Un nuevo día de visitas comenzaba en Tokyo, hoy madrugaríamos nuevamente, aunque no tanto como en principio teníamos planteado. La primera visita del día estaba destinada a la famosa lonja de Tsukiji, considerado el mayor mercado mayorista de pescado y productos marinos. Para sacarle el máximo partido a este lugar lo lógico hubiera sido habernos levantado a las 4 de la mañana para estar allí casi antes de salir el sol y poder asistir a la subasta de pescado que se realiza cada día bien temprano. Pero al encontrarnos tan lejos desde el hotel y considerando que al vivir en un entorno marítimo todo el año estamos acostumbrados a este tipo de actividades, aunque no a tan gran escala, decidimos levantarnos a las 7 y usando el metro acercarnos cómodamente, aunque no viéramos el momento de las pujas. Esta fue la conexión que realizamos:
Lonja de Tsukiji
Una vez estamos en la estación de Tsukiji simplemente tenemos que salir por los accesos A-1 y A-2 y nos encontraremos en el «Jogai Shijo» o mercado exterior, la primera área de este mercado de las 2 que lo componen. Aquí en un entramado de calles y callejones se encuentran los puestos de venta al por mayor, así como los negocios de cara al público como pequeñas tiendas con comida en general y utensilios de cocina japonesa y restaurantes cuya especialidad es el sushi.


Esta zona está abierta hasta media tarde y es bastante entretenida de visitar, podemos probar mucha comida típica de Japón y si somos cuidados a la hora de elegir el sitio, no se come caro. Generalmente la gente acude allí para ver toda la actividad pesquera que se desempeña en la lonja y para degustar su famoso shushi, plato de origen japonés cuya base es el arroz cocido adobado con vinagre de arroz, azúcar y sal con pescados y mariscos. En muchos de los restaurantes más conocidos se llega incluso a encontrar cola para poder comer y en otros encontramos carteles donde nos indican que no sirven shushi, así evitan que continuamente los turistas entren a preguntar siempre lo mismo 🙂
Antes de desayunar un plato de shushi, algo que queríamos hacer sin falta, nos fuimos hacia el «Jonai Shijo» o mercado interior, donde los mayoristas licenciados (casi 1000) realizan las subastas y se procesa la mayor parte del pescado. Ya había terminado el tiempo para los remates (horario de 5:00 a 6:15 para ver las subastas), por lo que nos entretuvimos durante una hora caminando entre los distintos puestos viendo las diferentes especies que allí se preparan para la venta y consumo.



Según las estadísticas Tsukiji mueve más de 2000 toneladas de productos marinos diariamente, con una variedad de cerca de 500 especies, desde sardinas hasta atunes de varios cientos de kilos, sin faltar caviar de los más caros del mundo. Un puro espectáculo en donde el atún rojo nos dejará sin palabras, pero también habrá algunos que dan casi miedo de pronunciar su nombre, como el fugu o pez globo, con el que se hace uno de los platos más reputados de la cocina japonesa y que es mortalmente venenoso si no se prepara como es debido.
Las dimensiones de algunas conchas y moluscos son desproporcionadas y el ajetreo de los allí presentes es continuo, sin que los turistas lleguemos a suponer una gran distracción, siempre claro, que nos comportemos de forma respetuosa. Un tema con el que hay que tener algo de cuidado es con los carritos motorizados y transpaletas que circulan a toda velocidad por los callejones, siempre hay que ir con precaución y evitar ponerse a hacer una foto en medio del camino.
Con la curiosidad saciada tocaba colmar nuestro apetito y pegarse un buen desayuno de sushi. Decidimos sentarnos en la barra de un restaurante tradicional y pedirnos 2 platos combinados, siempre acompañados de un buen vaso de té verde. En mi caso únicamente había probado shushi anteriormente en un buffet de Las Vegas y me encantó, por lo que estando en Japón hubiera sido delito no probarlo, aunque hay que reconocer que suele ser bastante caro, más aún estando en un sitio tan turístico como es Tsukiji, pero al menos sabes que es fresco.
En nuestros platos no faltaba un poco de Makizushi, el típico sushi que viene en un rollito de alga nori seca y relleno con verduras o pescado, también Nigirizushi, que es el habitual sushi sobre una bola de arroz sazonado con wasabi y Nigiri de maguro y sake. En definitiva, una recopilación de los estilos más comunes para probar un poco de todo, en mi caso ya sabía que me gustaba y los disfruté mucho, mientras que Carmen no salió demasiado convencida. Hay que tener en cuenta que las personas que no les guste la comida poco hecha, igual no les acaba de convencer su tacto y sabor, por lo que antes que gastarse el dinero en un plato demasiado copioso, mejor picotear y saber si nos gusta de antemano. El precio por los 2 platos fue de 2.168 yenes al cambio unos 20 euros a dividir entre 2, desde luego nada barato, pero si te gusta sirve como desayuno-almuerzo sin problemas 🙂


Como llegar al mercado de Tsukiji:
Debemos usar el Metro: Tsukiji, línea Hibiya (H). Para llegar a la subasta de los atunes deberéis ir en taxi.
Cumplido uno de los objetivos del viaje, tocaba seguir nuestra marcha, ahora nos encaminaríamos a visitar el barrio de Ginza. Para ello seguimos a pie la avenida Harumi Dori de la siguiente manera:
Foro Internacional de Tokio
Lo primer que visitamos fue el Foro Internacional de Tokyo, próximo a la estación de Yarakucho. Un moderno edificio de cristal que sirve como sala de exposiciones, conciertos y centro de conferencias de la ciudad. El verdadero interés del lugar es disfrutar con el diseño arquitectónico diseñado por el uruguayo Rafael Viñoly con impresionantes vigas de acero y pronunciadas curvas. Desde fuera da la impresión que tiene forma de embarcación de gran envergadura. Como recomendación lo mejor es coger uno de los ascensores y ascender hasta alguna de las platas que da acceso a las pasarelas que cruzan transversalmente el edificio para contemplar las vertiginosas vistas, aunque realmente no tiene mucho más, quizás el hecho de que sea gratuito nos haga echarle un vistazo en nuestro paseo por Ginza.

El barrio de Ginza destaca por su aspecto occidental, repleto de centros comerciales y en donde poco a poco se han ido ubicando centros corporativos de varias importantes empresas. Justamente ahí se centraba mi verdadero interés. pues no me quería ir de Tokyo sin visitar el Edificio de Sony allí ubicado.
Edificio de Sony
Sony es uno de los gigantes mundiales en la electrónica de consumo, el audio y el vídeo profesional, los videojuegos y las tecnologías de la información y la comunicación. Siempre me han gustado sus productos especialmente en lo referente a sus cámaras de fotos y videojuegos, por lo que había llegado el momento de echar un vistazo a los últimos modelos y especialmente ver que nos depara en los próximos años.
El horario de visitas es de 11:00 a 19.00 horas y la entrada es totalmente gratuita.

En la primera planta podemos encontrar las distintas cámaras de fotos y vídeo con las que cuenta la empresa en estos momentos. Cuando el ahorro me lo permita (algo que tardará), me gustaría comprar una cámara nueva que me facilite una mayor libertad a la hora de seguir mejorando en la fotografía. Entre todas ellas,me hizo ojitos la nueva Sony Nex-7 una evil con unas prestaciones excelentes y con la posibilidad de intercambiarle lentes, algo que con mi actual bridge no se puede hacer. Los mejores puntos a su favor es su reducido tamaño frente a las reflex convencionales y que cuenta con visor, algo que las anteriores Nex no traen. Su precio desde luego no es una de sus virtudes, 140.000 yenes , por lo que habrá que aguantar con la actual hasta que diga basta y ahora mismo casi prefiero que su longevidad se dilate durante bastante tiempo 🙂

En las siguientes plantas encontramos algunas de las novedades y futuros lanzamientos más destacados, entre los que destacía unas gafas con audio integrado que te permiten ver sin necesidad de pantalla la televisión en 3D dando la sensación de que tenemos delante un monitor de más de 50 pulgadas, el efecto está efectivamente conseguido y los cascos nos aislan totalmente del exterior, tanto que cuando nos los pusimos casi que no queríamos quitárnoslos y seguir viendo el fabuloso tráiler de Men In Black 3, película recientemente estrenada en España.
En el vídeo de más abajo se estaba probando el sistema de estabilidad de una cámara de vídeo, en ella se comparaban dos videocámaras sobre una peana que se iba moviendo y conectadas con la televisión se podía ver como en el modelo más moderno por mucho que el balanceo fuera considerable, apenas se apreciaba un leve movimiento y en ningún momento se notaba el típico arrastre cuando grabamos con una aceleración de desplazamiento rápida.
En las siguientes plantas encontramos una amplia variedad de portátiles, ordenadores de sobremesa al estilo del célebre iMac y como no podía ser de otra forma, las tan cotizadas hoy en día tablets. Allí se encontraban distintos modelos y con acceso a internet, por lo que es un buen lugar para realizar consultas de forma rápida.
Por último encontramos algunas de las pantallas más revolucionadas que llegarán a lo largo del presente y de cara a 2013. Me sorprendió gratamente una pantalla LED de 56″ con unas gafas 3D activas, que se veían mucho mejor que cualquier otras que haya probado antes y la reducción en cuanto al brillo en pantalla no era tan acusado. Las gafas costaban 40.000 yenes, por lo que a saber en conjunto con la tele, que simplemente ponía próximamente, por cuanto sale la gracia.
En las plantas de arriba podemos encontrar una tienda de ropa y la sede en Japón de la aerolinea Pan Am, salvo que estemos interesados en conocer la historia de una de las empresas de aviación más importantes en la década de los 30 y queramos ver el vídeo en una sala de congresos en la última planta, podemos dar por concluida la visita y seguir nuestro camino.
Como llegar a Ginza:
Para llegar a este barrio tenemos que coger el Metro: Ginza, líneas Marunouchi (M), Hibiya (H) y Ginza (G).
Desde aquí tocaba darse un nuevo paseo, estaba vez rumbo a la Torre de Tokyo, para eso seguimos este camino:
Aunque por el camino nos fuimos encontrando algunos puntos interesantes, como Hibiya Park, que se encuentra al sur del palacio imperial y cuenta con varios lagos y fuentes. No está mal darse un paseo por allí si decidimos ir caminando hasta el barrio de Minato, que a parte de compartir su nombre con el padre de Naruto, también es el punto donde podemos visitar la «Torre Eiffel» de Tokyo y uno de los templos más bonitos de toda la ciudad, el de Zojo Ji.

Puesto que la distancia que nos tocaba recorrer era amplia y en la ciudad hay tantos templos repartidos, casi sin quererlo nos encontramos con el templo de Mita Hachiman que se encuentra justo al final de unas empinadas escaleras tal como vemos en el vídeo de más abajo:
No estaba en nuestra lista, pero el ambiente que se respiraba en este templo sintoista era de lo más agradable, apenas había media docena de personas realizando sus oraciones y junto al templo existía un pequeño estanque con carpas. Uno de los aspectos que más me gustan de Tokyo es que al ser una ciudad tan grande es muy fácil descubrir rincones menos conocidos, pero que igual tienen mayor encanto que los más típicos, Hachiman realmente no tiene nada en particular y ahí es donde radica su esencia, en la humildad y la tranquilidad de su entorno.

Fue bastante curioso cuando recorríamos el entorno que rodea el santuario y vimos que existía un ascensor para llegar arriba y nosotros subiendo esas agotadoras escaleras, eso se avisa…
Zojo Ji
En algo más de una hora llegamos finalmente al Zojo Ji, un templo budista de la secta Shingon, una de las escuelas de budismo principales en Japón, cuyo nombre es una representación de la palabra sánscrita «mantra» y es la más importante entre las religiones esotéricas o tántricas.Como marca de distinción con el resto, emplean una antigua escritura india conocida como Siddham para escribir los mantras y dibujar mandalas, en vez de utilizar representaciones pictóricas.
Este templo se encuentra justo al sur de la Torre de Tokyo, por lo que se divisa una bella estampa en donde se puede ver lo antiguo (el templo) y lo moderno (la torre de Tokyo). Allí se encuentran enterrados 6 de los 15 shogunes Tokugawa. Para quien no lo sepa el Shogunato fue el poder militar que dirigía el país entre finales del siglo XII hasta la Restauración Meiji de 1868, aunque con algunas interrupciones entre ese periodo.

Esperando el veredicto sobre este salto de @SltCnmg 🙂
Es un sitio fantástico para visitar y uno de los templos que más me gustaron junto con el de Sensoji, aunque la vistosidad de Zojo Ji para mi gusto es mayor, por la noche no es recomendable de visitado, pues se encuentra a oscuras, al contrario que el templo de Asakusa. Se puede visitar su interior, pero no podemos realizar fotos puesto que allí se encuentran los seguidores de esta corriente religiosa realizando sus rezos, aunque desde luego merece la pena entrar.
¿Que son los Jizōs?
Unas figuras muy curiosas pudimos ver por primera vez en Japón entre los primeros cerezos en flor, los Jizōs. Esculturas de piedra que representan niños que no han nacido o que han perdido la vida prematuramente. Su colorido y vistosidad suscitan a pensar todo lo contrario, pero cuando conocemos su significado real nos damos cuenta que historias muy tristes están detrás de ellas.
Sus padres les colocan sombreros generalmente de punto, vestidos y flores, es tan fiel la recreación humana que le dan a la piedra con esos adornos que casi tienen un aspecto real de como pudo ser en el pasado ese niño antes de tener tan prematuro final. Muchos de ellos cuentan con montones de piedra junto a sus pies y su significado está basado en una de tantas historías de la cultura japonesa:
Cuenta esa historia que cuando un niño muere prematuramente o incluso antes de nacer y tienen que pasar por el río Sanzu que es donde van a parar las almas, como no han tenido una vida lo suficientemente larga para con las buenas acciones cruzar a la otra orilla, se quedan inmersos en ese pulgatorio. Esos niños a modo de plegaria a Buda forman montañitas de piedra para pedir clemencia, pero por la noche los demonios destrozan estos montones llenando de tormento a los niños, con lo que recuerdan el sufrimiento que han hecho pasar a sus padres.
De esta forma con la figura del Jizō se intenta honrar a esta deidad compasiva para que proteja a los niños y consigan de una vez por todas cruzar el río y llegar al otro lado.


Finalizada nuestra visita al templo seguimos nuestro camino para subir a las alturas, tocaba ascender a la famosa Torre de Tokyo que tantas veces hemos visto por televisión al ser un símbolo de la ciudad y que ha salido en series de anime como Doraemon o Gantz e incluso en la serie animada de Los Simpsons, así como evidentemente en casi cualquier film cuya trama se origine en esta ciudad.
Torre de Tokio
Fue diseñada a imagen y semejanda de su homónima en París, la Torre Eiffel, aunque sin embargo la torre japonesa mide 8,6 metros más llegando a los 332,6 metros. Está pintada en rojo y blanco para ser perfectamente visible por los aviones y fue terminada en 1958. Fue diseñada para transmitir la señal de televisión, aunque hoy en día también se utiliza para señales de radio e incluso es soporte para canales como NHK, TBS y Fuji TV.

Para subir deberemos pagar 820 yenes y el horario es de 9.00 de la mañana a 22.00 de la noche. Un tema a tener en cuenta es que las entradas más caras en la visita a Japón están relacionadas con este tipo de miradores, por lo que hay que evaluar cuales merecen más la pena y aprovechar los gratuitos, porque sino se nos puede ir un buen pico si queremos acceder a todos. Esta torre es uno de los puntos más visitados de la ciudad y es recomendable de subir al caer la noche para ver las 2 versiones de la ciudad, aunque nosotros por la concepción de nuestro itinerario no fue posible y lo hicimos a media mañana, lo cual sigue siendo recomendable.
Desde arriba tenemos unas impresionantes vistas en 360º de la ciudad, en la primera foto de más abajo podemos ver la isla artificial de Odaiba y su impresionante bahía donde desemboca el río Sumida, lo que sería nuestro plan de visita aquella tarde. Mientras que en la segunda imagen que vemos seguidamente nos encontramos a lo lejos la Tokyo Sky Tree, la torre llamada a suceder a la Torre de Tokyo duplicando casi su tamaño. Próxima a ella se encontraba nuestro hotel en Asakusa, por lo tanto es un corte vertical de todo lo que habíamos andado aquel día, en linea recta serían algo más de 8 kilómetros, por lo que imaginarse lo que llevábamos andando durante toda la mañana, aunque claro esta vez al menos habíamos usado el metro para llegar hasta Tsukiji 😀

La entrada normal cuenta con 2 plantas, en la baja que se accede desde la superior, podemos encontrar en algunos puntos del suelo unos huecos con cristal en los que plantarnos y parecer que estamos en el aire y disfrutar de unas vistas no aptas para personas con vértigo. Es impresionante la cantidad de personas que pueden concentrarse a la misma vez allí arriba y encima en un país tan poblado como Japón, pues peor aún. Si queremos sacarnos la clásica foto encima del cristal nos costará bastante, yo por el contrario os dejo un vídeo para que podáis comprar como son los miradores:
Es posible pagar una entrada extra y subir a un observatorio a más altura, pero nosotros decidimos ahorrarnos ese dinero y contentarnos con ver Tokyo desde el observatorio primero.
Como llegar a la Torre de Tokio:
La forma más sencilla es hacerlo por Metro: Estación de Akabanebashi de la línea Oedo.
Iba llegando la hora de comer y pensamos que un buen lugar para reponer fuerzas podría ser el barrio de Akihabara y de paso dar otro paseo por este área infinita de posibilidades y por tanto esta fue la conexión que realizamos:
Aunque la parada más próxima a la Torre de Tokyo es Akabanebashi de la linea Oedo, decidimos ir andando al sur hasta Hamamatsucho y con la linea JR Keihin llegamos en un periquete ahorrando dinero y conexiones. Si se quiere comodidad conviene apostar por Akabanebashi, si prima el dinero, mejor andar un poco como hicimos nosotros 😀
Todos los caminos llevan a Akihabara
Aquí estábamos otra vez, parece que con la visita del día anterior a Akihabara no tuvimos suficiente y habíamos decidido echarle otro vistazo. En primer lugar después de que hubiera comprobado algunos precios mi espíritu coleccionista me hizo comprarme una Super Famicom, gloriosa consola que a España llego como Super Nintendo y de la cual me había desecho hace ya muchos años. Siempre había tenido esa espinita clavada y era el momento de traerme el sistema japonés a casa para que se reuniera con sus hermanas mayores (Nes) y sus hermanas menores (Nintendo 64, Wii, Playstation, PS2, Ps3…), después de tantear entre muchos juegos opté por pillarme en riguroso japonés un clásico de esta máquina el Super Mario World. Seguramente en un futuro cuando vuelva a Japón, el gasto será más aparatoso en este tipo de artículos, pero a día de hoy no nos podemos permitir locuras, como podéis apreciar mi pasión por los videojuegos siempre ha estado ligada a Nintendo y más recientemente a las consolas de Sony, aunque tengo que decir que nunca he tenido una videoconsola de SEGA, siempre he tenido un vecino o amigo cerca, que me ha permitido jugar a los lanzamientos del otro gran gigante japonés de los videojuegos en el pasado, ya que hoy en día no es ni la sombra de lo que fue. En cuanto al otro coloso del entretenimiento digital de hoy en día Microsoft, me pasa como a los japoneses, que no les interesa lo más mínimo sus productos, por lo que mi predilección es nulo hasta la fecha.
En este llamémoslo «odio» de los japoneses hacia los productos de Microsoft, hay un asunto curioso, el titán americano se está gastando una pasta gansa en publicidad, especialmente en el barrio de Akihabara, pero también en metro y anuncios de televisión, pero parece que de nada les sirve, pues las montañas de consolas se mantienen allí y hoy en día vende incluso menos que la vetusta Playstation 2, que ya es decir.
Y es que hay que reconocer que Japón siempre ha sido un país exportador y muy protector de su mercado, por lo que el impacto de productos que vienen de fuera en su economía es muy leve, salvo con el Iphone, un auténtico éxito de ventas en el mercado nipón y en las tiendas de electrónica podemos encontrar miles de accesorios para este renombrado terminal móvil.

Una vez terminé las compras, que fue más decidirme por lo que compraba, que el gasto en sí, nos metimos en el mundillo de los productos «guarretes». Junto a uno de los recreativos SEGA, justo a su espalda existe una tienda de 8 plantas con multitud de productos sexuales e «indecentes» en general. Allí podremos encontrar desde trajes de cosplay de las típicas coleguialas, demonios, enfermeras o cualquier cosa que vuestra mente «calenturienta» pueda imaginar, la verdad que había algunos muy trajes muy chulos, pero con precios prohibitivos. Según se sube por las escaleras encontramos fotos de chicas que se han probado alguno de los trajes en distintas posturas, y ofertas eróticas de todo tipo, aunque sin llegar a la pornografía, sólo con ese toque de timidez y perversión tan nipón, como por ejemplo contratar a una sirvienta con el clásico corpiño de lencería. No faltan desde luego las secciones con películas porno e incluso las típicas con niñas pequeñas jugando que tanto gustan en Japón, la verdad que se ven cosas que llegan a escandalizar, pero bueno, es un mundo que también hay que conocer, aunque los más tímidos pasen vergüenza. Allí tuvimos otro de esos momentos para el recuerdo:
«Momento Estelar»
Uno de los primeros avisos nada más entrar es que no se puede ni grabar ni fotografía en el interior, pero en una de las plantas intermedias en la zona donde se encuentran algunos monitores retransmitiendo películas porno de esas en que los genitales masculinos vienen pixelados, nos encontramos a un desvergonzado nipón que con su teléfono móvil estaba grabando la escena. Desde luego que a ese personaje no le importaba mucho ser regañado por los trabajadores de la tienda y se le veía la mar de interesado, porque ni se percató de nuestra presencia, aunque también intentamos no molestar demasiado y romperle su momento «místico» 😀
En la tienda había mujeres y hombres por igual y desde luego que se respiraba un ambiente en el que no había ningún tabú por las cosas en que se iban interesando. Comprobaréis que aunque me mola hacer fotos en lugares prohibidos, esta vez no he insertado demasiadas, pero la verdad que en esta ocasión no tenía mucho interés en volverme a casa con fotos de dildos y menos aún que me regañaran por jugármela al hacer la foto… Quien quiera ver lo que allí se encuentra, le tocará pagarse un viajecito a Japón 😉


Terminado nuestro viaje por una de las caras del mundo erótico en Japón, proseguimos nuestro caminar por Akihabara intentando descubrir que escondían algunas de las muchas tiendas con gigantéscos carteles publicitarios. Había llegado el momento de sumergirnos en las bastas tiendas de souvenirs. Si hay una serie que casi monopolice el término de souvenirs en estos momentos en el país, esa es One Piece, la serie de anime y manga creada por Eiichirō Oda y que trata sobre la historia de Luffy un chico que con 7 comió accidentalmente una Fruta del Diablo, convirtiéndose en un hombre de gomay le hizo incapaz de nadar. Luffy, inspirado por el pirata Shanks «Akagami», sale al mar diez años después para convertirse en el Rey de los Piratas. Para ello necesita encontrar una tripulación adecuada que le acompañará en su aventura.
La verdad ni a Carmen ni a mi nos gusta esta serie, aunque se me echen encima los fans, que se cuentan por millones, pero desde luego si sois seguidores de esta serie, Japón para vosotros será el paraíso. Podéis encontrar casi cualquier artículo con la temática de esta serie.
Sombreros, gorras, productos de papelería y como no podía ser de otra forma artículos de esos que solo en Japón podrían encontrarse, como alfombrillas con imágenes de chicas de anime con senos abultados para apoyar las muñecas o almohadas con el personaje guapetón de turno para dormir abrazados a ellos, estos japoneses están muy locos y desde luego es un no parar de reír las demencias que nos podemos encontrar.


El mundo de las figuras de animación es otro de los artículos que más estanterías ocupan en este tipo de tiendas, podemos encontrarlas de multitud de temáticas, de videojuegos como God Of War, Metal Gear Solid, de animes como Dragon Ball o Naruto, así como de temáticas más americanas como superheroes de Marvel como Spiderman o Iron Man, o sagas como Star Wars. En este terreno el abanico es tan amplio que no nos centramos únicamente en series que sean japonesas, sino que la fascinación por estos muñecos es internacional y se encuentran de todos los precios y tamaños posibles.
Pero si tengo que destacar un estilo de figuras cuya relevancia sea mayor, sin duda son los «mechas» robots controlados por uno o más pilotos, que poseen partes móviles como brazos y piernas que beben del género de la ciencia ficción y se diferencian de los robots en que estos últimos se mueve por su cuenta, mientras que los mecas no.
Algunos ejemplos de figuras que podemos encontrar son las de Tengen Toppa Gurren Lagann, Code Geass, Mazinger Z o Zone of the Enders, desde tipo de robots hacen perder el sentido a algunos nipones y a no tan nipones, pues conozco a más de uno aquí en España que se pira por ellos, aunque a mi personalmente nunca me han fascinado demasiado.

El estomago nos comenzaba a indicar que iba llegando hora de alejarnos del mundo friki antes que nos absorbiera totalmente y que había que ir comiendo. Un ciclo que en cada viaje hacemos calcados es el de McDonalds por el Mundo, un viaje fascinante por los locales de comida rápida de la afamada cadena americana de hamburguesas y en Japón no podía ser de otra forma, por tanto al McDonalds que nos fuimos 😀
Como había que probar alguna que aquí no se pueda degustar, nos decidimos por una Teritama, que lo más destacado es que lleva un huevo dentro de la hamburguesa y una salsa de jenjibre. El calificativo de esta hamburguesa no puede ser otro que una auténtica guarrada y es que nada más sacarla del emboltorio por mucho que quieras ser cuidadoso, te pones perdido, en cuanto al sabor, nada que destacar, se come pero sin demasiada pasión, aunque desde luego supera por bastante a la Mc Maharaja que nos tomamos en Jaipur (India), al menos así pienso yo.
Los 2 menús con hamburguesa, patatas y bebida normal nos costaron 1.280 yenes, por lo que su precio es prácticamente el mismo que podamos tener en España.
Una vez comimos, que tampoco es que tuvieramos demasiada hambre, pues el desayuno había sido generoso, volvimos al hotel para dejar las compras seguir con nuestra ruta, para ello realizamos el siguiente trasbordo:
NAKAMISE
Como eran alrededor de las 5 de la tarde cuando pasamos por Nakamise estaba a plena actividad, los puestos de la calle central que van a parar al templo de Sensoji no daban a basto de la cantidad de turistas que había, nosotros acostumbrados a pasar hasta ahora por allí por la mañana y por la noche, casi no nos podíamos creer la actividad que tiene Asakusa durante el día. De paso aprovechamos para comprar los clásicos llaveros e imanes para seguir completando la colección.
La verdad que es uno de los mejores mercados de la ciudad, cuenta con muchas tiendas y con gran variedad de productos, aunque por ser conocido igual cuenta con unos precios algo más altos, pero si tampoco nos queremos caldear mucho la cabeza buscando tiendas menos turísticas, seguro que allí encontramos lo que vamos buscando. Existen gran variedad de restaurantes tradicionales e incluso nos podemos animar a montar en la clásica carretilla que es llevada a pie por una persona.


Una vez dejamos las compras en el hotel, nos fuimos camino del Tokyo Cruise, la empresa encargada de gestionar los cruceros por el río Sumida en Tokyo, la oficina de información se encuentra a un paso de nuestro alojamiento, no obstante colgaré la ruta para señalar el lugar exacto donde se encuentra:
Como podéis comprobar se encontraba a un paso de allí, por ello decidimos regresar al hotel para librarnos de las compras y realizar el crucero. Nuestra intención era hacer el crucero completo entre la salida desde Asakusa hasta la isla artificial de Odaiba, pero desgraciadamente ya había salido el último pase a la hora que llegamos. Por lo que al final optamos por hacerlo pero hasta Hinode Pier, el embarcadero más próximo en la otra orilla de la isla, pero próximo al Rainbow Bridge desde el que por tren ligero podemos llegar hasta Odaiba.
El precio de esta ruta es de 760 yenes por persona, mientras que ir directamente a Odaiba cuesta 1.520 yenes pero solo hay barcos hasta las 17:00 horas. Existen otras lineas, pero las más comunes son las dos que he citado y que desde luego recomiendo.


El embarcadero de Asakusa se encuentra justo delante del Flamme d’Or, uno de los edificio más fotografiados de toda la ciudad y sede de Asahi Super Dry Beer Hall un museo de la cerveza Asahi. Su singularidad radica en la figura dorada que lo corona y que desde que fue terminado en 1989 por el arquitecto francés Philippe Starck causa cierto escandalo, pues pese a que la idea era que simulara una gota de cerveza, comúnmente es conocido como la «cagarruta». Desde luego sirve como contraste en uno de los barrios más tradicionales de la capital nipona.
Este skyline ha sido recientemente completado por la Tokyo Sky Tree, una torre de radiodifusión que como ya dijera anteriormente llega con su impresionante tamaño para suceder a la Torre de Tokyo en sus funciones. Está considerada como la estructura artificial más alta de Japón y aunque cuando nosotros fuimos ya estaba totalmente finalizada su construcción, fue recientemente el 22 del pasado mes de Mayo cuando ha sido inaugurada, su principal atractivo, dejando de lado contemplar su esbelta figura son las dos plataformas de observación, una a 350 metros y otra a 450 metros de altura. con que cuenta. Será sin duda una visita obligada en nuestra próxima visita al país 😀
Aproximadamente a las 18.00 partíamos, nuestro barco era de corte clásico, con bancos de madera en el interior y ventanales en los laterales. En la zona de detrás que fue donde nos colocamos existía un ventanal abierto desde el que se podía disfrutar del paseo sin que los reflejos de los cristales. Me hubiera hecho ilusión que nos hubiera tocado el Himiko, el bus acuático futurista pero me tuve que conformar con el que nos tocó y con verlo amarrado en el puerto de Hinode. Aquí os dejo dos vídeos para que podáis ver y escuchar la experiencia surcando el Sumida:
Hicimos el trayecto en aproximadamente 45 minutos y la verdad que fue muy entretenido, a medida que íbamos llegando al Odaiba iba anocheciendo, hasta que cuando nos bajamos del barco que ya era totalmente de noche. Desde Hidone Pier tuvimos que tomar un tren de la linea Yurikamome Line hasta Odaibakaihinkoen que cruzaba desde una orilla a la otra por el Rainbow Bridge. La estación es muy sencillo de encontrarla, una vez salimos del embarcadero giramos a la izquierda y unos metros más adelante veremos un ascensor en esa misma acera para ponerte al nivel de la vía del tren que cruza el río Sumida hasta Odaiba.
Para ello tuvimos que comprar un ticket en la máquina con la siguiente combinación:
Como llegar a Odaiba:
Existen otras conexiones para llegar a l isla en caso de que no vengamos de hacer una conexión con alguna de las rutas de Tokyo Cruises, estas son las estaciones y conexiones más importantes:
El paseo en tren en la Yurikamome Line va por encima del Rainbow Bridge o puente arcoiris. Fue inaugurado en 1993 con una longitud de 570 metros y tiene un parecido bastante evidente entre con el puente de Golden Gate de San Francisco que recientemente ha cumplido 75 años.
ODAIBA
Una vez estamos en la isla artificial de Odaiba cuya zona oeste es la zona más turística pues allí se encuentran multitud de centros comerciales y uno de los edificios más espectaculares de toda la ciudad, la Fuji TV, mítica cadena de televisión en la que se emitió Dragon Ball hace años y que hoy en día emite entre otros One Piece. Lo más destacado de su fachada es una gran esfera incrustada en uno de sus laterales.
Desde luego aprovechando la noche un imprescindible es asomarse a la playa artificial y divisar desde allí la había y la iluminación de toda la zona, resaltando por encima de todos los múltiples colores que adornan el Rainbow Bridge y que son alimentadas con energía solar.
Como curiosidad a la derecha de la Fuji TV podemos encontrarnos una réplica de la Estatua de la Libertad, famosa imagen de la ciudad de Nueva York y que en Japón también se puede visitar. Desde luego parece que la original se me está resistiendo, pues ya he podido estar delante de su copia en Las Vegas, París y ahora en Tokyo, a ver cuando se da la ocasión que pueda estar junto a la inicial.


Nos metimos un rato a ver alguno de los centros comerciales que allí se encuentran, en concreto el Sea Side Mall, donde había tiendas de todo tipo, una sección enorme con atracciones para niños pequeños y unos salones recreativos de Sega, los conocidos como «Sega Park» pero era tarde y ya estaban cerrados. Aquí nuevamente no falta una tienda de Daiso, no tan grande como la de Harajuku, pero que nuevamente nos sorprendió por la variedad de sus productos y sus precios. Un dato curioso es que había varias tiendas que no tenían un encargado para cobrarte, sino que cogías una cesta y luego te ibas hacia una zona de cajas y allí pagabas, pero al no haber control ninguno, bien podíais irte sin pagar, está claro que este tipo de cosas nunca se podrán ver en España.

Finalizado nuestro paseo por Odaiba nuevamente cogimos el tren terminar nuestra noche en Shibuya, para eso cogimos esta conexión:
Como podéis apreciar en Japón en cuanto se comienza a hacer uso del transporte público, los yenes corren como la espuma, por lo que conviene tener muy pensados los itinerarios para usarlo lo justo y necesario, sobre todo si no tenemos la Japan Rail Pass, aunque desde luego es mucho mejor pagar viajes sueltos que gastar días en Tokio con ella activada.
SHIBUYA
Una vez llegamos a Shibuya nos fuimos a pasear un poco por la colina de los «Love Hotels», famosa zona de la ciudad donde se encuentran hoteles que alquilan sus habitaciones tematizadas para que las parejas vayan a intimar en sus encuentros. En cada hotel se pueden ver pantallas iluminadas que muestran las habitaciones disponibles, se paga por horas o por la noche completa y se sube. Esperamos la próxima vez ver como son por dentro, pues esta vez la economía mandaba, aunque viendo fotos por internet, nuevamente Japón deja patente que son únicos en estas cosas, con habitaciones con temática espacial, de Hello Kitty o simulando un vagón de tren, como muchos pudieron ver en la película de Mapa de los sonidos de Tokio dirigida por Isabel Coixet, está claro que de lo que se trata es de cumplir las fantasías por extravagantes que sean.
Esta zona es casi un laberinto, por lo que es fácil perderse entre sus calles, al final terminamos en una calle muy animada repleta de Izayakas, lo que vienen siendo los típicos bares o restaurantes en Japón. Es un lugar en el que se puede comer barato y bien, prueba de ello es que los mismos nipones están allí comiendo.

Iba siendo tarde ya y como casi siempre nos pasa, las metas de no llegar muy tarde al hotel no se iba a cumplir una noche más, para volver tocaría tomar el metro de Ginza Line hasta Asakusa como la noche anterior:
Pero antes nos estuvimos dando un paseo por la zona comercial de Shibuya, teníamos pensado visitar la tienda de mangas de Mandarake, pero su horario es de 12 de la mañana a 8 de la tarde y ya estaba cerrada, así que nos centramos en conocer el Shibuya 109, un centro comercial de nada menos que 8 plantas, centradas en ropa femenina para gente joven, fue más que nada mirar y no comprar, pues casi todo estaba carísimo, pero bueno era algo que había que hacer, al menos por cotillear y ver si su fama estaba justificada, a lo que tengo que decir que es más marketing que otra cosa, no es para tanto.
Como última parada previa a tomar el tren de vuelta al hotel, tocaba tomarnos una foto con la figura insignia de Shibuya, el célebre Hachiko. Una estatua de un perro de la raza akita que es recordado por ser un amigo fiel de su dueño, llegando incluso a mantenerla años después de la muerte éste. Esta es la historia para quien no la conozca:
En 1924, Eisaburō Ueno profesor de la Universidad de Tokyo adoptó como mascota a Hachikō. La rutina les hacía quedar cada tarde en la estación de Shibuya una vez Ueno terminaba de trabajar, así diariamente, hasta que un año después el profesor murió y nunca más volvió a regresar. No obstante el perro demostró tal lealtad a su dueño que siguió esperándolo durante los siguientes 10 años en la misma salida de la estación. Durante ese tiempo la gente se percató del hecho y fueron alimentando al animal, hasta que en 1935 finalmente murió. Sus restos hoy en día descansan al pie de la tumba de su dueño y cada 8 de marzo se conmemora la muerte de Hachiko.
La verdad que es una historia de lo más curiosa y que sin duda muestra la fidelidad que puede llegar a tener un perro y su dueño, es por ello que se levantó una estatua en su honor en el mismo lugar donde le esperaba cada día. Generalmente suele ser complicado hacerse una foto, pues son muchos los turistas que allí se agolpan para tomarla, pero nosotros tuvimos bastante suerte, pues fue llegar y sin problemas la hicimos 😉


Finalmente a las 22.00 tomamos el tren rumbo al hotel, había sido nuevamente un día intenso y completo, ahora tocaba cenar algo y descansar. El día siguiente no sería para nada tranquilo, ya tendríamos la Japan Rail Pass activa y eso significaba que por fin nos montaríamos en un Shinkansen rumbo a un destino retirado de la ciudad, lo que suponía madrugar.
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45 Comentarios
Le sacasteis partido al día!! Eso es exprimir bien el tiempo, jejeje. A nosotras también nos gusta probar los «Mc Donalds» de fuera, para ver qué cosas tienen que aquí no hay… siempre hay alguna sorpresa curiosa!
Japón sorprende hasta en un lugar con comida tan básica como los McDonalds, aunque tengo que decir que me quedo con las que hacen aquí 😀
Otro día de no parar, eh??? Yo en vez de visitar McDonald’s, en mis viajes no suele faltar el KFC! jajajaja Pero no suelo pedir nada raro… Siempre tiro a lo que podría comer aquí para no llevarme sorpresas desagradables! jejejeje
Me ha impactado lo de los niños prematuros! Ayy! qué cosas! lo que no se les ocurra a estos japos!! jejejeje
Saludos
Nosotros también solemos pasar por los KFC bastante, pero en este viaje no lo hicimos. La verdad que con lo vistosos que son los jizos, es una historia de lo más triste, pero es curioso conocer su origen.
Saludos!!!!
¡Madre mía! Vistes más cosas de Tokyo en un día que yo en las dos semanas (1 + 1) que he estado allí.
Yo entré un día en el McDonnals, pero lo mejor de todo es el MOS Burger y la hamburguesa de pollo terikayi! :9
http://www.mos.co.jp
Esas hamburguesas del MOS Burger las pillamos una noche para llevar, más ricas que las raras del McDonalds xDDDD
Imprescindibles que no deben faltar en este viaje que estén en esta entrada, al menos para mí: el crucero. visitar Odaiba y subir a la torre de Tokyo.
Aunque a decir verdad, visitar Japón es un acúmulo de experiencia tras experiencia. No hay nada que no quieras ver o que no te llame la atención.
Totalmente prescindible: comer sushi. De verdad, vaya asco más grande. Lo pienso y me entra repelús. Pero bueno, como ya digo, eso es a modo personal. Yo lo pasé regular por no decir mal a secas. Estás tu ahí en un típico restaurante japonés y, la verdad, te has gastao en el desayuno un buen dinerito y aunq no te gusten, te obligas a comértelo porque la otra opción es tirar el dinero. Y encima acompañado de te verde… infusión más amarga no la he conocido yo, no sirve ni para empujar la comida para intentar pasar el mal rato lo antes posible. Peor experiencia que beber la cerveza de la fábrica Guinness (podéis ver el video de esto último).
Te echo de menos Japón!!!
Jajaja. La verdad es que yo tampoco disfruté mucho comiendo sushi, la primera y única vez hasta el momento que lo he probado. Pero bueno, le quiero dar otra oportunidad… y si es en Japón mejor! ;D. Y lo de la Guinness, no es mi cerveza favorita desde luego…pero no está mal, al menos a mí sí que me gustó.
Está claro que hay que tener mucho ojo con el sushi y como digo en la entrada, catarlo antes de pedir una barbaridad o te dolerá en el alma lo que has pagado para tirarlo… A Carmen no le gustó para nada, pero por suerte ahí estaba yo para que no se desperdiciara nada 😀
Un ejemplo parecido es con la carne, si no te gusta poco hecha, pues con el pescado pasa parecido, al estar casi crudo y aliñado, habrá gente que no lo pueda tolerar y otros que estarán encantados 🙂
Veo que el día dio para mucho, eso sí que es aprovechar el tiempo. Me ha sorprendido mucho lo del McDonalds, cuando he visto la foto me preguntaba qué sería hasta que he continuado leyendo. ¡Un huevo! Imagino que frito y hecho en molde, por lo que parece. La verdad es que no sé si la probaría. Siempre acabo cayendo en un Mcdonalds en todos los viajes, pero a mi de mi Macpollo (y últimamente el chicken wrap) casi que no me saca nadie xD
Por lo demás, una auténtica pasada. Como te decía el otro día, me encantan tus relatos porque llevan mucha información útil para el viajero y cuando los leo es casi como estar allí. ¡Enhorabuena!
¡Un saludo!
Está cocido y te lo meten ahí dentro de los panes, no está malo, pero es grasiento a más no poder, te poner perdido jaja
Muchas gracias por tus palabras, espero que las próximas entradas te gusten igual.
Saludos 😀
Vaya pedaaaaaaazo de reportaje … da la sensación de estar en una peli, pero … de dibujos animados 🙂 … tanto color, detalles, …. me parece fascinante.
Por cierto que se dice que la tecnología no es lo que era … los precios no son bueno, sobretodo con el yen Japonés cotizando a 97yenes por euro, … una Ruina …. (dímelo a mi que tengo la hipoteca en yenes y debo el doble) …
Un saludo.
La tecnología en el momento en que hemos perdido tanto en el cambio ya no es lo que era, lo único que hay cosas que o se compran allí o ni de lejos las puedes encontrar aquí 😀
Saludos!!!
Otro día más que completo por Tokyo mezclando los templos con los edificios más modernos y las últimas tecnologías, algo que sin duda sólo se puede encontrar allí. A mí el Mc Maharaja tampoco me fue demasiado, sin embargo el sushi me encantó y aunque tampoco llegamos a tiempo para la subasta del mercado pudimos recorrerlo y degustarlo 😀 Una entrada muy completa.
Un abrazo !!!
Menos mal, alguien que le mola el sushi, con lo famoso que suele ser y me sentía solito al leer los comentarios 😛
Un abrazo!!!
jajaja eso de que cojas a A1 y A2 para llegar me hace pensar que está a la salida de Madrid 😛
Ojala que fuera así de sencillo, pero me da que no pilla tan a mano 😛
Veo que Carmen es de las mías, a mí el sushi, excepto el de atún, no es que me hiciera mucha gracia. Akihabara a nosotros también nos encantó y todos los días acabábamos allí por la tarde aunque no cargamos con tanta cosa como tú, jejejeje. Este día también lo aprovechasteis al máximo!!! Un besote a los dos. 😉
Bueno, bueno, tantas cosas no compré, digamos que abultaban bastante jeje
La próxima vez pienso dejar un buen hueco en la maleta, me quedaron muchas cosas por comprar 😀
Un beso!!!!!
Ufff… son tantas cosas que no sé ni por dónde empezar a comentar. Creo que ya he dicho alguna vez que Japón no ha sido nunca un país que me haya llamado especialmente (soy la rarita xD), pero por vuestra culpa cada vez tengo más ganas de ir…. Sólo por comer el sushi de las primeras fotos creo que ya lo haría 😛 Y las tiendas de tecnología… ¡otro mundo! Parece mentira que un país así esté tan «cerca» de China… que también es otro mundo, pero nada que ver! jajajaja
Un abrazo!!!
El hecho de ser un archipiélago aislado del continente lo ha conservado tan especial y distinto a todo lo demás, para mi es EL PAÍS y espero volver en un futuro próximo, porque tengo muchas cosas por ver.
Seguro que si vas te encanta y verás que rico sabe el sushi fresquito de Tsukiji 😀
Un abrazo!!!
¡Que envidia chicos! Yo opino como Carmen, Japón nunca me llamó mucho la atención, aunque después de este año, de haber tenido billetes y haber tenido que devolverlos, ¡tengo más ganas que nunca! y después de haber leído tu post ya ¡dientes largos! El perro Hachiko me recuerda muchísimo a Bobby, el perro escocés al que también acabaron haciéndole monumento por ser tan fiel a su dueño y estar esperándole siempre al lado de su tumba. ¡qué monos! 😀
Deseando leer vuestro próximo post!
Un saludo!!
Para mí siempre ha sido un lugar especial y ahora que he podido estar allí unas semanas, lo es aún más. Espero que mis relatos os animen a visitarlo cuanto antes 🙂
Casos parecidos a Hachiko hay varios, en España en los 90 por ejemplo tenemos a Canelo, que también se hizo muy famosos. Que mascotas más adorables jeje
Un saludo!!!
Me está gustando mucho tu crónica! La verdad es que os cundieron mucho los días y detallas bastante y das datos de interés!
Muchas gracias, tomo noto de muchas cosas y aquí seguiré leyendo el resto del viaje!
🙂
Un placer tenerte por aquí Makoto, me alegra que te guste la crónica 😀
Wow, es una pasada el post. Y eso que solo voy por la mitad…
Con los tochos que me están quedando, al terminar los relatos va a ser una pequeña versión de «La Odisea» de andar por casa xDD
Me alegro que te guste 😀
¡Qué curioso lo de los Jizos! No había oído hablar nunca de ellos, aunque debo reconocer que mis conocimientos sobre la cultura japonesa no son muchos… Espero tus próximas entradas sobre Japón para continuar descubriendo cosas sobre tu viaje y esta cultura 🙂
Un saludo!
Japón tiene una cultura muy rica en este tipo de historias y merece conocerla, especialmente cuando viajamos allí, porque así le podemos sacar el significado a algunos lugares que visitamos.
Un saludo!!!
Siempre me ha llamado la atención la mezcla de tradición-modernidad, naturaleza-megalópolis que se da en Japón.
Un post para releer. El mercado me parece brutal, toda esa variedad, la actividad frenética. Y no me parece muy caro, 10€ por persona. En Bilbao solo hay un local de sushi, regentado por un maestro japonés, y pagas eso pero para llevar, y si me apuras, menos cantidad.
Impresionan los Jizōs, y ese contraste entre su aspecto y su significado; no los conocía.
Un país extraño, sin duda, y aluciante a un tiempo.
Saludos!
Justamente eso es lo que me enamora de Japón, la mezcla que tiene dentro de una cultura común, te encuentras templos de varios siglos de antigüedad junto a rascacielos hipermodernos 😀
Saludos!!!
Y yo que pensaba que éramos de los pocos que adelgazábamos estando de viaje :-p
Menudas palizas que os pegasteis y cuánto detalle, estoy aprendiendo lo que son un montón de cosas que recuerdo haber visto jajaja
Por cierto, el salto fantástico! Tengo esa espina clavada… el primer salto fue al año siguiente de haber ido a Japón 🙁 está claro que habrá que volver algún día para «completar» la colección
¿Quién ha dicho que las vacaciones son para descansar y engordar? Al menos las nuestras no suelen ser así, por mucho que se coma, con el ejercicio que hacemos cada día se quema todo rápido 😀
No creo que Japón sea un problema para volver y saltar allí, desde luego para nosotros no lo es jaja
Para no repetirme con Akihabara, me quedo con el Zojo Ji aunque con la copia de la Torre Eiffel detrás, estropea un poco la postal xD
pd: El shushi que se lo queden los japoneses
No te creas, es una comparación curiosa entre lo antiguo y lo moderno 😀
Para desayunar sushi??? Tu eres de los mios!! jejejeje… Me encanta el sushi y eso que nada mas que he probado lo tipico que ponen en algunos restaurantes, pero en Japón tiene que haber una cantidad de variedad como para saciar un desayuno, comida y cena…
Realmente curiosa la estatua del perro y muy bonita su historia. Desde luego estos animales nos pueden dar más de una lección.
Un saludo!
Los animales domésticos pueden ser más fieles y amigables que las personas, conocer este tipo de historias siempre sorprende.
Te añado a la lista de los amantes del sushi para una futura cena 😛
Un saludp!!!
¡¡Hola!! Ya estoy por aquí otra vez, jeje. En esta ocasión vengo a preguntar acerca de las colas para entrar/subir a la Tokyo Tower. ¿Son tan temibles como las pintan? Es que para el itinerario que estoy preparando tengo pensado ir por la tarde-noche, pero no querría comerme dos horas de cola para luego vayan a cerrar o no me de tiempo a verlo bien. ¿Qué me cuentas? ¿Vosotros hicisteis mucha cola o es todo una leyenda urbana? Tengo la idea, tal vez ilusa, de que tal vez desde que inauguraron la nueva torre puede que aquí haya menos gente, que se repartan un poco los turistas entre una torre y otra. ¿Qué opinas?
¡¡Saludotes!!
Imagino que dependerá de la temporada, pero vamos nosotros fue comprar las entradas y en el siguiente ascensor que subía, allá que nos fuimos, ni 5 minutos. Osea que creo que es más leyenda urbana que otra cosa, además desde abril del año pasado que inauguraron la Tokyo Skytree, se ha llevado toda la fama y el turismo para allá 😀
Saludotes!
Genial. Ojalá hagamos la misma cola que vosotros, qué suerte tuvisteis. Y lo dicho, cuando vaya yo seguro que el turismo está disperso entre las dos torres. ¡Gracias! 😀
Encima por la noche también suele ir mucho la gente a la que hay en Roppongi Hills, por lo que hay muchos miradores donde elegir y no creo que os encontréis mucha cola, ya me contaréis la suerte que tenéis 😉
¡Hola de nuevo! Una duda acerca de Odaiba, que no tengo muy claro lo del transporte. El último barco desde Asakusa sale a las 17:00 horas, ¿no? Intentaré cogerlo antes, pero, ¿sabes algún sitio donde pongan horarios o algo de eso? He estado indagando y creo que la ruta que tengo que comprar es Asakusa-Odaiba Direct Line y, según lo que he entendido, tengo que bajarme en Hinode sí o sí, porque por lo visto a partir de ahí el barco remonta y vuelve al punto de partida. ¿Estoy en lo cierto? Y en Hinode hay que coger un trenecillo para terminar de ir a Odaiba, ¿no? Estoy hecha un lío!! xD En Google me parece que Hinode está lejos de Odaiba, así que no lo tengo claro. Y la estatua de la libertad, ¿es fácil de encontrar?
¡Gracias!
Si vas más tarde de las 5 si que toca quedarse en Hidone y coger el tren que pasa por encima del Rainbow Bridge para llegar a Odaiba, antes si que existen barcos que te llevan hasta la misma isla artificial. Para ver horarios y precios tienes la web oficial: Tokyo Cruise espero que te apañes con los kanjis, pero vamos es una tabla que medianamente se entiende.
La estatua de la libertad está en la cara hacia el puente y se ilumina por la noche, no te preocupes que la veréis sin problema. Y si os veis algo perdidos en el momento, allí están los japoneses para ayudaros, hacéis la forma de la estatua con la antorcha y fijo que os entienden jeje
Saludotes!
Hola. Que maravilla estas construyendo con tus relatos de viaje. Ayudas a mucha gente a planificarse y aprovechar tu experiencia de la mejor forma posible. En serio, es un regalo impagable.
Por cierto, si vuelves a Tokyo no olvides visitar el museo Edo. tienen (según el día) guías que hablan español y como museo es una gozada. Es mi museo preferido de Tokyo,muy interactivo y visual. Me pareció la antítesis del Nacional, que me pareció bastante insulso en comparación con el Edo.
Otro lugar Must have: templo Maiji Jingu, un remanso de paz entre gigantescos árboles con un precioso templo en su interior y con una de sus entradas ¡a 5 metros de Harajuku!
Me alegra que mi relato te esté gustando tanto Juan, me apunto el museo Edo, la verdad que la oferta era tan amplia que fue complicado ver todo lo que teníamos apuntado en Tokyo, pero en una futura visita caerá. EN cuanto a Meiji Jingu si que lo vimos en el último día, además presenciamos hasta una boda local, realmente increíble 😀
Un abrazo!