Durante toda la noche estuvo lloviendo, algo que fue bastante habitual durante toda nuestra estancia en Nepal, aunque que teníamos un pacto con el agua, podía estar lloviendo todo lo que quisiera por la noche, pero nos tenía que respetar en el momento en que nos plantáramos en la calle, parece que Paryania, dios hindú de la lluvia estaba conforme con nuestra propuesta y así fue, por lo que nos pudimos librar de ese terrible mal del verano que es el monzón en toda nuestra visita, algo de agradecer sin duda.
A la mañana siguiente queríamos aprovechar las primeras horas del día antes de irnos para seguir visitando la zona de desarrollo de Lumbini, por lo que nos levantamos y tomamos rumbo al parque.
Íbamos concentrados por el camino intentando no pisar ningún de los abundantes charco que nos encontrábamos a nuestro paso, cuando de repente comencé a escuchar una voz que decía: «José Carlos, José Carlos».
En ese momento pensé, vaya que raro quien puede saber por aquí mi nombre, cuando nos giramos pudimos ver que alguien agitaba los brazos desde un bus parecido al que nos trajo a nosotros desde la frontera, rápidamente nuestras caras se iluminaron, ese chico que estaba intentando captar nuestra atención era Blai, al fin después de que casi diéramos por perdida la oportunidad de encontrarnos por Nepal y hubiéramos aplazado nuestro encuentro a una futura cita en Delhi.
Allí se encontraba, preparado para hacer el camino inverso al nuestro y comenzar ese día una movida jornada rumbo a Varanasi, estuvimos hablando un poco, nos estuvo comentando que el día antes había tenido problemas con el móvil y que se acostó bastante pronto porque se encontraba un poco mal, casi sin tiempo a saborear tan esperado encuentro, nos despedimos, dejando pendientes mil y un temas en el tintero que esperábamos tuvieran una próxima continuación si todo salía como teníamos previsto días después de la capital de India 😀

Cuando nos despedimos continuamos nuestro paseo mañanero, nos recorrimos absolutamente toda la ruta circular que rodea el Maya Devi . si la noche antes no hubiera llovido si que habríamos optado por coger unas bicis para recorrer la zona, pero con lo mal que estaba el camino nos hubieramos puesto finos de barro, así que mejor un camino relajado a pie.
Una opinión se comenzaba a fraguar poco a poco mientras que íbamos que caminamos, sin duda había sido todo un acierto combinar la visita a India con unos días por Nepal, después de días en grandes ciudades repletas de actividad, a excepción de Orchha, estos días en un ambiente relajado y con tanto interés turístico nos iban a servir para hacer una experiencia más completa y que no fuera tan cargante, pensar esto era fácil viendo Lumbini y esperábamos que Katmandú siguiera reafirmando nuestros pensamientos en esos momentos 😀
Los coches, la contaminación y la superpoblación, habían dejado paso a naturaleza, aire limpio y gente pescando en los ríos, con todo esto a nuestro alrededor nos entraban un poco de pena de no poder contar con al menos 1 semana más por estos lares para visitar alguno de los parques naturales del país o realizar alguna ruta de senderismo por sus montañas, pero había que tomárselo como una toma de contacto, si la experiencia terminaba siendo igual de buena que las primeras sensaciones que estábamos teniendo, seguro que ya sacaríamos una excusa en el futuro para repetir.

Uno de los principales alicientes de este parque es la alta concentración de templos budistas, desde comienzos de los años 60 del siglo pasado, el gobierno de Nepal está invitando a los inversionistas a que construyan allí sus monasterios, de modo que vayan sirviendo para potenciar aún más el lugar como enclave de peregrinación, las comunidades más interesadas en este proyecto han sido principalmente las chinas, vietnamitas y coreanas.
Por lo que fuimos hacia allí, está bien señalizado y podemos tomar como referencia algunos de los techos de los templos, perfectamente visibles entre los árboles. Para separar las zonas maharaya y theravada donde se encuentran estas construcciones, se haya un canal en el que en su parte sur podemos admirar la llama eterna de la paz.

Será de los únicos puntos donde encontraremos conductores de rickshaw que nos ofrezcan sus servicios en Lumbini, aunque a pie se puede realizar (como lo hicimos nosotros), lo ideal es hacerlo en bici, nosotros nos decantamos por visitar la zona monástica occidental, al oeste, reservados para los monasterios de la escuela mahayana, que se distingue por el color granate de los hábitos de los monjes y por un estilo de oración más ruidoso, con cuernos y platillos.


Así vimos varios gompas de estilo tibetano que fueron construidos por los budistas de Singapur y Nepal o el templo vietnamita de Phat Quoc Tu recientemente terminado, con estilo pagoda, pero si tuviera que quedarme con uno, sería con el monasterio budista chino de Zhong Hua, para los que hayan estado en China o simplemente hayan visionado algún documental sobre la ciudad prohibida de Pekin, seguro que viendo las imágenes de más abajo comprobaran que tiene un cierto parecido. Frente a al templo chino en estos momentos se está finalizando la construcción de un templo coreano de impresionante tamaño que también tuvimos la oportunidad de ver.




Para terminar la visita visitamos las inmediaciones de la zona monástica oriental para ver a lo lejos los templos tailandeses, otros pertenecientes al gobierno de Sri Lanka y aún más desde la lejanía, ya fuera del recinto principal se podía apreciar la pagoda de la paz mundial construida por budistas japoneses, toda la zona que lo rodea está protegida como reserva de grullas de Lumbini.
¿Cómo llegar desde la frontera de Nepal a Katmandú?
Llegada la hora, a las 10 volvimos al hotel para recoger nuestras mochilas y regresar a Bhairawa, allí tendríamos que coger el autobús que nos llevaría a Katmandú. En el hotel el gerente nos había recomendado comprar previamente unos billetes de un autobús para turistas con aire acondicionado por 1.100 rupias por persona, ya que decía que el camino era muy duro para ir en un bus local. Por un lado el horario era malo, no hubiéramos podido ver nada por la mañana y por otro, el precio era excesivo, por lo que declinamos la propuesta, compramos unos cuantos víveres para comer durante todo el día y pusimos rumbo a la estación de bus en Bhairawa.

Cogimos el bus en la misma zona donde nos había dejado el día antes, iba bastante lleno, por lo que pensamos que sería un buen momento para cumplir uno de los retos que nos habíamos propuesto en Nepal, hacer un viaje en la baca al más puro estilo local.
Por lo que ni cortos ni perezosos, cuando vimos llegar el transporte le dijimos que preferíamos hacerlo arriba, subimos las maletas y allí que nos montamos 😀
Ya os puedo decir que es una experiencia totalmente recomendable y que es incluso más cómodo que hacerlo abajo, si se colocan las mochilas estratégicamente para hacer un asiento cómodo, podemos viajar tirados, disfrutar de las vistas e ir la mar de fresco.
Allí arriba como nosotros se encontraba un americano que había estado 1 mes en Nepal y ahora se proponía cruzar la frontera para visitar por 2 vez en su vida la India, cuando le dijimos que eramos españoles, nos dijo con asombro que no eramos ni mucho menos los primeros con los que se encontraba y que Katmandú especialmente estaba plagada, se ve que es un destino que se ha puesto de moda en los últimos años en nuestro país, también nos dijo que había dormido en el templo coreano por un precio irrisorio aquella noche y que había sido increíble, simplemente cumpliendo unas cuantas normas de conducta es lo más económico sin duda para dormir allí.


Los campos de maizales nos fueron entreteniendo durante el rápido trayecto de apenas una hora, pudimos ver incluso una especie de festejo, donde la gente acudían con sus mejores galas y también nos cruzamos con carros que iban pitando alegremente.
Una vez más al cruzarnos con el arco de Lumbini Gate, el bus parón y de allí cogimos un rickshaw que nos llevara hasta la estación de Bhairawa que se encontraba a unos 2 kilómetros de allí a pie, seguramente se podría haber hecho perfectamente andando, pero como queríamos coger el bus de las 11:30 y no queríamos contratiempos porque íbamos con el tiempo justo, por 30 rupias nos llevaron en un periquete.

Como os podéis apreciar mas abajo, la estación no es que sea una maravilla, apenas contaba con una sala de espera, 2 tiendas donde comprar algo de comida y una taquilla donde pillar los billetes, eso si, hay que reconocer que todo funciona muy bien, allí están bien claros los horarios de salida, las conexiones disponibles y los precios, una vez tenemos el billete nos dicen en que carril se encontrará nuestro bus y la hora exacta de salida.
En un país con tanto interés, era bastante complicado elegir el rumbo que tomar, nosotros nos decantamos por visitar su capital, Katmandú, por ser una ciudad impresionante con mucho que ver y ser una salida perfecta para volver a India de nuevo, pero desde esta estación bien podríamos haber ido al parque natural de Chitwan o Pokhara, por poner 2 ejemplos de lugares que seguramente estarán en nuestra hoja de ruta si alguna vez regresamos a Nepal.
Por lo que por 850 rupias los 2, compramos los billetes para partir a Katmandú a las 11:30 sin ningún problema. En un bus local sin aire acondicionado, pero por menos de lo que costaba un único billete en bus turístico como el que nos ofertaban en el hotel.

Las maletas nos las montaron en la baca del autobús, atadas y con una lona por encima para evitar que se caigan en los botes que pudiera dar el bus, pese a que los billetes venían numerados, nos dijeron que podíamos sentarnos donde quisiéramos, elegimos una buena ventana para ir disfrutando del paisaje y nos preparamos para pasar allí varias horas.


El interior como siempre mantenía esa estética hippie tan clásica, sin faltar la música a todo volumen que iba sonando por los múltiples altavoces que tenía, los asientos eran bastante cómodos y desde luego con el aire que entra por la ventana cuando está en marcha no se echa en falta que tenga no climatización, por lo que recomiendo esta opción totalmente.
El trayecto que nos esperaba era el siguiente:
(Pinchar para ver mejor)
Su primer tramo es de una hora y para en Buwtal, donde hace una parada de unos 20 minutos para recoger a más gente, aunque hasta que no sale del pueblo, va parando a cualquiera que levante la mano con intenciones de subirse. Una vez salimos de allí, ya lo hace directo, haciendo alguna que otro alto en el camino para descansar, sin plantearse siquiera si el lugar es seguro o no, si algún mayor necesita ir a hacer pis, pues se para en mitad de la carretera y punto, aquí no hay problemas de que la guardia civil vaya a venir a multarles, también se iba parando brevemente para dejar a algunos viajeros en las múltiples aldeas que fuimos cruzando.


Lejos de lo que pueda parecer, las horas que se pasan dentro del bus camino de Katmandú, no se hacen para nada pesadas, el camino se puede tomar perfectamente como un tour turístico por el interior de los valles naturales de Nepal, en la primera etapa atravesamos pequeños pueblos agrícolas, con grandes campos de cultivo y tierras llanas, a medida que avanzamos y pasan las horas el terreno se vuelve montañoso, las laderas de los valles se convierten cada vez más y más empinadas y en muchos momentos las nieblas nos impiden divisar los picos, en esta etapa los pueblos de alta montaña son muy humildes, pequeñas casas rurales que viven del ganado y del campo que ellos mismo cultivan y del comercio con los distintas rutas de viajeros que pasan por sus carreteras estrechas y bacheadas que los atraviesan.
Como un servidor siempre ha sido muy curioso y creo que debe ser algo que llevamos innato la mayoría de viajeros, siempre que hacíamos una parada para que la gente pudiera ir al «baño», lo que generalmente suponía hacer las necesidades en mitad del campo, en una de ellas, en la que ya mi vejiga después de más de 4 horas en el bus, comiendo y bebiendo comenzaba a pedir ser vaciada, me bajé del bus como hacía siempre tuviera ganas o no de hacer pis y me vi sorprendido al ver una habitación en mitad de la nada, que ponía «Toilets», me parecía curioso que en esa carretera donde solo veíamos árboles y el impresionante río Trisuli que nos fue acompañado durante casi todo el camino, existiera un baño publico donde poder entrar, mi sorpresa fue mayúscula (aunque algo en mi ya me decía que algo de truco iba a tener el asunto) cuando al entrar un hedor horrible casi me tira de espaldas y me encuentro en un cuarto en el que lo único que había era una pared con vistas al río, efectivamente amigas y amigos, eso se suponía que era un baño, pero como en estos viajes de aventura no podemos ir de sibaritas, pues nada si esto es lo que hay, habrá que hacer pis aquí, al menos siempre se puede divertir uno y de paso olvidarse del espeluznante olor, escribiendo algo en la pared sin que te tachen de guarro (supongo que los lectores masculinos me entenderán y los femeninos presupongo que también 😀 ) Lo siento pero no hay foto del momento y tampoco me acuerdo de lo que escribiría, pero imagino que alguna tontería seguro 😀

A medida que íbamos llegando a Katmandú el sol iba cayendo, eran las 6 de la tarde y poco a poco todo se oscurecía, por lo que la parte divertida del viaje se iba terminando, ya que por la noche todo se haría más aburrido y evidentemente las horas de camino ya pesaban.
Una de mis recomendaciones es que si podéis elegir sitio al montarse,os sentéis en la parte izquierda, así podréis ver las mejores vistas del paisaje, aunque en el lado derecho también se pueden presenciar bonitas cascadas y unos parajes montañosos increíbles, pero por la izquierda el Trisuli, uno de los ríos más frecuentados en Nepal para hacer rafting nos brindará unas vistas impresionantes, no faltarán los clásicos puentes colgantes que atraviesan el cauce de lado a lado, ni tampoco los sistemas de poleas para pasar materiales de una parte a la otra. (Esta indicación será el contrario si hacéis el camino a la inversa).
Sobre las 8 ya era noche cerrada, se presuponía que el viaje duraría unas 8 horas, pero al final resultaron ser algo más de 10. Por lo que durante las últimas 2 horas, se hizo un poco cansado, no sabíamos muy bien lo que faltaba para llegar y ya teníamos ganas de coger la cama y al día siguiente comenzar a visitar la ciudad.
Dicen que no es muy recomendable tomar las carreteras en Nepal por la noche, pero como nuestra intención era visitar algo por la mañana en Lumbini y luego llegar para acostarnos, pues creímos que era lo más conveniente para aprovechar nuestro tiempo aunque se asumiera algo de riesgo, aunque si os soy sincero, tanto en India como en Nepal se conduce igual de loco sea de día como de noche, por lo que el miedo está ahí todo el tiempo 😛


Cuando estábamos en Nepal, me encontraba tranquilamente hablando con el compañero que tenía al otro lado, un chico de familia nepalí, pero que había vivido muchos años con su padre en Suecia y que había vuelto hacía unos días a su país para visitar a la familia, me estuvo diciendo que no me preocupara, que cuando llegara la parada nos avisaría, me mosqueó que cogiera el teléfono para hablar en varias ocasiones, pero me decía que estaba hablando con su primo que les venía a recoger, pero llegó el momento de presencíar un nuevo:
Momento Timo
El bus paró y nos dijo que aquí nos teníamos que bajar, que ya habíamos llegado, se bajó rapidamente y nosotros íbamos detrás, pero con lo que no contaba es que yo había leído que era muy frecuente que alguien te comentara que ya habías llegado a la estación de autobuses de Katmandú para bajarte como 4 kilómetros antes en una parada previa que se hace por el norte y de allí te intentaran colocar un taxi que evidentemente saldría más caro que si te bajarás en la estación.
Solución: Pregunté al bajar al chico que iba bajando las maletas a la gente que se estaba quedando en esta parada y me dijo que no, que aún quedaban unos 10 minutos para llegar, en ese momento una jauría de conductores de taxi indignados intentaron que nos quedáramos allí para llevarnos en sus taxis, evidentemente nos volvimos a subir al autobús.
Al poco rato llegamos a la verdadera estación, eran las 9 y cuarto de la noche, no había un vivo en las calles y los únicos que se encontraban en la esta vez si, reconocible modesta estación, eran los interesados taxistas esperando llevar a los viajeros que se iban bajando, curiosamente en todo el viaje el bus no fue muy lleno,aunque subieron y bajaron muchas personas, todos ellos eran gente del país y no había ningún turista como nosotros, por lo que os podéis imaginar que al bajarnos casi no nos dejan ni coger las maletas, eramos la guinda del pastel que les podía hacer convertir un día malo económicamente hablando en una gran jornada.
Como os podéis imaginar cuando ya estas situaciones no te pillan de nuevas, todo se lleva de mejor forma, aunque Nepal es un lugar tranquilo, los caza clientes de Katmandú no son hermanitas de la caridad y evidentemente van a lo que van, después de un duro regateo llegamos a un acuerdo con un taxista que nos llevaría a la primera opción que queríamos visitar para buscar alojamiento de cara a los días que pasaríamos en la capital, tenía pinta de ser un poco piratilla, pero 200 rupias era un precio razonable, pues los otros de 400 no bajaban, lo cual era un abuso total.
Pero desafortunadamente llegar al hotel no fue todo lo sencillo que nos hubieramos gustado y en poco tiempo llegaba otro:
Momento Timo
El hombre no tenía muy claro donde se encontraba el hotel al que queríamos ir, montó a un colega y aunque lo que comentaban entre ellos era ininteligible por nosotros, en ocasiones los gestos y las maneras son suficientes para entrever que estaba hasta las narices de dar vueltas sin encontrar el hotel y que había encontrado otro plan mejor que el nuestro, por lo que paró el taxi y nos dijo que la calle era dirección prohibida y que simplemente teníamos que andar 5 minutos por allí y encontraríamos el hotel.
Solución: Evidentemente no era la primera vez que nos la querían jugar con algo parecido, ya conté algo parecido en Varanasi, por lo que en ese momento me baje del coche y pregunté a unos chicos si sabían donde se encontraba el alojamiento, nos dijeron que estábamos a unos 25 minutos andando en una dirección totalmente distinta a la que nos había dicho el taxista, se lo dijimos e incluso hizo el amago de que bajáramos las mochilas y le pagáramos, nos cruzamos de brazos y le dijimos que o nos llevaba al hotel o de aquí no nos movíamos, echó el sillón hacia atrás para que fuéramos más incómodos y a regañadientes nos llevó finalmente, eso si soltando por su boca a saber que en nepalí, aunque nosotros no nos quedamos cortos diciéndole tanto en inglés como en español la cara tan dura que tenía.
Después de este sobresalto, que ya después de casi 2 semanas de viaje no era para tanto, pues ya sabíamos como giraba el mundo por esta parte del planeta, entramos al hotel, en esta caso nuestra elección era el Ganesh Himal, un alojamiento a buen precio situado a 10 minutos a pie de Thamel, en una zona tranquila con aire acondicionado, wifi gratuito y desayuno incluido. Después de enseñarnos las habitaciones decidimos que esta sería nuestra base durante 4 noches, por las que pagamos 60 euros por una doble estándar (el precio incluye una cena) y que pagamos el último día de estancia con euros, es bastante frecuente que en hoteles de cierto nivel acepten tanto dólares como euros.
Desde luego la habitación estaba increíble, dos camas enormes, aunque eso si con unas mantas que rápidamente quitamos del medio porque en la época del año en que nos encontrábamos sobraban totalmente, fue todo un lujo tener wifi en la habitación después de pasar por multitud de alojamientos en los que como mucho tenían una sala para ello y es que en Katmandú hay que resaltar que la expansión de Internet es notable y tanto en hoteles, como restaurantes no es nada raro que tengan wifi para los clientes. Por último el baño, era exactamente igual al que habíamos ido teniendo en otros sitios, aunque si se optaba por una habitación deluxe si que tenían bañera, pero como no era algo que nos importara y ya estábamos acostumbrados, no quisimos pagar los 25 euros por noche que hubiera supuesto ese extra.

Esta noche seguramente sería una de las que con más ganas cogeríamos la cama, tantas horas de viaje, sumando ese cruce por la frontera del que aún no nos habíamos repuesto del todo, pedían a gritos dormir de una tacada para estar preparados al día siguiente para Katmandú. Como veis han vuelto a aparecer los «Momentos Timo» ¿Que nos tendrá guardado esta ciudad en los próximos 3 días? ¿Volveremos a presenciar otros nuevos «Momentos Timo»? Eso lo veremos en las próximas entradas 😀
24 Comentarios
De este día hay poco que destacar. Nos lo pasamos practicamente en autobús, pero el recorrido es precioso y no se hace tan pesado como se supondría. El hotel es altamente recomendable, tiene servicio de habitaciones y un personal de lo más amable, y se nota la influencia de la lonely planet porque estaba llenito de españoles que se los podían distinguir por llevar en la mano la guía de Nepal XDD
El hotel incluso dispone de 4 ordenadores para que puedan utilizarlo cualquiera, eso sí, están bastante demandados por lo que quizás haya que esperar un rato para poder sentarte en alguno.
Mañana ya viviríamos la esperiencia más en profundidad 😀
Vaya tela con los momentos timo, desde luego dan para escribir un libro! Pero bueno supongo que son inevitables en estos sitios, y que poco a poco se va ganando picardía.
Me ha encantado el viaje en el techo a lo Pekín Express jajaja! A mí me encantaría hacerlo, aunque también para un trayecto corto porque si no…
Por lo que cuentas en Nepal parece fácil encontrar transporte en autobús y muy baratos, tomo nota!!
Vaya, al final encontramos la respuesta a la pregunta de si os encontrastes con Blai, que guay coincidir con él allí en Nepal aunque fuera por poco tiempo. El Monasterio de Zhong como bien dices se parece a la ciudad prohibida. Los buses dentro de lo malo no estaban mal aunque lo peor era que tuviera que ir las cosas arriba y con el riesgo de la lluvia. Qué pena haberme perdido Nepal pero bueno quizás en un futuro me anime!!! 😉
Por cierto, vaya cara que me sale siempre en el comentario, nunca sonríe, jejejeje
Adoro Nepal, ya tengo ganas de leer vuestra experiencia en Kathmandú 😀
Hola Jose Carlos!!
Madre mia que cosas os pasan…. Desde luego no creo que olvideis nunca semejante pedazo de viaje y sobre todo las anécdotas que os suceden!!
Menos mal que teniais remirado los truquillos para viajar alli, sino, alguien que no mire nada le sacan una buena pasta….
Y lo de viajar en baca, sin duda debe de ser una gran experiencia…Desde oluego me recuerda a las películas de aventura!!
Un saludo! A ver como continua el viajecito!!
Como dice Carmen, fue una jornada para entretenerse con el paisaje y planificar nuestro asalto a Katmandú 😀
Dany ya lo creo que merece la pena hacer un viaje en el techo a lo Pekin Express, se va bastante cómodo, pero claro para un rato, los momentos timo siempre viene bien saberlos, suelen ser todos muy similares, por lo que aunque no se caiga en ellos, hay que andar con ojo 😛
Babyboom en nuestro caso las mochilas iban con el impermeable puesto y encima llevaban una buena lona, no había problemas y como dices un lujazo encontrarnos con Blai, ya se nos iba a escapar, pero al final nos cazó él xD
En cuanto a la carita asociada a tu email, si registras tu correo en: http://es.gravatar.com/
Podrás tener el avatar que quieras para los blogs en wordpress 🙂
Pues la semana que viene Pau ya comenzaremos a contar que tal nos fue por Katmandú jeje
xipo no me cabe duda que hasta la fecha este es el viaje en que más anécdotas tenemos para contar, tanto buenas como malas, viajar por estos 2 países ha sido una experiencia.
Saludos!!!!!
Me quedo con el momento de viaje en la baca del autobús. Debió ser algo muy chulo. Bueno, y con el mini-momento de coincidir con Blai 🙂
Aunque… ¡menudos dos días de transporte llevabais! Como para no iros directos a la cama…
Saludos!!
Menuda aventura compañero!! Debe ser alucinante entrar en Katmandú y disfrutar de esos paisajes!! No me extraña que hubiera tanto español por allí, estamos por todos lados!!
Saludos
Interesante esa ruta camino hacia Katmandú, desde luego por esa zona se deben hacer unas rutas de senderismo brutales, a ver cuando nos animamos todos y nos vamos a escalar alguna montaña del Anapurna o Everest jaja
Saludos.
Que casualidad encontraros con Blai, seguro que tuvo algo que ver el dios de la lluvia, jejeje. Me ha encantado la entrada, este verano quería haber pasado algún día en Nepal pero me estoy dando cuenta de que merece la pena dedicarle un gran viaje, es espectacular.
Un saludo !!!
Ya te digo Helena, fueron 2 días de aventura total, entre trenes, autobuses y largas horas en la carretera, pero realmente merecieron la pena por visitar Lumbini y Katmandú que nos dejaron encantados 😉
Fran Soler desde luego que si que había españoles, en nuestro hotel se escuchaba más castellano que nepalí jaja
Eso eso Fran, a ver si a la próxima nos hacemos un trekking como es debido y os apuntáis unos pocos 😉
Pues ya sabes Carfot, hay que animarse y visitar Nepal que merece mucho la pena 😀
Saludos!!!
Ostras! Pues no me pensaba yo que en Nepal también tuvieras momentos timo. Sobre lo de que Nepal está de moda, es cierto, pero yo creo que es más por que viajasteis en verano. En agosto, vayas donde vayas encuentras españoles, en cambio cuando he viajado fuera de temporada rara avis me he encontrado con españoles.
Que wais que al final coincidierais con Blai, aunque fuera de chiripa! 😀
Un saludo,
Eso es verdad Isabel, pero en los tiempos que corren de crisis fue gratificante encontrarse con tantos españoles, como diría Laporta ¡Que no estamos tan mal hombre! es que eramos muchos más, que de cualquier otra nacionalidad.
Saludos!!! 😉
Al igual que Isabel, pensaba que en Nepal no había tantos timadores xD.
En general, junto con la anterior entrada tuya, salvo por algunos templos concretos de la India, me está gustando más Nepal que la India.
Bueno los timos realmente te pueden estar esperando en casi cualquier país, pero aquí tuvimos 2 clásicos seguidos en poco tiempo.
Pues ya me dirás que te parece la semana que viene la primera entrada de Katmandú, Jose 😀
Saludos!!
Voy llegando 🙂
Me ha hecho gracia cuando leía que te alejabas del caos y la masificación entrando en Nepal :-O Nosotros no estuvimos en Lumbini pero en Katmandú era imposible respirar y casi moverse. Las motos con los «parachoques», los pitos de los coches, la gente por todas partes…
Tomo nota de ese autobús. Después de las 10 horas desde Monte Abu a Udaipur en India, nos metimos más de siete entre Alesund y Trodhein en Noruega y ya tuvimos bastante para mucho tiempo.
Los conductores de taxis… una especie especial en todo el mundo 😉
JAAC, lo que es la zona de Thamel y las conexiones con el valle si que es cierto que vuelven a estar bastante alborotadas, pero una vez te metes en los puntos de interés lejos de la capital, si que se nota que la vida en Nepal es mucho más relajada que en India.
Saludos!!
¡Cuánto autobús! Me ha encantado el vídeo del viaje en la baca, ¡y eso que vuestra carretera no era demasiado peligrosa! Imaginad haced eso en una serpenteante carretera de montaña, con barranco a cada lado :S
Deseando leer Kathmandú 😀
Viajar en la baca del bus mola Ku, nosotros cada vez que hagamos un viaje y se pueda optar a ir arriba lo haremos encantados, es toda una experiencia 😀
Buenos días, este año me gustaria ir a la india y nepal, me gustaria que me dijerais cuantos dias hace falta para cada sitio, jo habia pensado 2 semanas india ( norte) y una semana nepal, total 3 semanas. y tambien opiniones y recomendaciones sobre estos dos sitios, cual os gusto más….
Espero respuesta.
mariona
Buenas Mariona, la verdad que ambos países dan para varios meses, pero si que puedo decirte que ya sea 2 semanas para India y 1 en Nepal, o al contrario es un buen reparto, aunque seguramente os quedarán infinidad de cosas para ver, como nos pasó a nosotros, en nuestro caso nos gustó más Nepal que India, de hecho veo más probable a medio plazo que vuelva por Nepal, a que lo haga por India.
Ya sabes que si tienes más dudas sobre tu viaje estaré encantado de ayudarte.
Saludos!!!
Hola, podrías ayudarme con unas preguntas acerca de Lumbini para una investigacion?
Estaré encantado en ayudarte, por lo que dispara y a ver si te puedo ayudar 😀