más lenta de lo normal.

Más abajo podéis ver la cara de Carmen en una de esas paradas inexplicables, en la que ni los mismos japoneses sabían porque ocurría y nosotros pensando que la noche se nos echaría encima y nos quedaríamos con las ganas de visitar Miyajima.

Tren JR Rumbo a Miyajima
Tren JR Rumbo a Miyajima

Un par de horas después al fin llegamos a nuestro destino, debido a la proximidad de esta linea, en muchas ocasiones sólo existe una vía, por lo que pensábamos que nos tocaba pararnos porque se tenía que cruzar algún tren de vuelta, pero cuando vimos que esas paradas fueron demasiadas y que el tiempo estimado de llegada se multiplico por 4, nos bajamos de allí sabiendo que algo raro había sucedido. Pero esto no acabaría aquí, de ahí que esta parte de la historia haya sido calificada como la mitad de un Momento Estelar, la otra parte que dará sentido y completará el asunto, la sabréis al final de esta entrada 😀

El billete para montar al ferry y llegar a Miyajima entra en la Japan Rail Pass, por lo que por fortuna nos ahorraremos los 170 yenes que cuesta. Pero cuando llegamos a las taquillas ¡oh sorpresa! debido a las inclemencias meteorológicas y en particular al fuerte viento que azotaba el mar en esos momentos, no se podía circular en esos momentos y habría que esperar a que mejorara. Desde luego este no iba a ser nuestro día 🙁

Finalmente cuando un ferry de otra empresa hizo de avanzadilla, y la empresa gestionada por JR vio que era seguro, pudimos montar y cruzar los escasos 2 kilómetros de distancia.  No os podéis ni imaginar la tranquilidad y satisfacción que nos entró al conocer la noticia, pues casi estábamos viéndonos de vuelta a Osaka, sin ver uno de los lugares que más ganas teníamos de visitar de todo el país.

Ferry Miyajimaguchi a Miyajima
Ferry Miyajimaguchi a Miyajima
Isla de Miyajima
Isla de Miyajima

Desde luego no se podía decir que estuviera siendo un día redondo, pero al menos estábamos cumpliendo con nuestros objetivos. Allí nos encontrábamos navegando en el mar interior de Seto, rumbo al  santuario de Itsukushima. Cuando casi lo dábamos todo por perdido, asomado desde una de las barandillas del puerto podía ver a lo lejos el célebre Tori de Miyajima entre la bruma, pero a medida que el barco iba avanzando en la media hora de trayecto, el famoso arco tradicional japonés se iba haciendo más evidente. Se puede viajar tanto en el interior con calefacción, como disfrutar de las vistas desde fuera, donde el frío que hacía te congelaba hasta el alma, apreciando a su vez perfectamente el fuerte temporal de viento que había aquel día.

Miyajima

Finalmente llegamos a la isla santuario, venerada desde hace centenares de años, es hoy en día Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los puntos turísticos con las vistas más espectaculares de todo el país.  En ambas estaciones podemos ver información de los horarios del ferry, pero especialmente en el puerto de la isla, ya que allí se encuentran los últimos horarios de vuelta, si no tenemos pensado quedarnos a dormir allí, habrá que tener muy en cuenta estas indicaciones, pero si no recuerdo mal hacia las 7 y media salen los últimos barcos para Hiroshima. Las primeras flores de cerezo nos estaban esperando cuando comenzamos a caminar por el lugar y nuevamente los simpáticos ciervos estaban por allí merodeando en busca de cariño y de unas galletillas para echarse al hocico, para que nos vamos a engañar 😀

Ciervos en Miyajima
Ciervos en Miyajima

El símbolo por excelencia de Miyajima es el Ootorii, esta es la puerta principal del templo sintoísta,  en aquellos momentos se encontraba apenas sumergida en las aguas. Según como se encuentre la marea, podemos ir andando hasta su base o divisar todo el lugar completamente anegado por el agua. Lo suyo es visitar varias veces la zona en un mismo día mientras que se pasea por allí. Cuando la marea está baja, podemos llegar a la base de esta puerta de madera de alcanforero lacada en bermellón tan reconocible por cualquier apasionado de Japón que se precie. Con sus aproximadamente 17 metros de altura y unos pilares principales de 10 metros de diámetro, no se encuentra clavado en la arena, sino que unos bloques de cemento son los que la sujetan e impiden que se mueva, se encuentra a unos 200 metros del santuario.

Ootorii Miyajima
Ootorii Miyajima
Ootorii Miyajima
Ootorii Miyajima

Una vez conseguimos hacerle el reportaje que se merece al tori más famoso del planeta, nos fuimos a visitar el santuario de Itsukushima. Para entrar deberemos caminar por su interior y pagar 300 yenes. Tiene una forma singular de embarcadero, ya que cuando la marea es alta se encuentra rodeado por el agua, en el pasado los plebeyos no tenían permiso para pisarlo. Su forma actual data del S. XII, mientras que el original se remonta al S. VI. Este santuario principal está compuesto por 3 sala,s el Salón Santo donde se supone que los dioses habitan, (Heiden), una parte interior reservada a los sacerdotes (Haiden), y  por último, el área externa para la adoración del público (Haraiden).

Santuario de Itsukushima Miyajima
Santuario de Itsukushima Miyajima
Santuario de Itsukushima Miyajima
Santuario de Itsukushima Miyajima

En la parte frontal justo delante frente al Otorii se puede caminar por una plataforma llamada Bugaku, rodeada por linternas de bronce, allí se realizan representaciones musicales como el festival de Kangensai, que llega hasta nuestros días desde el periodo Heian y que es presentado en las noches de luna llena durante el verano, debe ser algo espectacular 😀

Santuario de Itsukushima Miyajima
Santuario de Itsukushima Miyajima

Una vez visitamos esta parte principal del santuario, podemos ir hacia otros santuarios y rincones repartidos por la isla.  Nosotros decidimos caminar un poco por alguno de los senderos que llevan a la cima del monte Misen con una altura de 530. Existe un tramo que lo podemos hacer en teleférico por 1.000 yenes ida y 1.800 ida/vuelta, arriba se pueden contemplar unas bellas vistas el entorno de la isla y nos encontraremos monos y ciervos, a pie podemos realizar la ruta en unas 4 horas. A nosotros desafortunadamente no nos salían las cuentas y puesto que teníamos que volvernos antes, dejamos para otra ocasión alcanzar la cima, por lo que simplemente estuvimos un par de horas caminando por la montaña, pero teniendo en cuenta que pudiéramos bajar sin que se nos hiciera demasiado tarde.

Según ascendíamos nos encontramos con el Daigan-ji un templo al sur del santuario y dedicado al dios de la música. Introducirse por los senderos que recorren la montaña es un placer para los sentidos, pequeños templos, los primeros brotes de las flores de cerezo y unas vistas estupendas de la costa, llegando a divisar la otra orilla perteneciente a Hiroshima.

Templos Miyajima
Templos Miyajima
Vistas Hiroshima desde Miyajima
Vistas Hiroshima desde Miyajima
Pajaro en Miyajima
Pajaro en Miyajima

Rodeada de un entorno totalmente primaveral nos encontramos poco después con la modesta pagoda de Tahō-tō. Lo mejor para encontrar todos estos lugares es coger un mapa para situarse y simplemente moverse por donde nos parezca, que sea nuestro instinto el que nos mueva.

Pagoda Tahō-tō en Miyajima
Pagoda Tahō-tō en Miyajima

Desde aquí ascendimos por unas escaleras con unas ruedas de oración en el posa manos que se pueden girar, muy al estilo de los que unos meses antes pudimos ver en Nepal, en la que a los lados podemos ver pequeñas figuras de piedra, muchas de ellas super simpáticas con monjes diminutos, monos o hasta algún personaje de conocidas series animadas de Japón. Una vez arriba se puede entrar en el pabellón del Daisho-in, cuyo techo está totalmente repleto de farolillos iluminados. Curiosamente al encontrarse en un sitio más retirado, eramos los únicos que nos encontrábamos por allí y la sensación fue estupenda 😀

Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima
Templos en Monte de Miyajima

Viendo que ya iba llegando la hora de volver a coger el ferry descendimos y nos acercamos hasta la pagoda de 5 pisos de Goju-no-to está construida en madera y mide 27 metros de altura, data del S. XV y combina armoniosamente la arquitectura japonesa de la época, con la de la dinastía china Tang. Está claro que este lugar nos estaba mandando señales para que a no mucho tardar, visitemos China, veremos cuando se puede cumplir 😀

Paseando por Miyajima
Paseando por Miyajima
Paseando por Miyajima
Paseando por Miyajima

Los últimos momentos de visita los aprovechamos para entrar en algunas tiendas, comprar algunos detalles y quedarnos atónitos al ver que se pueden comprar figuras de los Torii de casi cualquier tamaño, si es que esta había algunos que valían al cambio más de 1.000 euros y a nosotros que nos parecían caros los más pequeños de unos 15 euros…

Al lado de una de las tiendas se encontraba la cuchara para el arroz más grande del mundo en exposición, mide 7,7 metros de largo y 2,5 toneladas de peso y se  construyó en 1996 para conmemorar que el Santuario de Itsukushima fue designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , está tallada con la madera de un árbol Zelkova de 270 años. Viendo las dimensiones yo me lo hubiera traído para darle un buen uso, poner en fila unos cuantos políticos de estos que tenemos por aquí que «tanto están haciendo por nosotros» y darles un palazo para enviarlos como poco, a hacer compañía a la nave Odyssey a Marte.

Tiendas en Miyajima
Tiendas en Miyajima
La cuchara para el arroz más grande del mundo en Miyajima
La cuchara para el arroz más grande del mundo en Miyajima

Antes de coger el ferry de vuelta, nos sentamos en un banco plácidamente para contemplar por última vez en este viaje el «Tori Flotante», mientras que planeábamos que la próxima vez que fuéramos por allí, nos quedaríamos a dormir y así tendríamos la oportunidad de disfrutar de la magia de Miyajjima durante la noche. En aquellos momentos previos a nuestra marcha, la marea había subido sustancialmente en comparación a cuando llegábamos y el sol comenzaba a caer sobre la bahía, una imagen tan bella que siempre quedará en nuestra retina. Momentos como éste, son los que nos permiten afirmar que este país es el sitio más maravilloso en el que hemos estado hasta la fecha, y al que esperamos volver cuando antes se pueda, aunque el yen seguramente tenga la última palabra en este asunto 😀

Anochecer en Miyajima
Anochecer en Miyajima
Anochecer en Miyajima
Anochecer en Miyajima

Terminado el día con tan idílico paisaje, ya habíamos tachado todas las visitas de la jornada y tocaba la vuelta. Para ello en un día normal esto es lo que nos hubiera tocado realizar:

Pero como digo, este día estaba dispuesto a complicarse hasta sus últimas consecuencias. Y aquí llega la parte que faltaba del:

 “2/2 MOMENTO ESTELAR“

Nuevamente ese trayecto entre el puerto y la estación de Hiroshima tardó más de lo debido. Sabiendo que teníamos el shinkansen de vuelta a las 8 y media de la tarde, decidimos salir de allí rondando las 7 para llegar con tiempo., pero nuevamente la misma historia, el tren se quedaba parado sin motivo aparente y al rato volvía arrancar, así hasta en esta ocasión duplicamos el tiemplo natural de la conexión, al menos íbamos mejorando en la ida tardó el doble 😀

Al llegar vimos que la actividad en la estación era propia de hora punta, pensamos que al igual que nosotros, la gente había aprovechado hasta última hora y que los trenes de vuelta a destinos como Osaka o Tokyo irían hasta arriba. Pero pronto algo nos mosqueó aún más, había cámaras de televisión entrevistando a algunos pasajeros japoneses y según pude entender estaban habiendo retrasos en casi todos los trenes bala del país. El hecho de estar de viaje en un país extranjero y apenas usar internet más que para comunicarnos con los familiares o subir algún comentario por las redes sociales, nos tenía totalmente al margen de lo que estaba pasando en el país aquel día, «Un violento temporal estaba azotando el país con vientos similares a los de un tifón« ¡Vamos para quedarse planchados al enterarse!

Os podéis imaginar que nosotros flipábamos y durante esa noche pensábamos que nos habíamos transportado unos meses atrás y estábamos en la India de nuevo. Los paneles informativos en inglés no funcionaban, las luces de la estación se mantenían a media actividad, al poco tiempo todos los paneles se apagaron y según iban llegando, ninguno de los trenes era el nuestro.

Nuestro desconcierto era tal, que cuando vimos que pasaba más de media hora y no llegaba nuestro tren, me llegué a preguntar a un jefe de estación que no tenía ni idea de inglés y con mis modestos conocimientos de japones, conseguí entender que nuestro tren había sido cancelado y fuimos remitidos a montarnos en un tren bala pero de los denominados Nozomi, el más rápido que opera en la linea Tōkaidō/Sanyō y que no entra en la JR Pass, pero como era un caso excepcional teníamos permiso.

Leído lo anterior podéis pesar ¡que guay, todo solucionado! Eso es lo que nos hubiera gustado a nosotros, pero la contrapartida a ese cambio es que dejaríamos de tener los asientos reservados y esto sería un sálvese quien pueda. Total, como es lógico los japoneses que se enteraron antes de la jugada consiguieron sentarse, mientras que a nosotros nos tocó ir de pie durante hora y media en una de las entradas de los vagones, muy rápido sí, pero rodeados de gente y casi sin hueco para movernos. A quien se le diga que viajamos en esas condiciones en uno de los países más avanzados del mundo, mientras que en India íbamos tan panchamente tumbados en nuestras literas, es que se parte de risa, pero así son los viajes, uno sabe a donde va, pero no siempre sabe lo que le espera 😀

Finalmente llegamos a la 1 de la madrugada a Osaka, cuando la idea era haber llegado entradas las 11 como tarde. Cansados y deseosos de poder cenar algo, al fin terminaba un día que había sido intenso, se habían cumplido las metas, pero se había sudado más de lo esperado para conseguirlas. A la mañana siguiente comenzaría una nueva jornada, apenas habíamos llegado al ecuador del viaje y aún teníamos mucho que decir en este país, aunque esta vez los destinos elegidos no requerirían desplazamientos tan largos y el tiempo sería mucho más benévolo con nosotros.

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Autor

José Carlos DS: Economista y blogger de viajes en La Próxima Parada desde 2009. Ratón de ciudad, pero que le gusta la naturaleza por igual. Sus otras pasiones son el cine, los deportes y los videojuegos.

52 Comentarios

  1. Uno de esos días con muchos contrastes. Todavía recuerdo lo dura que fue la visita a Hiroshima y cómo cambió el día cuando llegamos a Miyajima.

    • Por muy al sur que se encuentren estos lugares, no cabe duda que hay que ir allí en una visita a Japón, totalmente imprescindibles 🙂

  2. Ojúuuuuuuuuu!!! Qué día más movido que tuvimos… A pesar de los monumentos que vimos y de las calles que recorrimos, lo que más recuerdo es la lluvia (mis pies no han vuelto a ser los mismos…) y el último trayecto para poder volver a Osaka. La sensación de agobio, de no poder aguantar todo el camino hasta el final es lo primero que se me pasa por la mente. Lo cual es un asco, porque desluce sobremanera las visitas que hicimos ese día. Está claro que nosotros nos lo tomamos como una señal para volver a Japón XDDD

    No os perdáis el resto de los reportajes, que a Mario le quedan momentos estelares en los que aparecer ;P

    • En este día cumplimos con los 2 objetivos, pero está claro que tocará volver para visitar sobre todo Miyajima con la calma que se merece 😛

  3. Sueño con el día de estar delante del tori, aysss, espero que sea pronto. Vaya movida con el temporal y vaya viajecito, gajes del viajero. Unas fotos preciosas, un saludito!

    • Estar allí delante del tori posiblemente más famoso del mundo es un lujo que merece darse uno, una vez en la vida, espero que no tardes mucho en estar por allí .

      Saludotes!

  4. El Torii le tengo yo unas ganas!!! para mi es la típica imagen que hay que llevarse de Japón. Visita imprescindible…

    Sobre Hiroshima que decir. Que yo también me sentiría con ese pesar el día que la visite. No creo que nadie se sienta indiferente viendo el museo ni paseando junto a la famosa cúpula…

    Lo de las sirenas porque era??? por recordatorio aún??

    • Si tienes hueco o te toca la lotería, ya sabes que si vas por Japón te hacemos de guía, que no nos importaría repetir.

      En cuanto a las sirenas, lo tienen como recordatorio de la tragedia, desde luego sobrecoge 🙁

  5. Menudo día!! Estuvo plagado de contratiempos pero por suerte pudisteis cumplir con todas las visitas programadas… Por cierto preciosas las imágenes del Ootorii al atardecer!!

    Saludos!!

    • Está claro que el viajero no puede torcer la rodilla ante el primer contratiempo que surja, fue un día que hubo que luchar contra las adversidades meteorologistas, pero al final lo conseguimos 🙂

      Saludos!!!

  6. Menos mal que pudistéis al final volver, aunque fuera apretujados!! Porque ya os veía haciendo noche lejos de casa!
    En el Museo de la Guerra de Vietnam tuve los mismos sentimientos que tú: cómo es posible que el ser humano sea capaz de cometer semejantes atrocidades???
    Por cierto, lo de los paraguas yo lo he visto en España. Ahora no recuerdo dónde, pero si que lo he visto… Creo que sobre todo en sitios públicos tipo museos u organismos públicos…
    Un abrazo

    • Pues yo por aquí no me suena de haberlo visto, está genial así evitas tener que entrar con ellos goteando o dejarlo con riesgo de que se te olvide o se pierda.

      El Museo de Vietnam sobre la guerra lo he visto por fotos y como dices sobrecoge, espero poder visitarlo algún día.

      Un abrazo!!!

  7. Vaya día. Si es que en los viajes hay que estar preparado para que alguno de los planes se tuerza, pero mira, al menos pudisteis llegar a los sitios a pesar del temporal y los retrasos, que seguro que son ya una mera anécdota. Cuando has empezado a contar lo de los parones del tren me ha venido a la cabeza que quizá vivisteis uno de los clásicos suicidios japoneses en las vías. Menos mal que no fue eso y no os encontrasteis con ese numerito.

    Creo que estos dos lugares son visita obligada en Japón y no se hable más. Cuando vaya no se me escapan y ahora que visto que se puede hacer en un día, con contratiempos y todo, mejor me lo pones. La visita a Hiroshima debe ser tan emocionante como atroz y Miyajima es una preciosidad, es un lugar emblemático. Bueno, a ver si en otra ocasión podéis disfrutarlo sin los contratiempos.

    Por lo demás, me ha fascinado lo de sellar los paraguas. A ver si aprenden en este país, que eso de poner la clásica papelera en la puerta es un rollazo y siempre acaban «desapareciendo misteriosamente» algunos paraguas.

    ¡Saludos!

    • Ya lo creo que son visita obligada, unos lugares memorables y que te marcan para siempre, por su historia y belleza respectivamente.

      Lo de los paraguas totalmente de acuerdo, aquí la picaresca es alta y ya ni en el paragüero se pueden dejar…

      Saludos!!!

  8. Hola José Carlos,

    A pesar de las inclemencias meteorológicas y del problema de los trenes conseguísteis el objetivo de visitar Hiroshima y Miyajima. Visitas emblemáticas, aunque por motivos diferentes. La primera, porque no hay que olvidar las atrocidades que puede llegar a cometer el hombre y Miyajima por su belleza.

    Saludos.

  9. Hola JC

    me parece supercorrecto y sensible por vuestra parte no disparar como locos cuando se visita un sitio así y te entiendo perfectamente, estás de viaje, feliz, pero en estas visitas, te dejas ir, y no estás para hacer fotos de lo sobrecogido que estás.

    Un saludo figura

    • Está claro que aunque vayamos de viaje y se pueda andar relajado, cada sitio hay que valorarlo y sentirlo, no simplemente ponerse a hacer fotos sin pensar en donde te encuentras, algunos lugares los disfrutarás por su belleza y otros como es el caso del museo en Hiroshima, los tienes que utilizar para reflexionar y sensibilizarte.

      Un saludote!!!!

  10. Me ha encantado tu relato, sobre todo la parte de Miyajima, por lo que veo en las fotos, seguro que me encantaría este lugar. Hiroshima no sé yo si lo visitaría, creo que lo pasaría mal viendo ese museo. Vaya con el tiempo, parece que os llovió mucho, pero por lo menos en Miyajima os hizo bueno. Sí, seguro que me gustaría ir a este sitio, y eso que Japón nunca me llamó la atención, pero ahora me está empezando a interesar. Gracias!

    • Miyajima te tiene que gustar, es un sito impresionante, seguro que mis entradas te van poco a poco animando a viajar a Japón, más si cabe, que en los próximos relatos volveremos a ver entornos naturales muy interesantes, ya verás como así se conocerá la otra cara de este precioso país.

      Saludos!!

  11. Bueno, bueno, menuda odisea con el tiempo y los transportes. Pero por lo menos pudisteis descubrir los dos sitios que queríais.
    Hiroshima tiene que ser espectacular, un lugar que te ponga la piel de gallina y un must en un viaje a Japón.
    Un saludo 😉

    • Dicen que las cosas buenas se hacen esperar, este día fue algo así, pero al final nos volvimos más que encantados 😀

      Saludos!!

  12. Ostras, ahora me entero que lo de Miyajima era un remo y no una cuchara gigante!!! Lo de los paraguas todo un puntazo, si es que estos japoneses son la leche, más nos valdría aprender mucho de ellos, mejor nos iría. Me ha encantado la foto de la puesta de sol con vosotros dos sentados en el banco, una pasada!!! Un abrazo. 😉

    • Los japoneses son la caña, tienen unas ideas fascinantemente útiles y que sólo ellos serian capaz de crear. Contemplando esa puesta de sol nos hubiéramos pegado media vida ¡cautivadora!

      Un abrazo!!! 😉

    • Viendo tu curriculum por Asia, sería una estupenda guinda, junto con países como India o Nepal, curiosamente no nos pisamos los destinos por ese continente. Yo espero visitar muchos de los lugares en los que has estado tú 😀

      Saludos!!!!

  13. Qué maravilla Miyajima!!

    Supongo que depués del impacto de visitar Hiroshima y todo lo que conlleva, se agradece estar en un lugar que transmite tanta calma. Me han encantado las fotos!

    • Miyajima es una preciosidad, después del impacto que provoca Hiroshima, es un soplo de aire fresco y nunca mejor dicho, porque menudo viento hacía ese día xDDD

  14. A mí personalmente me encantó Hiroshima y me supo mal no haber pasado un día entero allí. Miyajima también se merece otro día entero. Lástima que tuvieraís problemas con los trenes… raro para ser Japón…

    • Son 2 visitas que te atrapan totalmente, pese a los atrasos en los trenes, no nos podemos quejar y está claro que la próxima vez iremos allí para quedarnos a dormir, que Miyajima tiene mucho que ofrecer 😀

  15. Wow… me habéis dejado sin palabras… Vuestro relato de Hiroshima me ha encogido el corazón. Es uno de aquellos sitios a los que creo que debería ser obligatorio ir para contemplar y recordar el horror… y Miyajima parece precioso! Chicos, enhorabuena por el gran viaje!

    Un abrazo

    • Me alegra que te haya gustado el relato, la verdad que Hiroshima no deja indiferente y si te pones en la piel de las personas que vivieron esa catástrofe, sobrecoge sentir de lo que fuimos capaces…

      En cuando a Miyajima, es un paraíso natural, una auténtica maravilla.

      Un abrazo!!!

  16. Hiroshima es sobrecogedora…y miyajima fue de los momentos mas bonitos…Por cierto a nosotros ese temporal nos pilló en Tokyo!! casi volamos en Odaiba o.o

  17. Buenas tardes José Carlos:
    Voy a visitar Japón en breve con unos amigos, te quería preguntar 2 cosas:
    ¿Crees que merecería la pena hacer noche en Miyajima, teniendo en cuenta el retraso a la mañana siguiente para visitar otra zona diferente (ya te imaginas que siempre faltan días para conocer más lugares)? ¿Por qué?
    Al ver los pantallazos de los horarios de transportes, quería preguntarte si conoces alguna aplicación o similar para consultar los horarios, precios y saber si lo cubre el Japan Rail Pass, o quizás los has hecho tú..

    Muchas gracias!!

    • Para mi Miyajima es uno de esos destinos únicos de Japón, si tenéis tiempo, dormir allí debe ser una pasada y así podréis disfrutar de la zona mucho mejor. En cuanto a ver los transportes y conexiones, los he sacado de hyperdia, es una web que está tanto en inglés. como japonés y básica totalmente para hacerse una idea de como funcionan los trenes en Japón. En la entrada sobre Transporte en Japón comento como funciona.

      Si tienes más dudas aquí estoy 😀

  18. Volviendo a leer el relato me doy cuenta que estuvistéis justo unos días antes que nosotros! O.O
    El temporal nos pilló en odaiba y matsumoto, pero no nos afecto tanto como a vosotros.
    No me había dado cuenta de la coincidencia!

    • De hecho creo que si no os leí por twitter sobre el tema, debí leer vuestra entrada y sobre la coincidencia de que estuvimos por allí casi en la misma época, algo de eso me suena 🙂

      Anda que menuda nos tromba tuvimos en Hiroshima, suerte que para Mijayima nos respetó un poco.

  19. Hola,

    Me ha gustado mucho tu relato, pero lo que visteis no fue un remo, sino la cuchara para comer arroz más grande del mundo, la cuchara se construyó en 1996 para conmemorar que el Santuario de Itsukushima había sido designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Espero poder verla dentro de poquito, ya que viajo a Japón dentro de un mes y pasaré un día y una noche allí. Menudas ganas tengo!!! Espero no pasar todas las peripecias que pasasteis vosotros…

    Saludos

    • Gran aporte José, ahora mismo lo corrijo, que se ve que había entendido mal la historia, me la explicó en semi inglés una señora allí y se ve que no se explicó demasiado bien. Espero que todo te vaya genial por Japón, siendo el país que es, no dudo que vivirás grandes aventuras 😀

      Saludos!

  20. Madre mía, qué día tan intenso… 😉 Yo voy a ir a Japón a finales de agosto y me encantaría hacer esta excursión aunque lo haría desde Kyoto. Había pensado buscar alojamiento en Hiroshima pero por al final decidimos quedarnos en Kyoto una noche más y hacer ida y vuelta, espero que no haya sido un error. Ahora me está dando miedo que sea un día muy intenso pero creo que merece la pena igual. Vaya mala pasada con lo del clima y los trenes…yo que no hablo ni una palabra de japonés creo que me daría algo… espero que todo funcione perfecto. 🙂

    Un saludo,
    Sonia.

    • Realmente lo más perturbador del día fue el clima, creo que es una visita que merece la pena hacer noche ya sea en Hiroshima o en Miyajima, pero en caso de tener un planning ajustado, merece la pena ir y venir, se ve suficientemente bien si madrugais y os hace un tiempo agradable para incluso subir al monte Misen, seguro que os encantará 😀

      Cualquier duda que te pueda aconsejar ya sabes, me comentas.

      Saludotes.

    • Hola Sonia:

      Yo, siguiendo las recomendaciones de este blog (Gracias J.D.) hice exactamente lo que tu tienes planeado y es perfectamente factible. Esto es, salir prontito del hostel de Kyoto, coger un Shinkansen a Hiroshima, ver rapidamente el lugar donde cayó la bomba (No teníamos planeado parar allí) y coger otro tren hasta donde salen los ferris para Miyajima.
      Allí subimos al monte Misen en teleférico -es bastante impresionante- y nos quedamos en la isla hasta la puesta de sol, después de eso hicimos el recorrido a la inversa para cenar y dormir en Kyoto.

      ¡Ánimo con los preparativos, qué merece la pena!

    • Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios! Vamos, tengo que ir sí o sí a Hiroshima y Miyajima. 🙂 Será un día intenso pero ya veo que merece mucho la pena. Ahora a seguir informándome para el viaje! :)))

  21. Pingback: Hoteles en Japón | Mi patria son mis zapatos - Blog de Viajes

  22. Me alegra que te fueran tan bien mis consejos Daniel, espero que a Sonia le sirvan de ayuda igualmente. Como siempre un placer que mis relatos y consejos pongan más fáciles a los viajeros 😀

    Japón requiere una buena planificación, especialmente si vamos pocos días, pero eso uno de esos países que marcan, al menos a mí, no dudo que volveré.

  23. Buenos dias. Mi pareja y yo vamos a ir este verano a Japon y estamos preparando el viaje. Tenemos millones de preguntas y una de ellas es la siguiente. El dia que vamos a ir a Hiroshima y Miyajima salimos de Kioto. La idea es visitar Hiroshima por la mañana y despues ir rumbo a Miyajima donde nos quedaremos una noche.
    Y el equipaje? Como lo hicisteis vosotros?

    Mil gracias por toda la info que habeis puesto 🙂
    Un saludo

    • Buenas Ana,

      En nuestro caso es que hicimos el viaje de ida y vuelta desde Osaka. Por lo que no tuvimos que andar moviendo maletas. Una opción es usar el servicio takkyubin, podéis pinchar en el enlace donde está genialmente explicado por unos buenos amigos. Basícamente es enviar vuestras maletas directamente al hotel de Miyajima. Por otra parte, también podéis usar las consignas de la estación de Hiiroshima durante vuestra visita, aquí podéis ver como son.

      Un saludote y cualquier duda por aquí estamos 😀

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