Se iban terminando nuestras horas en Tokyo, ese día tocaba abandonar la capital para poner rumbo a Osaka, aunque tendríamos toda la mañana para realizar algunas visitas que se nos habían quedado en el tintero. Nos levantamos sobre las 8 de la mañana y dejamos las maletas en la consigna del hotel para recogerlas a la vuelta, nuestro tren saldría sobre las 6 de la tarde y ya únicamente volveríamos al que fue durante 3 noches nuestros alojamiento, para recoger el equipaje y poner rumbo a la estación.
La primera parada sería una visita desde las alturas, concretamente al mirador que se encuentra en el edificio del Gobierno Metropolitano de Tokyo. Para ello tomamos la siguiente ruta:
La estación más próxima es la de Nishi-Shinjuku o Tochmae, pero como íbamos con la JR Pass activada, optamos por esa combinación para no tener que pagar el viaje, aunque tuvimos que andar un poco, pero vamos, apenas unos 10 minutos. Este edificio gubernamental se encuentra en el barrio de Shinjuku, considerado el corazón comercial y administrativo de la ciudad.

Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokyo
Dos edificios simétricos componen estas oficinas municipales del gobierno de Tokyo, bien merece la pena una visita simplemente para contemplar su singular aspecto que según muchos simula un chip informático y la plaza circulan que descansa frente al edificio nº 1, denominada de los Ciudadanos. Aunque su verdadero encanto reside unas cuantas plantas más arriba, concretamente a 202 metros de altura, de los 243 que mide cada una de las torres, en el mirador que allí se encuentra. Los horarios de visita son los siguientes: Observatorio norte: de 9:30 a 23 horas y observatorio sur: de 9:30 a 17:30 horas, permaneciendo cerrados del 29, 30 al 31 de diciembre y el 2 y 3 de enero. Para llegar es tan sencillo como hacerlo desde la primera planta, en los soportales próximos a la plaza anteriormente citada se encuentran paneles informativos con una flecha en verde y la palabra «Observatory». La entrada es totalmente gratuita.

Como he comentado en anteriores entradas, normalmente los observatorios en Japón suelen ser caros, por lo que esta visita debe ser un auténtico imprescindible y si tenemos tiempo no es mala idea subir una vez en la mañana y otra en la noche para comprobar las contrastes que brinda la ciudad. Nosotros únicamente lo hicimos por la mañana y disfrutamos de un día bastante claro, aunque había nubes en el horizonte que nos hacían presagiar que podrían llover en las próximas horas, pero desde luego que disfrutamos mucho de las vistas de una ciudad que se pierde en el horizonte sin llegar a verle el fin.



Los rascacielos, los edificios de pequeño tamaño, las casas de planta baja y los parques, casi bosques como es el caso de Yoyogi, vistos desde las alturas te hacen asimilar la grandiosidad de una ciudad en constante movimiento y repleta de antítesis. Los numerosos ventanales nos permiten tener una visión en 360º de toda la urbe y en días claros se llega a contemplar el monte Fuji, nosotros desgraciadamente no tuvimos la ocasión de divisar el sagrado volcán, por lo que esperamos que en la próxima visita no se nos resista y podamos llegar incluso hasta lo alto de su cima.
En el vídeo de más abajo podéis ver los distintos paneles informativos que hay delante de cada mirador donde se señalan los edificios y lugares más destacados para poder distinguirlos más fácilmente:
Una vez realizamos la visita bajamos por otro ascensor que nos dejará delante de la oficina de turismo central de Tokyo, como recomendación personal creo que la visita a este edificio debe ser una de las primeras que hagamos al llegar a la ciudad, especialmente si es nuestra primera vez, pues allí se encuentra información de toda la ciudad y en español que seguro que nos vendrá muy bien. Nosotros lo desconocíamos y fuimos el último día, pero «para sabio Salomón», ya lo tendremos en cuenta la próxima vez. También disponen de ordenadores con conexión a internet por si queréis hacer alguna consulta o visitar vuestra web preferida o una de ellas 😉
Terminada nuestra panorámica de Japón a vista de pájaro, tocaba volver al húmedo asfalto para sumergirnos nuevamente en el mundo «freak». La visita que realizaríamos sería a una de las tiendas que más ganas tenía de conocer de toda la ciudad, concretamente a la Square-Enix Shop. Esta tienda está destinada a la venta de los productos de merchandising de la compañía de desarrolladora y distribuidora de videojuegos japonesa que se creó tras la fusión de Squaresoft poseedora de la franquicia más exitosa y popular de todo Japón, Final Fantasy y de Enix que también especializada en juegos RPGs cuenta como baluarte con Dragon Quest.
Square Enix Shop
El horario de apertura es de 11 de la mañana a 7 de la tarde y para llegar debemos tomar la Kōshū Kaidō main Blvd. saliendo por la estación sur de Shinjuku y caminar en dirección oeste durante unos 30 minutos. La encontraremos en el margen izquierdo del bulevar. Más información en: Square Enix Character Goods Shop Show Case


Desde que jugara a la primera entrega de Final Fantasy que apareció en NES soy un auténtico fan de esa saga, por lo que para mi era un auténtico momentazo el poder estar rodeado de tantas figuras, peluches, videojuegos y posters con los personajes que han salido en las distintas entregas. Como se aprecia en el vídeo de más abajo la tienda no es que sea demasiado grande, yo me la había imaginado de bastante mayor tamaño, pero eso no le impide tener figuras a decenas de sus sagas estrella, así como de las que son distribuidora como Uncharted o God of War entre otros muchos:
Aunque la saga Dragon Quest me gusta, especialmente su VIII entrega, para mi lo más importante era ver todo lo que allí se encuentra de Final Fantasy, en especial la mítica figura de Sefirot, el villano de la VII entrega que se encuentra tumbado en el suelo de una de las salas de la tienda y que casi parece real.
En resumen, es un auténtico paraíso para quien le gusten este tipo de artículos, fue una pena llevar ya de por si completa la maleta, porque los peluches de chocobos, cactilios o alguno de las figuras eran para no pensárselo mucho y traérselas para España, pero como siempre la falta de espacio y una economía ajustada lo impidieron, quizás en otra ocasión. No obstante no me pude resistir y me llevó la Banda Sonora de mi Final Fantasy favorito el VIII, se que para muchos esto es un ultraje, en su mayoría dirán que el mejor es el VII y otros muchos que el VI o el IX, pero a mi la octava entrega me encantó y es de los pocos juegos de más de 40 horas que he rejugado y siempre le tendré en un pedestal. Un dato a destacar es el trato con los clientes en la tienda, casi parece que estás comprando un coche de lujo, las dependientas rebosan amabilidad y encima te dan una bolsa de tela de lo más chula para que te lleves el juego, todo un detalle 😀


La mañana continuaría de compras, pues después de pasar por la tienda de Square-Enix, la siguiente parada sería por los alrededores de la estación de Shinjuku, la más transitada de toda la ciudad y una de las que más actividad registra de todo el mundo. Allí se encuentra gran cantidad de tiendas, bares y restaurantes, en pocas palabras se podría catalogar como el típico barrio que nos vienen a la mente del Japón moderno, repleto de gente por sus calles, neones y carteles por todas partes que aturden nuestros sentidos.En la zona este de la estación se encuentra Kabukicho, una de las áreas con mejor ambiente de toda la ciudad, teníamos pensado haber pasado por allí alguna de las noches, pero al final al encontrarse demasiado alejado de nuestro hotel y en especial por lo comprimida de la estancia en Tokyo, no lo hicimos, pero al menos si que dimos un paseo mañanero.
Shinjuku – Okadaya


Allí se encuentra la que Carmen catalogaría como «LA TIENDA», concretamente Okadaya, un impresionante bazar en el que en 8 plantas podemos encontrar el paraíso en productos de manualidades, accesorios para vestir, telas y todo tipo de herramientas de corte y confección. Está catalogada como una de las tienda referencia para los estudiantes de la escuela de diseño y moda, llegando incluso a ser visitada esta sede por los mejores diseñadores. El horario es de 10 de la mañana a las8 y media de la tarde, existen otras tiendas de Okadaya, pero esta es la más grande. Allí nos perdimos durante un rato entre estanterías repletas de productos y los ojos haciendo chiribitas de mi novia que casi no se lo podía creer, la frase más repetida durante este tiempo fue «Y esto porque no lo tenemos en España» 😀
Una vez se le dio un buen meneo a los yenes, continuamos nuestro camino, aunque fuimos sorprendidos por una fina lluvia que cada vez iba a más, años y años esquivando el agua en nuestros viajes, parecía que esta vez habíamos roto la racha. Esta vez la visita sería hacia el parque de Yoyogi, para llegar allí seguimos este camino a pie:
Parque Yoyogi
El parque de Yoyogi es uno de los más grandes de Tokyo y a su vez pulmón verde de la ciudad en mitad de los altos rascacielos. Se encuentra junto a la estación de Harajuku y dentro podemos visitar el templo de Meiji. Una de las curiosidades históricas de este parque, es que allí se realizó el primer vuelo a motor en Japón en 1990 y después pasó a ser utilizado para desfiles militares. Hoy en día es un lugar de recreo y esparcimiento para pasear, ir en bici y en definitiva desconectar de la hiperactividad que fluye en casi toda la ciudad, especialmente los fines de semana, cuando muchos japoneses van a tocar con sus grupos de rock, a practicar artes marciales y a pasearse con estrafalarios vestidos y pelos multicolores, lo que comúnmente conocemos como las lolitas góticas de Yoyogi.
Pero desafortunadamente el tiempo no acompañaba y lo único que se podía escuchar paseando por el parque era el agua y el viento meciendo los árboles, fue una experiencia bonita, aunque nos hubiera gustado haber tenido una visión más concurrida del parque, aunque más adelante tendríamos una bonita sorpresa 😀


Moverse por el parque es sencillo y en la vista no podemos irnos sin visitar el Meiji Jinju, un santuario cuya entrada es gratuita y data de 1920 que se construyó en la memoria del emperador Meiji y la emperatriz Shoken que fueron los adalides del fin del aislamiento de Japón, aunque durante la II Guerra Mundial quedó totalmente destrozado y en 1958 se volvió a inaugurar su restauración tal como fuera su original décadas atrás.
Allí como siempre podremos probar nuestra fortuna o comprar una sangaku (tablillas) donde podemos pedir algo o dejar un deseo para los demás, una forma más de purificar nuestra alma, algo tan típico en los templos sintoistas.
El santuario está compuesto de 2 partes, por un lado el naien (recinto interior) que corresponde a los edificios del templo y a los museos del tesoro donde se encuentran las pertenencias del emperador y la emperatriz, por otro lado el Gaien (recinto exterior) que incluye el Memorial con una galería pictórica Meiji que alberga una colección de 80 grandes murales ilustrativos con escenas de la historia de los emperadores homenajeados, así como el Estadio Nacional y el Salón Memorial Maiji. El templo fue construido en ciprés japonés, mientras que los grandes torii que le dan acceso son de Taiwan.
No es posible realizar fotos o vídeos de su patio interior, cuya imagen tenéis más abajo, pero ya sabéis que me encanta el riesgo y si veis el vídeo de más arriba comprobaréis como Carmen va cogiendo mi afición también, pues regañando previamente a unas chicas delante, ella sigue, hasta que le llaman la atención a ella también, toda una malota 😀
«MOMENTO ESTELAR«
Estando allí en el templo, comenzó un impresionante aguacero que nos hizo resguardarnos en los soportales, cuando al girarnos comenzamos a ver una gran cantidad de japoneses muy bien arreglados y pronto tuvimos la imagen de los novios perfectamente vestidos con sus kimonos de boda, efectivamente estaba apunto de realizarse una ceremonia sintoista en el santuario 😀
Esta es la clásica boda tradicional de Japón, bastante más cara que una occidental al uso, pero cuya vistosidad es inigualable y que tiene sus secretos. Recibimos por el sacerdote en uno de los soportales llegaron el novio y la novia acompañados de la comitiva y se encaminaron hacia el patio interior donde se celebraría la unión. Os podéis imaginar el revuelo que se montó especialmente por los turistas que allí nos encontrábamos deseosos de grabarlo en vídeo o captar la instantánea, seguramente sería algo al nivel de si se ve a Belén Esteban por la calle en España, lo se, las comparaciones son odiosas…
Una vez se metieron todos dentro del patio interior, se cerraron las puertas para que nadie pudiera captar el momento, pero entre las maderas se podía ver en parte como transcurría el enlace.
La rito se similar a una boda tradicional en España, aunque tiene sus diferencias como es natural. Todo comienza con los novios y el resto de los presentes hacen sus reverencias al altar, el sacerdote realiza una oración y los novios hacen las típicas conjuras de respeto, unión y ayuda mutua en el matrimonio. Después se vierte en 3 veces sake en una copa y ambos beben 3 veces de la misma copa. Después los allí presentes son bendecidos por el sacerdote y son declarados marido y mujer, una vez hecho la sacerdotisa sirve sake a los invitados y todos brindan por las nupcias.
Una vez terminada unos músicos tocan música tradicional japonesa y se baila delante de los novios. Por último el sacerdote intenta dar algunos consejos al nuevo matrimonio y felicita a la pareja con lo que concluye la boda en una media hora.


De allí volvieron a salir en primer lugar el marido y la mujer y detrás todos los invitados en rigurosa fila india camino del lugar elegido para el banquete y hasta aquí os puedo contar, desgraciadamente nos colamos aunque fuera por una rendija en su boda, peor no nos invitaron a la comida, pero estando en Japón seguro que se comió de maravilla.
Por tanto, aunque el tiempo no nos acompañara, si que tuvimos la fortuna de presenciar una unión por el rito tradicional en Japón, algo que siempre hace ilusión de presenciar al menos una vez durante un viaje al país del sol naciente 😀
De paso aprovechamos para que pasara la lluvia y poder continuar nuestra mañana. Los caminos en Yoyogi son casi interminables, por lo que nos podemos tirar allí un buen rato y pasar una mañana de lo más agradable. Por el camino encontramos los típicos barriles de sake (nihonshu) donados como ofrenda al santuario y si estamos interesados podemos visitar un jardín interior del santuario de Meiji por 500 yenes, pero que nosotros no entramos por ahorrarnos ese gasto al no ser un sitio demasiado popular.

Después de tirarnos más de 2 horas andando por el parque y eso que estaba el día lluvioso, caminamos nuevamente hasta Shibuya buscando algún sitio donde comer antes de volver al hotel para coger las maletas y poner rumbo a la estación, pero antes había un par de tiendas que nos picaba la curiosidad por conocer, en primer lugar Mandarake.
Para llegar dimos el siguiente paseo:
Mandarake
Esta tienda es especialista en el mundo del manga y la animación japonesa, su sede en Shibuya es una de las más grandes y se encuentra en los sótanos de uno de los edificios de este barrio comercial. Su horario es de 10 de la mañana a 8 de la tarde y si esta sucursal os parece poca cosa, podéis visitar la basta tienda de Nakano con 3 plantas.
En resumen, una vez descendemos por las escaleras lo que allí nos encontramos es un auténtico paraíso «otaku», decenas de estanterías repletas de tomos de mangas nuevos o de segunda mano, figuras de animación, objetos coleccionables, así como disfraces y material cosplay. Como era de esperar todo en riguroso japonés, pero si somos amantes de este género, tarde o temprano no viene mal aprender algo del idioma para leer muchas de las historietas que en muchos casos no llegan ni a ser publicadas en inglés, salvo algunas excepciones en que fansubs se encargan de portarlas a idiomas de más sencilla comprensión para los occidentales.


Después de allí nos pasamos por la tienda de 3 coins, algo así como las típicas tiendas de 20 duros en España, en las que todo vale 315 yenes, se podría decir que es como un Casa de los que se encuentran en nuestro país. Una vez hecho el repaso dimos el salto hacia Tokyu Hands, otra de las grandes franquicias de Japón, especializada en la venta de materiales de manualidades, jardinería, costura, papelería o pintura, se podría comparar a un Leroy Merlin pero con mejores precios y con productos más variados. Su tamaño es inmenso y allí te puedes tirar horas si quieres paseando entre planta y planta, nuevamente Carmen lo pasó estupendamente y de nuevo volaron los yenes casi sin querer 😀
Una vez calmada la fiebre consumista, llegaba el momento de comer algo, la verdad que no fuimos demasiado originales y acabamos en un Burguer King comiendo unas hamburguesas, por aquel momento queríamos algo rápido y consistente y la verdad que nos sentó a gloria.
Cruce Shibuya
Para finalizar la jornada volvimos a cruzar el cruce de Shibuya, esta vez de día y lloviendo, lo cual es toda una experiencia como se aprecia en el vídeo que aporto más abajo:
Cada vez tengo más claro que Tokyo lloraba nuestra marcha y no quería que nos fuéramos, pero había que seguir conociendo el país, aunque a un servidor le dejó una huella imborrable en el corazón y espero no tardar mucho en volver por sus calles 🙁
De allí rumbo al hotel en el tren siguiendo esta ruta:
La penúltima vez que nos montaríamos en la linea JR Yamanote nos tenía preparada una divertida sorpresa, que supuso el segundo:
«MOMENTO ESTELAR«
Durante todo el viaje no pude evitar la tentación de hacer fotos a japoneses dormidos, es tan curiosa la forma en que se quedan adormilados en el tren y como dan un brinco al llegar su parada, que es casi algo para el estudio. Pero en aquel viaje de apenas media hora presenciamos al mejor durmiente de todo el tiempo que estuvimos por allí. En la foto de más abajo se aprecia la postura tan retorcida que presentaba y la prominente inclinación, llegando incluso casi a posar su cabeza en las faldas de la chica de la derecha, sin que la otra se llegara a inmutar, pues iba igual de amodorrada, aunque con una postura más natural. Como sería el estado de adormecimiento tan profundo que se le llegó a caer el paraguas al suelo y ni con el estruendo se llegó a despertar. Esta visión justo delante nuestro nos hizo llorar de la risa, casi pasando vergüenza de que alguien nos pudiera ver, pero es que era algo que nos e podía evitar, sin duda un recuerdo que aún me saca una sonrisa cada vez que lo rememoro.

Como ir de Tokyo a Osaka
Llegamos al hotel, recogimos las maletas y pusimos rumbo a la estación de Tokyo desde donde saldría nuestro shinkansen rumbo a Osaka a las 17:33 de la tarde, en un trayecto que duraría aproximadamente unas 3 horas. Como se aprecia más abajo el gasto era sustancioso, pero todo estaba cubierto con la Japan Rail Pass, éste sería uno de esos días en que más se amortiza:
El viaje se hizo de forma cómoda y ya en la noche, por lo que por la ventana apenas se veía alguna ciudad durante las paradas y poco más. El Fuji lo pasamos entre la más absoluta negrura, por tanto habrá que esperar en otra ocasión para divisarlo como es debido.

A la llegada a la estación de Osaka nos dimos cuenta de un dato curioso, mientras que en Tokyo la fila lenta de las escaleras mecánicas es a la izquierda, en esta ciudad y en el resto de lugares que visitamos es en la derecha como suele pasar en Europa. Nos sorprendió y de hecho parece que no tiene explicación, pues ni los propios japoneses nos supieron dar una razón de porque ocurre eso.

El llegar a estación tan transitada como la de Osaka nos hizo probar por primera vez las aglomeraciones en el transporte público en Japón. Mientras que en Tokyo habíamos sorteado bien estas muchedumbres, aquí no tuvimos tanta suerte y en lo que más se notaba era en ir cargados con las maletas, que aún iban llenas de cómida y algunos regalos para la prima de Carmen a la que en pocos minutos volveríamos a ver después de meses desde que se marchara. Para ello tomamos la linea circular que rodea Osaka y en pocos minutos estábamos en Tennoji, barrio en el que se encontraba el apartamento donde dormiríamos a partir de ahora y durante el resto del viaje.
Al llegar a la estación pronto nos dimos cuenta que ese barrio estaba repleto de vida pese a ser ya tarde y que es un importante punto comercial de la ciudad. Tuvimos que esperar al menos una hora hasta que la prima de Carmen llegó a buscarlos y de allí para la casa, después de varias horas de camino se necesitaba una buena ducha, comer algo y descansar. Más abajo podéis ver a Carmen con su prima María a la entrada del edificio donde estuvo viviendo durante algo más de 4 meses.

Después de una efusivo recibimiento, no sabemos si por vernos a nosotros o por saber que la habíamos llevado embutidos embasados al vació y algunos regalitos, subimos al apartamento. En resumen se trataba de la típica casa japonesa de reducido tamaño con cocina y salón en la misma habitación y otro cuarto extra con la cama y un escritorio. El baño se encontraba en una pequeña habitación dividida en 3, en una el lavabo con el espejo, en otra la bañera y en otra el hinodoro. Todo muy correcto y suficiente para vivir allí, aunque está claro que acostumbrados a los alojamientos medios que tenemos en España se hace un tanto reducido, en especial para la gente alta, pues los marcos de las puertas y los espejos están un tanto bajos 😀
Una vez charlamos durante un buen rato para ponernos al día y nos pusimos cómodos, nos quedamos en nada dormidos en la cama de estilo tradicional europeo, algo que se agradecía pues tocaba reponer fuerzas. Llevábamos apenas 4 noches en el país y ya teníamos un buen tute encima, pero aún quedaba mucho más por descubrir y el día siguiente prometía y mucho, ya que uno de los motivos de haber bajado ese sábado a Osaka, es que el domingo siguiente era el cumpleaños de la prima de Carmen. ¿Que suponía eso? Pues que tocaría celebrarlo como es debido y en compañía de un grupo de japonesas compañeras de María que nos mostrarían como se sale de fiesta por allí. Sin duda fue un día sensacional, pero eso ya lo contaremos en la próxima entrada.
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28 Comentarios
Está claro que Tokyo se merece mención especial en este viaje. No me extraña que haya gente que opte por centrarse en esta gran ciudad y dejar de lado el resto, porque te atrapa con sus luces de neón y tiendas molonas. Los amantes del manga y anime tienen en Tokyo la meca para el consumismo más absoluto.
Osaka, como ya contaremos más adelante, tampoco se queda atrás, y hay otras ciudades que nos han encantado, pero me temo que no son la capital japonesa ;P
Los momentos estelares han sido muchos y variados y aún quedan muchos por relatar, así que no perdais de vista a Mario XD
Tokyo nos caló mucho y seguro que en nuestra próxima visita a Japón le dedicamos nuevamente más días para seguir descubriendola 😀
Menude tute de tiendas que os pegásteis, eh?? jejejeje Aprovechásteis bien!! jejeje
Yo ya estoy acostumbrada a la lluvia en nuestros viajes… Es una fiel compañera. En mi caso, raro es el viaje en el que no nos llueva… Ahora mismo solo recuerdo dos viajes así! jajajaja
Qué curioso como duermen los japos! Si es que son la caña! jajajaja
Un abrazo
De Japón casi todo sorprende y nosotros que viajamos con presupuestos ajustados siempre, en esta ocasión compramos más de lo normal, es que hay cosas que aquí no se ven y no se podía dejar de pasar la oportunidad jeje
Un abrazo!!
Me gusta lo de «momentos estelares»…jaja, y cómo cuentas las cosas. Y desde luego lo de la boda japonesa fue puro periodismo de investigación eh? jeje ;), ahí mirando entre las maderas… Saludos!!
Si llega a ser la boda de algún famoso (que igual lo era) habría sido labor típica de un periodista de prensa rosa de los de aquí 😀
Qué suerte haber presenciado una boda en un templo sintoista!!! A pesar de la lluvia creo que os llevasteis un buen momento…
Me siguen sorprendiendo las tiendas de ocho plantas, madre mía, es para pasar el día entero allí dentro!!
Tokyo es alucinante, a ver que os deparó Osaka…
Saludos!!!!!
Allí todo se hace a lo grande y los centros comerciales son descomunales, en Osaka tuvimos más tiempo aún para visitarlos y en algunos se te podía hacer de noche sin que te dieras cuenta xD
Saludos!!!
La verdad es que parece que hay tiendas para todos los gustos y colores, capaces de atrapar hasta al menos consumista. Yo no soy muy fan del Final Fantasy pero tengo una amiga que es una verdadera enganchada a la saga. Seguro que le encantaría esa tienda.
Y lo de la boda fue un puntazo, muy chulo.
Un saludo 😉
A mi la saga FF me apasiona y ver tantas figuras y productos de ella me motivaron un montón, está claro que para todo lo «friki» allí tenemos un universo a parte fascinante 😀
Saludos!!
Que suerte! Te encontraste con una boda sintoista, toda una experiencia en Japón!.
Muchos de mis amigos informáticos estarían deseando pisar Japón para entrar a la tienda Manga y recorrerse cada una de las estanterías de la tienda.
Como siempre muy bien documentado todo y sobretodo el transporte!…:)
Un saludo,
Vero.
Desde luego que en temas de informática y manga esta ciudad es un paraiso, se encuentra de todo, aunque los precios con el cambio actual no son tan competitivos, pero al menos para ojear sirve como disfrute visual y de vez en cuando no queda más remedio que sacar la tarjeta de crédito a paseo xDDD
Saludos!!
Que recuerdos!!! Me encantaría volver a Japón.
Muy buen post, por cierto, a cuánto cambiabas el euro a yenes? Mira ahora y te puede dar un soponcio.
Un abrazo
Cuando estuve nuestro cambio rondaba los 108 yenes por euro. A día de hoy casi mejor no ver las referencias… Mucho tiene que mejorar la cosa para que se pueda volver por allí, mal que nos pese 🙁
Un abrazo!!
Ya sabía yo que algo ibas a comprar, jejejeje. Por lo menos esta vez Carmen también tuvo su momento. Qué guay lo de la boda, a mí me hubiera encantado ver una, tiene que ser chulo!!! El Parque Yoyogui no fue uno de los lugares que me gustaron pero quizás fue que lo visitamos en pleno verano, con un calor impresionante y el sonido de las chicharras a todo volumen, jejejeje. Un abrazo. 😉
A mi los parques me encantan y aún con la lluvia fue un lugar que me gustó mucho, encima la boda fue un gran plus. Como comprobarías Tokyo tienen tantas tiendas y tantas cosas chulas, que es complicado no caer en el consumismo jeje
Un abrazo!!! 🙂
En un día visteis algunos de los lugares más míticos de Tokyo 😀
Ya te digo, era el hasta pronto que le dimos a Tokyo y había que ver algunos «imprescindibles» que aún nos quedaban pendientes 🙂
Jajajajajajaja… un punto que menciones lo de la gente durmiendo en el metro… Para ver eso no hace falta irse a Japón… con ir un lunes en el metro de Madrid verás exactamente lo mismo. Y la gente se levanta en su parada!!! yo me quedo frito y estoy dando vueltas por Madrid todo el día jejejeje…
Da error el video del cruce… que me he quedado con ganas de verlo.
Mira que he montado veces en el metro de Madrid, pero hasta tan extremo nunca había visto tanta gente dormida y en posiciones tan singulares jaja
Lo del error debe ser un problema puntual de Vimeo, ahora se puede reproducir sin problemas 🙂
Qué pasada la tienda de Square Enix y la tienda de comics se pasa, como llevan al extremo todos sus hobbies xD
Está claro que allí se te gusta algo, intentan potenciarlo hasta niveles inimaginables, es una pasada como dices xD
Para mi lo mejor es el parque Yoyogi, es sin duda el primer lugar donde iría si visitara Tokyo, ya que soy fan de los parques. Además que los parques japoneses son inspiración para muchos parques y jardines en todo el mundo por lo bonitos que son. La pena es que os lloviera tanto ese día. Luego el templo en el parque también me encantaría; igualmente los templos es algo que me gusta visitar. Lo de la boda tradicional fue un regalazo, qué suerte poder verla.
Las tiendas y edificios ya no me interesan tanto, eso lo he leído más por encima. Pero estaré al tanto a ver si hablas de más parques, enclaves naturales o algún pueblecito en lo que queda de tu relato, que es lo que más me gusta a mi. Lo mismo hasta un día hasta me animo a ir a Japón, que es un destino que nunca me había llamado, pero quién sabe.
Saludos!!
Estoy contigo con eso de los parques, una gran ciudad puede ser fascinante, pero si no tiene una gran zona verde le falta algo esencial. Si te gusta la naturaleza en las próximas entradas te encantarán algunos de los rincones que visitamos desde Osaka 😀
Saludos!!!
Ganas tengo de ir a Japón, pero con un cambio ahora de 96 yenes por Euro, se ha convertido en un país carísimo … (díselo a mi hipoteca) … en mi caso, creo que esperaré a que el Euro comience a levantar el vuelo (lo que le llevará algunos años) hasta que más o menos se recupere …
Un saludo.
Ya lo creo compañero, cuando estuve ya había bajado bastante y ahora está peor aún, a ver si la cosa mejora para que puedas ir y nosotros volver 😀
Saludos!
Hola, esta genial como van describiendo todo lo que fueron viendo, me gustó mucho.
Una duda,¿ entonces con la JR Pass ya no tuvieron que pagar el boleto del shinkansen a Osaka?, tenía entendido que te hacían un descuento si contabas con la JR Pass, pero que aún así tenías que pagar una diferencia.
Gracias y saludos.
Durante los días que tengas activada la JR Pass puedes coger las veces que quieras los trenes shinkansen y usar las lineas de metro JR, sin coste alguno, osea que los viajes más costosos hay que incluirlos en esos días para amortizarla.
Me alegra que te gusten mis relatos, si tienes más dudas aquí estamos 😀
Saludotes!