Había que levantarse una mañana más y dejar otra ciudad atrás, esta vez nos esperaría una jornada larga de trenes, con una parada intermedia en Gwalior y una final en Jhansi. A eso de las 6 de la mañana nos levantamos para poner rumbo a la estación de Agra Cantt que no estaba muy lejos de nuestro a alojamiento.
Antes de irnos subimos a la azotea del hotel para contemplar por última vez el Taj Mahal, desde allí se podía contemplar perfectamente todo el recinto y divisar el resto de solanas del barrio Taj Ganj.

El primer trayecto en tren en categoría AC Chair Car que hicimos en el día sería bastante corto en apenas 2 horas estábamos en la estación de Gwalior, una ciudad que no llega al millón de habitantes y que se encuentra al norte del estado de Madhya Pradesh. Su principal encanto se encuentra en la ladera próxima, allí en todo lo alto se encuentra la fortaleza que da nombre a la ciudad, el Fuerte de Gwalior.
Cuando llegamos a la estación pensamos en dejar las mochilas en las consignas, pero cuando vimos como eran sus dependencias, donde no había ni siquiera taquillas y no se percibía ninguna actividad simplemente un hombre mascando tabaco y que trasmitía poca fiabilidad, decidimos no dejarlas allí y visitar el fuerte con ellas.
Se suponía que el camino no era para tanto, unos 3 kilómetros lo que nos podría suponer como mucho 1 hora de camino. Con lo que no contábamos era con el alarmante calor que hacía aquel día, algo para nada raro en aquella ciudad, que se encuentra entre los lugares más cálidos de India y del mundo, con una temperatura media diaria de 33-35º en verano, vamos una auténtica pasada.

Pero como somos unos valientes y no tememos al calor, hacia arriba que nos fuimos. Como siempre Carmen abanico en mano para intentar refrescarse un poco, sus vistosos colores de España y el clásico icono español del toro nos supusieron más de una anécdota con los indios, por regla general se quedaban siempre sorprendidos como si nunca hubiera visto uno, allí lo normal es usar un pañuelo bastante mugriento para abanicarse, por lo que hasta en una ocasión nos pidieron precio para comprárnoslo 😀
De camino al fuerte nos encontramos con un chico de Gwalior que venía del colegio y que nos mostró sus dibujos, también nos estuvo acompañando parte del camino y preguntándonos cosas sobre España, también se intereso por saber si me gustaba el Cricket , a lo que le tuve que decir que lo sentía pero que no era un deporte que me gustara demasiado, le explique que en España no se sigue, que aquí nos gustaba más por regla general el fútbol, el tenis o el baloncesto. Por último, cuando ya se iba a despedir de nosotros, os dejo una recomendación, si vais de pareja y no estáis aún casados, lo mejor es decir que si lo estáis, porque cuando se iba y ya nosotros seguiríamos nuestro camino, intento dar un abrazo demasiado amigable a Carmen, que lo frenó como pudo ¡Si es que son unos lanzados! 🙁

Después de aproximadamente unos 40 minutos llegamos a los pies de la rocosa colina, nuestra primera parada fue al Museo que se encuentra abajo, donde podemos ver un poco cuales fueron los orígenes de la ciudad. Tenemos que pagar 100 rupias y si queremos grabar algún vídeo también habrá que pagar 50 rupias, nosotros decidimos como siempre no sacar la de vídeo y usar simplemente la de fotos.
Aquí descubrimos que Gwalior debe su nombre a un sabio. Suraj Sen, un príncipe del clan Kachhwaha del siglo VIII, que se perdió en la selva. En una colina aislada se encontró con el sabio Gwalipa que supo orientarlo, al pedirle un poco de agua fue llevado a un estanque, las aguas no sólo saciaron su sed, sino que le curó la lepra. En agradecimiento, el príncipe quiso ofrecer al sabio algo a cambio, y el sabio le pidió construir un muro en la colina con el fin de proteger a los otros sabios de animales salvajes que a menudo los perturbaba. Suraj Sen más tarde construyó un palacio en el interior de la fortaleza, que fue nombrado «Gwalior» con el tiempo la fortaleza creció y es hoy esta ciudad.


Desde este punto nos quedaba una larguísima cuesta que no hubiera sido tan dura, si hubiéramos ido sin mochilas, pero con más de 15 kilos a nuestras espaldas fue toda una odisea el ascenso. Encima durante todo el camino tuvimos cerca unos cuantos niños super pesados que no hacía más que reírse y hablar a voces, a saber lo que nos estaban diciendo 😀


Así en media hora estábamos en la cima de la colina, pudiendo divisar perfectamente las murallas fortificadas que rodean este histórico monumento que tiene más de 1500 años de antigüedad que fue considerado por el Emperador Bubur como «la perla en el collar de los fuertes de India». Desde arriba tenemos una perfecta panorámica de toda la ciudad.



Entramos al fuerte por la puerta de Man Mandir que da acceso al palacio con el mismo nombre construido alrededor del 1500 por Raja Man Singh. Para nuestro gusto el lugar luce mejor por fuera que por dentro, con sus bonitos torreones claramente influenciados por la cultura china, con dragones que fueron fijados en lo alto de los pilares fruto del resultado de los intercambios desarrollados a partir del comercio entre ambos pueblos, es considerada la única muralla de India con este tipo de dominio, es lo más vistoso del sitio.

Una vez estamos dentro nos encontramos varios edificios, en primer lugar el Man Singh es de los monumentos decorados de forma más original, con mosaicos de elefantes, tigres y cocodrilos en azul amarillo y verde. Todas estas estancias están rodeadas por dos patios abiertos en dos niveles, donde se muestra como fue la arquitectura hindú en sus orígenes más tempranos. Debemos pagar 200 rupias por entrar y 25 más si queremos utilizar nuestra cámara de vídeo, como dato importante a tener en cuenta es que deberemos llevar una linterna porque existen galerías subterráneas en las que no se ve y si no la llevamos nos tocará contratar un guía. Nosotros como ya estábamos alertados en el momento de entrar el guía se vino todo animado con su literna en la mano, en ese instante saqué la mía y le dije: «Quieto parao que yo me he traído la mia de casa», menuda cara puso el pobre, seguro que no se lo esperaba 😀
Otro de los edificios destacados es el Teli ka Mandir, un templo sij coronado en oro dedicado al gurú y héroe sij Har Gobind y por último podremos visitar los templos de Sasbahu, dedicados a Visnu.

Una vez vimos el lugar y sobre todo descansamos convenientemente después de la paliza que supuso subir, hicimos la bajada, mucho más cómoda y sobre todo fresca, ya que según descendíamos nos cayó un impresionante chaparrón con el que fuimos la mar de bien 😀
Nuevamente había que acercarse a la estación y montarse en un tren otro par de horas para llegar a Jhansi, en esta ocasión cuando reservamos únicamente había para la categoría AC 2 Tier, así que fuimos medio recostados en las literas del pasillo que nos tocaron, preparando nuestro desembarco en esta ciudad de paso que únicamente pisaríamos durante breves minutos, ya que nuestra intención era coger un rickshaw que nos llevara en aproximadamente 30 minutos a Orchha.

Así fue, cuando llegamos a eso de las 5 de la tarde a Jhansi Jn una estación bastante pequeña para lo que nos tenía acostumbrados el país, salimos camino de buscar un vehículo que nos llevara a Orchha, cuando llegamos lo típico, muchos conductores deseosos de llevarnos pero intentando quedarse con nosotros con los precios, al final sacamos el trayecto por 150 rupias, según venía en la Lonely Planet era lo normal, así que contentos nos montamos, no tanto como nuestros 2 jovenes conductores que en la parte de delante no hacían más que pitar y chulear de que llevaban a 2 extranjeros a todo aquel que se cruzaba con ellos, está claro que estábamos apunto de presenciar un cambio importante en este viaje, dejábamos por unas horas las alocadas ciudades superpobladas y llegábamos a las áreas más rurales en las que la presencia de gente foranea no es tan típica.
En el camino decidimos que probaríamos suerte en el Hotel Betwa Retreat, un apacible resort propiedad de MP Tourist que pintaba realmente bien en la guía, en el que se podía elegir entre bungalós de estilo mongol o tiendas suizas. Nosotros nos descantamos por una tienda suiza en la que pasamos una noche por 2120 rupias, sin duda fue el caprichazo del viaje en cuanto a alojamiento, pero en ese precio entraba la habitación, internet, piscina y tanto la cena como el desayuno del día siguiente, desde luego por 30 euros aproximadamente sería totalmente imposible pernoctar en una villa de lujo de tal categoría en nuestro país por ejemplo y pensamos que esta vez oportunidad no se podía dejar pasar, seguro que nuestro cuerpo nos lo agradecería, más aún con el tute que le habíamos pegado durante la mañana.



Aquí podéis ver un vídeo que muestra perfectamente la tranquilidad y comodidad del lugar, cuando vimos la zona totalmente apartada, con un silencio que llevábamos días sin percibir, pensamos que casi mejor hubiera sido haber descartado la parada en Gwalior y habernos tirado aquí como poco 2 o 3 días seguidos, ahora ya lo sabemos y sin duda si volviéramos a visitar Orchha dedicaríamos unos cuantos días a hacer alguna actividad por la zona o visitar alguno de los parque naturales próximos, es un sitio simplemente ideal 😀
Como veía a la habitación no le falta ni un solo detalle, aire acondicionado, ventilador, televisión, nevera y la piscina en la misma puerta, que rara vez se encontraba con gente, según pudimos comprobar en aquel momento eramos aproximadamente unos 10 en el resort, todos ellos evidentemente extranjeros, principalmente franceses.


El baño aunque a la india, estaba perfecto, el más limpio en que estuvimos, aunque ni en este lugar siquiera encontramos un plato de ducha y ni mucho menos una bañera, se ve que en este país se cotizan caras 😀

Una vez reposamos un poco y antes de que se nos hiciera de noche nos fuimos a contemplar el río Betwa desde los ghats de Orchha, afluente del Ganges, que pasa por la localidad. En sánscrito, su nombre es Vetravati, que significa «que contiene cañas». Este río se menciona en la epopeya Mahabharata junto con el río Charmanwati. Vetravati también era conocido como Shuktimati. La capital del reino Chedi estaba en las orillas de este río.

Fue asomarnos a su orilla, oír la corriente y transportarnos a otro mundo totalmente diferente, lejos quedaba el agobio de la gente, los coches y la polución, estábamos en medio de un paraje natural increíble, la gente nos miraba pero rápidamente continuaba con sus cosas y por fin podíamos caminar libremente por senderos sin temer por nuestra integridad física.
Así caminando relajadamente llegamos a los Chhattrī, 14 cenotafios construidos por los rajas de Orchha a lo largo de la orilla y que pueden visitarse sin pagar precio alguno y como si fuéramos unos exploradores perdidos en la inmensidad de la naturaleza.
Como se aprecia en el vídeo de más abajo, no se escucha un solo ruido artificial, todos provienen de la naturaleza, lo cual era un soplo de aire fresco para nosotros, en aquel momento nos faltaban palabras para describir el cúmulo de sensaciones positivas que percibíamos en ese lugar.

Poco a poco se fue haciendo de noche y el espectáculo natural fue aún mayor, el cielo fue cambiado de color de azules, a violetas hasta que finalmente cayó completamente la noche. Desde luego esta zona es totalmente recomendable visitarla al atardecer para sacarle todo el partido.
A las 8 nos fuimos para el restaurante y nos pegamos un auténtico festín, un servidor se comió un khadira chicken entero, mientras que mi novia se cenó una buena selección de plantos indios riquísimos todos, hasta me permití el lujo de tomarme una copa de vodka y es que los precios eran realmente bajos. Con el estómago lleno, que ya tocaba después de mal comer durante el día por el trajín entre desplazamientos y la visita a Gwalior, nos fuimos derechitos a la cama. La única sorpresa «negativa», es que para quien no lo sepa en las zonas húmedas de la India durante el monzón por las noches aparecen unos bichos parecidos a los escarabajos que van directos a la luz, por lo que nada más anochecer, se intenta tener todas las luces apagadas y fue un show total llegar a la habitación, suerte que tenía la linterna y nos pudimos orientar.
Al día siguiente visitaríamos los templos de Orchha, seguiríamos disfrutando del resort y partiríamos hacia un nuevo lugar, en este caso Khajuraho, la ciudad del Kamasutra, pero eso ya lo contaré en la siguiente entrada.
21 Comentarios
A mí personalmente Gwalior no me hizo ni fu ni fa, puede ser que el tener que cargar con las mochilas tuviera algo que ver… pero vamos, no es una visita imprescindible ni mucho menos.
Orccha… eso ya es otra cosa. Lo ideal hubiera sido acortar un día Agra e ir directos hacia allí sin paradas de por medio. El sitio un auténtico lujazo, además el personal se desvivía por atenderte. Una experiencia totalmente nueva para nosotros, acostumbrados a alojarnos en hoteles baratos en cualquiera de nuestros viajes, jeje. Conclusión, recomiendo muy mucho Orccha y el sitio en el que estuvimos alojados, un capricho que nos hizo sentiro como reyes durante un día.
¡Vamos! Tiene una pinta impresionante ese atardecer en Orccha. Muy bonito. Al final cambiaré mi opinión preconcebida de India, jejeje…
De vez en cuando viene bien pegarse un caprichito en cuanto a alojamiento en los viajes. A mí, por lo menos, me gusta hacerlo.
Muy bueno el relato.
¡Un saludo chicos!
Joer, vaya cara la de los indios que intentan lanzarse a restregarse contra una occidental!! No sabía que fueran tan descarados!
El baño de la habitación del resort es parecido a algunos hoteles de Vietnam, que tampoco tenían ni ducha ni bañera… Qué cosas!!
Y por ese precio, bien merece pagar los 30 euros por estar en un lugar así.
Saludos
Anda! A la que te descuidas te intentan meter mano! Anda que no saben estos… Por cierto el bungalow donde os alojastéis es espectacular y está súper bien de precio. Lo que no entiendo porque le dicen bungalow suizo… XD
El resort tiene muy buena pinta y no veas qué ganas de subir andando hasta arriba. Nosotros lo hicimos en coche, jejejeje. Lo de la linterna tienes mucha razón allí es imprescindible!!! 😉
Ostras Jose Carlos DS, que nombres más curiosos ponen a las ciudades!! Me ha encantado el video del ganges y lo que menos el listo del abrazo a Carmen. Vaya si hay que tener cuidado en india!!
Un abrazo a los dos!!
La conclusión Carmen, es que si volvemos a India, fijo que repetimos en Orchha 😀
Un auténtico lujo fue ese paso por Orchha y como dices Helena, el atardecer espectacular.
Ya lo creo M.C. ponte a buscar un hotel de esas características en España por 30 euros, verás que risas jeje
Isabel son unos auténticos lanzados estos indios y a saber lo que piensan, en cuanto al hotel, así venía el nombre en la lonely, ellos sabrán 😀
Babyboom nosotros es que somos como el del programa de el último superviviente, pero sin ayudas externas jaja
Fran, el río que pasa por Orchha es una auténtica pasada, para sentarse allí y ponerte a leer un libro tranquilamente y desconectar del mundo.
Saludos!!!
Hola José Carlos. Nosotros tenemos pensado lo mismo, desde Agra hasta Orccha parando en Gwalior y eso de la mochila me ha tirado para atrás y más cuando nosotros vamos con maletas tipo trolleys. He oido que en Orccha alquilan bicicletas y los pueblos de alrededor son muy bonitos. Crees que debería pasar de Gwalior y estar un día y medio en Orccha.
Saludos, Daniel
Buenas Daniel,
Hombre en este tipo de recomendaciones siempre juega mucho la opinión personal, yo te digo lo que haría ahora mismo si repitiera esa misma ruta por India, y es ir directo desde Agra hasta Orchha y allí disfrutar de la reserva natural, alquilar una bici y perderte por sus alrededores debe ser una experiencia fantástica, encima os vendrá bien para descansar de la frenética India en un entorno rural. El fuerte de Gwalior es bonito, pero a mi modo de ver prescindible.
Aquí estamos para lo que necesites, si tienes más dudas me comentas.
Saludos! 😉
Pues a mi el Fuerte de Gwalior me ha molao, con sitios donde hay que ir con linterna jeje aunque en Orchha las construcciones son impresionantes!
A la espera del próximo relato 🙂
Si bonito es el fuerte de Gwalior Jose, pero entre la paliza que nos dimos y luego ver el paraiso que es Orchha, pues poniendo los 2 lugares en una balanza nos quedamos con el segundo de calle 😀
Saludos!!
Uffff… Orccha ^^ Qué pueblo maravilloso. ¿Te puedes creer que no visité NADA, porque ni me apeteció, de lo bien que me sentía simplemente paseando por sus calles? Y la gente, para mi, de la mejor de todo el país… es amabilísima 😀
Por cierto, ahora que veo este hotel, se me olvidó comentarte en otra entrada anterior (creo que la de Agra) que ejem… 30 euros por esa habitación me parece una pasada. Más que nada porque yo, pagando 2, estuve en una casi igual…. e igual de limpia. Me he acordado al ver esta porque éste no, éste se nota que pagas diferencia 🙂
Un abrazo!!!
No me extraña Ku, es el típico lugar en que te olvidas de que eres un turista más y simplemente te apetece integrarte y pasear tranquilamente y más aún si vas con tiempo.
Una cosa que tenemos claro es que en India es mucho mejor no reservar nada antes de viajar allí, la diferencia entre llevar algo reservado o buscarlo directamente en el país sobre la marcha te puede hacer ahorrarte unos buenos euros, más aún para viajar prolongados.
Un Abrazo 😉
Sólo una cosa ¿15 kg de mochila? :-O ¿os ibais a quedar a vivir en la India? 😉 Hay que ir mucho más ligero hombre, sobre todo en verano, que en todas partes hay sitios para lavar la ropa. El paseo me ha recordado a otro que nos dimos nosotros en Japón porque las taquillas de la estación eran demasiado pequeñas para la mía… 4 km de paseo también.
Os tendríais que haber fiado de la «consigna» de la estación, piensa que las mochilas son demasiado llamativas como para «despistarlas». Una cosa que te recomiendo llevar, si no lo lleváis ya, es un candado (o mejor un par, uno por mochila). De los largos, para poder enganchar la mochila a la estantería o, como poco, engancharlas entre ellas. Nosotros cuando las dejamos en Jaisalmer vimos pasar una rata corriendo por el suelo… pero bueno, ahí se quedaron.
Lo de la linterna es básico, siempre va en la mochila de la cámara 🙂
En todos los viajes siempre, o casi siempre, hay algo que no cumple las expectativas y que se podría suprimir a posteriori sin ningún problema. Si volvéis a India, nuestro sitio prescindible fue Pushkar.
JAAC tampoco te creas que llevábamos muchas cosas, si realmente las mochilas se llevaban bien, estamos acostumbrados a ir de senderismo y estas mochilas para trekking son una delicia, pero la pendiente y el calor si que fueron un hándicap importante jeje
Si que llevábamos cadenas, pero era tal la suciedad y el mal estado de la consigna, que no era más que una habitación donde no había ni taquillas, que decidimos pasar e ir en plan último superviviente jeje
Desde luego lo más decepcionante fue que la fortaleza no era para tanto, sobre todo porque comparado con Orchha dejaba mucho que desear 😀
Saludos!!!
Orchha me quedó pendiente en mi viaje. En un principio lo tenía en el planing, pero me di cuenta que iría muy apretado de tiempo y lo quite. Se agradece llegar a un lugar tranquilo como ese.
Por cierto.. mira que sois brutitos con las mochilas… pero la culpa es de los marajás que construían todo en lo alto de una montaña… manda wuebos… jejeje
Una pena que no la vierais Victor, pero bueno uno de esos lugares que te hacen volver a repetir 😀
Realmente con las mochilas íbamos la mar de cómodos, estamos acostumbrados a caminar con mochilas con peso mucho peor distribuido en los senderismos, quizás el palo fue, que para nuestro gusto la fortaleza no era para tanto.
Saludos!!! 😛
Hola!! El lunes nos vamos a India y estoy leyendo del tirón todas tus entradas, De todo lo que llevo leído el diferentes blogs veo que Orccha supone para todos un respiro y un paréntesis de tranquilidad. Las fotos preciosas. Sigo leyendo!!
Que no te quepa duda, Orccha es un remanso de paz increíble, da gusto estar en los entornos rurales y escapar de las grandes ciudades, el trato al turista es mucho más amable y cercano, seguro que te encanta.
Si tienes dudas por aquí estoy 🙂
Magnificó blog de tu viaje…me está encantando y ya estoy tomando nota de muchas cosas para mi próximo viaje.
Por cierto el Hotel Betwa Retreat lo llevabais reservado desde España o lo negociasteis alli??
Sigo leyendoooo
Me alegra que te vengan bien mis entradas Gorka, la verdad que India es un país que merece la pena informarse un poco antes de ir, para poder disfrutarlo y evitar el impacto inicial lo más posible, aunque notarlo lo notarás.
Ese hotel que me comentas lo negociamos al llegar, le echamos un vistazo a las habitaciones y listo, aunque al ser un lugar de «categoría» para lo típico que se encuentra en India, no es de los lugares donde negociar sea más fácil, suelen tener casi todo precios fijos, aún así como verás los precios son una pasada para lo que ofrecen.
Ya me dices si tienes más dudas, por aquí ando 🙂