24 JULIO

Con pocas horas de sueño a las 2 y media de la madrugada dejaríamos atrás Jaipur para ir rumbo a la estación Jaipur Junction y tomar el Agra Super Fast rumbo a la ciudad del Taj Mahal. Hicimos como siempre el check-out, donde nuevamente nos costó despertar a los encargados, estaban fritos en recepción y no se enteraban de nuestras voces. En esta ocasión no puedo tener más que buenas palabras de este hotel, tengo claro que si volviera a visitar esta ciudad no nos importaría para nada repetir alojamiento en el Suryaa Villa.

Cuando salimos a las calles no había ni un vivo, incluso nos costó encontrar un rickshaw que nos llevara a la estación, uno de los momentos que más gracia me hicieron del viaje, fue cuando intenté despertar a uno de los conductores que dormitaba en su vehículo y cuando le dije que nos llevara, al preguntar el sitio y yo responderle, me dijo que no nos llevaba, que no tenía ganas, curioso cuanto menos, porque era un trayecto goloso al estar a varios kilómetros de distancia, pero poco después encontramos a un joven más despierto que nos llevó en un periquete.

Estación de tren de Jaipur

Como llegamos con tiempo de sobra para coger el tren, eran las 3 y hasta las 4 no saldría, nos metimos en las salas VIP para las primeras clases de los trenes y allí con aire acondicionado esperamos tranquilamente. Aunque varían según el tipo de estación, normalmente estas salas están reguladas para que solo los viajeros con reserva de I & II clase puedan estar dentro, sueles tener los códigos de los trenes y el horario de llegadas y salidas, así como unos baños algo más limpios y una megafonia que continuamente te avisa de las novedades que vayan surgiendo en hindi e inglés. En este caso la de Jaipur cumplía con todas estas comodidades, aunque otras estaciones de peor nivel son menos acogedoras.

Literal tren rumbo a Agra

Esta sería nuestra primera experiencia en un tren cama en la India, el primer día que llegamos a Jaipur reservamos en categoría AC 2 Tier, mientras que en un lado del pasillo las camas se estructuraban en 2 literas una encima de la otra de forma vertical, en nuestra «habitación» separada del pasillo por una cortinilla, había 4 literas y nos habían colocado a mi abajo y a mi novia al lado mía pero arriba, osea que nos podíamos ver transversalmente. Abajo tenía como compañera a una señora india mayor que en esos momentos dormía y arriba Carmen tenía a un señor de mediana edad que roncaba como un condenado.

Mi novia gracias a los tapones de los oídos que llevaba (totalmente recomendables) pudo dormir bastante rato, en mi caso como no me gusta dormir en medios de transporte, estuve aprovechando el tiempo en actividades de todo tipo, leyendo, mirando por la ventana y especialmente batallando con la señora india mayor, porque una vez nos acercábamos a Agra, se puso muy nerviosa y no dejaba de hablarme en hindi, sin que supiera muy bien lo que me decía, para colmo se puso sentada en la cama y no hacía mas que rezar y peinarse, así sucesivamente durante varias horas, como veía que no la entendía decidió levantarse en numerosas ocasiones para preguntar fuera cuanto quedaba para Agra Fort, Carmen se partía, porque en vistas que no me dejaba tranquilo, tomé la decisión de cuando veía que me iba a decir algo me hacía el dormido, con lo que pude mantener a raya a la alocada octogenaria.

Como estarían en general los viajeros de ella, que un indio en una de las paradas que hizo el tren, le dijo que ya habían llegado, cuando aún quedaba al menos 1 hora para llegar a la parada real, pobrecilla 🙁

Ese supuesto tren expreso nos  tuvo allí metidos como 5 horas, curioso que a falta de 30 kilómetros para llegar a la estación de Agra Fort fuera cuando más tardamos, esos últimos kilómetros se hicieron eternos.

Cuando llegamos fue la historia de siempre, luchar para encontrar un conductor que nos llevara a nuestro hotel, aunque de primeras Agra es una ciudad en la que prácticamente no es necesario coger transporte para moverse y se podría visitar sin problemas a pie, como esa noche habíamos dormido poco y tampoco teníamos muchas ganas de andar demasiado, terminamos negociando un transporte a nuestro hotel  y tour durante el día por 200 rupias.

Nuestro alojamiento sería el Hotel Kamal que se encuentra en la Puerta Sur del Taj Mahal, a escasos 5 minutos andando de esta Maravilla del Mundo. Pagamos 30 euros por una doble con baño privado durante 2 noches, el cuarto era bastante reducido, pero estaba convenientemente limpio, camas cómodas e incluso el baño tenía cierre para poner un candado, el principal pero es que el aire acondicionado estaba encajonado en la ventana y había unas pequeñas ráfagas que dejarían paso a los mosquitos por la noche.

Aproximadamente a las 10 y media de la mañana comenzamos nuestro tour por Agra, era el momento de completar ese triángulo dorado que forma junto a Delhi y Jaipur. Nuestro alojamiento ubicado en el barrio de Taj Ganj es un enjambre en el que se encuentran los hoteles de bajo y medio coste más solicitados por los turistas que visitan la ciudad,  los cerca de millón y medio de habitantes con que cuenta la ciudad nos hace sentirnos de nuevo en una jungla de asfalto repleta de vehículos conduciendo alocadamente, animales que se cruzan sin ningún pudor por la calzada y sobre todo  una alta actividad del trapicheo que nos tiene acostumbrados India, en la que se nota un repunte con respecto a Jaipur y llega a rivalizar con Delhi.

Tráfico en las calles de Agra

El conductor durante un rato fue acompañado por el hijo, me hizo gracia lo bien enseñado que estaba el pequeño, pues seguía las mismas directrices del vendedor más experimentado de India, así como caer en los tópicos de comentarnos que no era posible visitar el Fuerte Rojo de Agra andando, porque no había una vía posible, cuando es algo totalmente incierto, pero bueno nosotros íbamos con las ideas claras y el acuerdo estaba claro.

Como los momentos que se recomiendan para visitar el Taj Mahal son al amanecer o al anochecer, decidimos dejar la visita para más tarde y en primer lugar visitar el Mausoleo de Itimād-ud-Daulah.

Cruzamos el río Yamuna que cruza la ciudad y llegamos al célebre mausoleo, conocido comúnmente como Baby Taj.  Este monumento fue levantado en 1628 y alberga la tumba del padre de la poetisa persa Noor Jahan que fue esposa del gobernante mongol Jahangir. Sus similitudes con su «hermano mayor» se reflejan en que ambos edificios cuentan con sus fachadas recubiertas de piedras semipreciosas y se podría considerar que es un primer intento hasta que se consiguiera la magnificencia que atesora el colosal Taj Mahal. El precio de la entrada es de 110 rupias.

Mausoleo de Itimad-Ud-Daulah
Baby Taj, el mausoleo de Itimad-Ud-Daulah

En medio de un jardín perfectamente cuidado con un sinuoso edificio en su parte central que supuso la primera edificación de mármol que se concluyó de forma completa, nos damos cuenta de lo magnífico y grandioso que es este sitio, que se encuentra siempre tapado por el Taj Mahal, cosa que vemos rápidamente al entrar y apenas encontrar una docena de curiosos en el recinto.

Allí estábamos nosotros luciendo nuestras mejores galas, para hacer la visita a Agra como mandan los cánones, intentando pasar un poco desapercibidos ya que se comenta que vistiéndose como ellos se consigue,pero  ya os digo, que eso no hizo más que incentivar el interés de la población local por nosotros 😀

Pronto llegaría un nutrido grupo de jóvenes indias deseosas de hacerse una foto con mi novia, imaginarse casi una docena de cámaras en mis manos, porque cada una de ellas no se conformaba con una simple foto, cada una quería que hiciera una toma con su propia cámara, desde luego si fuera tan interesado como algunos hindúes de la zona, me hubiera hecho de oro haciendo fotos y cobrando por ellas.

Foto grupal en Baby Taj
Río Yamuna desde Baby Taj

Después de las fotos estuvieron un rato preguntándonos nuestros nombres, diciéndonos los suyos, los cuelas prácticamente no recuerdo como es natural, querían saber si estábamos casados, vamos lo típico en lo que se suelen  interesar por allí, al final nos tuvimos casi que despedir forzosa pero educadamente, porque no parecían tener ganas de separarse de nosotros.

En la imagen de más arriba podemos apreciar el río Yamuna desde el Baby Taj, para los hiduistas es uno de los siete ríos sagrados de la india. Considerándolo después del Ganges como el más sagrado, aunque los vaishnavas consideran que «cuando el Ganges se santifica mil veces, se llama Yamuna». En el Jari Vamsha y el Markandeia-purana se identifica por primera vez a este río con la antigua diosa Iamí, que era hija del dios del sol Vívasuat y hermana gemela del dios hindú de la muerte, el dios Iama, con quien protagonizó la primera leyenda acerca de un incesto, cuanto menos curioso, aunque seguramente no creamos en este tipo de historias si que se hace interesante conocerlas.

En la otra orilla se encuentra el Taj Mahal, por lo que rodeando la ribera llegamos al Mehtab Bagh un bonito jardín que se encuentra frente al citado monumento, pero en la margen contiguo, pese a ser un sitio donde la vista es espectacular, apenas había gente en ese momento y pudimos hacer unas cuantas fotos a nuestra anchas. Es necesario pagar 100 rupias, pero no se como nos las apañamos que entramos sin que nos dijeran nada (raro en la India), así pudimos contemplar como estos jardines  tan bien cuidados previos a la construcción del mausoleo, hoy en día se mantienen para evitar que la erosión de la arena dañe la estructura.

Taj Mahal desde río Yamuna

Una vez estuvo saciada nuestra necesidad por ver lo magnífico que se vislumbra este monumento desde este punto, decidimos partir para el siguiente punto, en este caso nuestra intención previa era visitar el Fuerte Rojo, pero según pudimos apreciar cada vez se iba poniendo más y más negro el día, temimos que se pusiera a diluviar en cualquier momento y que más tarde fuera totalmente imposible hacer una visita cómoda al Taj Mahal, por lo que decidimos pasar de largo el Fuerte de Agra y adelantar la visita al plato fuerte de la ciudad.

Desde hace ya bastante años se ha delimitado un perímetro de 2 kilómetros con unas barreras que impiden llegar al pie del monumento con un vehículo a motor, con motivo de preservar que se frene el progresivo deterioro del mármol puesto que en las últimas décadas se ha visto bastante afectado. Ya era hora de que las autoridades tomaran medidas puesto que es un lugar único en el mundo que merece ser preservado durante generación y que permite conseguir grandes ingresos para el país, no es moco de pavo los 3 millones de visitantes que recibe al año.

Camellos camino del Taj Mahal

Una vez llegamos a las barreras que impiden seguir en el vehículo, nuestros conductor se fue a comer y nos dijo que cuando saliéramos le llamáramos al móvil para que volviera a recogernos, nosotros le dijimos bien clarito que en aproximadamente 2 horas y media estaríamos fuera y que esperábamos verle allí o nos iríamos caminando para el hotel que estaba a un paso, a lo que puso mala cara, pero estaba claro que no íbamos a gastar teléfono porque él quisiera. Como la pillería en India no tiene fin, se han preparado vehículos eléctricos o camellos que permiten dejarte en la cola para comprar las entradas sin tener que ir caminando, evidentemente nosotros lo hicimos a patita, que era un tramo corto y lo único que había que sufrir era a los vendedores que estaban por todas partes a cual más pesado.

Darwaza de acceso al Taj Mahal.

Cuando estábamos apunto de empezar a hacer cola, nos vimos envueltos en un «momento timo», pero de los más divertido leer, leer:

Momento Timo

Nos proponíamos a sacar nuestras entradas, cuando un hombre nos dice que los extranjeros no tenemos que esperar cola, sacamos las entradas por valor de 750 rupias por persona, nos vamos a que nos den las 2 botellas que vienen con la entrada y los patucos para que no nos tengamos que descalzar al entrar al mausoleo y nos indica que nuestra entrada no se encontraba allí, que había que caminar unos 50 metros hacia un edificio con tiendas, le seguimos y cuando le vemos aproximarse a unas escaleras oscuras donde no se sabía muy bien a donde íbamos acabar, ahí se acabó el numerito.

Solución: En cuanto nos percatamos que el tío lo único que intentaba era llevarnos a una tienda particular, le dejamos allí plantado y nos fuimos para la entrada oeste que estaba allí mismo.

Pero aquí no acaba la cosa, pues una vez vamos a entrar, nos indican que había que pasar por filas independientes, una para hombre y otra para mujeres, nos separamos por unos segundos, en lo que yo me quedo con las 2 entradas en la mano, paso el pertinente control de seguridad, apenas había gente en la cola, pero retienen a mi novia unos segundos porque no tenía la entrada, a lo que alega que su novio se había quedado con las 2 entradas y gracias a ello también la dejan pasar sin problemas. Pero la gracia final del asunto, es que me las apañe para entrar con las 2 entradas en la mano sin que me las sellaran, osea que se podría decir que podríamos haber entrado totalmente gratis 😀

En este momento me gustaría soltar una queja general a la forma de operar en el precio de las entradas en la india, puesto que es la primera vez que visito un país en el que por ser extranjero te cobran más por el acceso a un sitio, que siendo local, en este caso pasamos de pagar 750 rupias lo lo que serían unos 13 euros, a pagar 20 rupias o al cambio 30 céntimos de euro por ser nacional, vamos un total abuso. Me gustaría saber si alguien me puede citar más países en los que se produzca este agravio, porque me parece un auténtico robo 🙁

Cuando llegamos a la entrada sur del Taj Mahal, en lo que debería ser un momento de regocijo total, nos encontramos con una cantidad de visitantes espantosa, en su mayoría nacionales, no es de extrañar puesto que por 30 céntimos de euro cualquiera se puede permitir la entrada, encima con el miedo de que lloviera más fuerte por la tarde, eran las 12 bien pasadas de la mañana cuando entramos, momento nada recomendable para hacer la visita y los grupos de turistas inundaban el lugar, pero a ciencia cierta, aunque enturbiaba un poco el momento, la impresionante figura del Taj Mahal delante de nosotros nos hacía prácticamente olvidar lo que nos rodeaba y únicamente teníamos ojos para contemplarlo.

«Integrados» en el Taj Mahal
Posando junto al Taj Mahal

Aquí nos podéis admirar como unos hindúes más delante del Taj Mahal, desde luego fue complicado aquel día hacerse una toma buena, si no había gente por encima de la cúpula, no era por falta de ganas de los allí presentes.

Taj Mahal desde mezquita

Como he dicho anteriormente, lejos de integrarnos ir con esas «pintas», lo que supuso es que en un día en que posiblemente un tercio de los habitantes de la India estuviera allí dentro (exagerando un poco 😉 ) no nos dejaran respirar ni un instante, entre hacerse fotos con nosotros, pedirme a mi fotos por ser alto y extranjero o en su mayoría a Carmen por ser una chica occidental no había quien parase, incluso tuve que pararle los pies a más de uno que quería hacerse una foto con ella cogiéndola de la mano, si es que tienen un morro…  evil

Para pisar la plataforma de mármol en la que se encuentra el Taj, así como para entrar en su interior hay que descalzarse o bien ponerse unas bolsas en los pies que te regalan en la entrada, con ellas puestas ya podemos pasear libremente por sus alrededores. Me llamó la atención que había gente con unos patucos grandes para ponerse encima de los zapatos, se ve que son gente que está acostumbrada a entrar a lugares donde se requiere quitarse el calzado y los traían previamente, una compra bastante interesante y amortizable a medio plazo.

Mezquita en Taj Mahal
El masjid, la mezquita.
Taj Mahal frente al estanque central

En el interior del mausoleo se encuentra la tumba que alberga el cenotafio de Sha Jahan y Muntaz. Actualmente las tumbas reales se encuentran en un nivel inferior. Imaginarse lo que puede suponer entrar dentro del mausoleo con tanta gente, en aquel país donde el sentido de una cola bien organizada se desconoce totalmente y en cuanto dan vía libre para entrar es como en las rebajas, empujones y codazos por doquier, en cuanto a modales hay que sacar una tarjeta roja en este aspecto.

Después de más de 2 horas de visita, había llegado el momento de echar la vista atrás por última vez al monumento, no sin antes entretenernos un rato con las típicas ardillas que suele haber en casi todos los jardines en India.

Pero según íbamos caminando por el paseo central y nos resignábamos a abandonar el lugar, pensamos fríamente, tenemos 2 entradas aún que no nos han sellado, ¿porqué no nos pasamos al día siguiente al amanecer cuando justo estuvieran abriendo el recinto y así poder hacer la visita soñada, sin apenas gente y disfrutar de verdad de un sitio único? Pues ni cortos ni perezosos al día siguiente marcaríamos como primera visita del día un nuevo encuentro con el Taj Mahal.

Como ya estábamos bastante cansados del madrugón realizado, nos decantamos por irnos camino del hotel para comer algo y reposar un buen rato, en el camino rumbo al rickshaw que debería estar esperándonos para continuar la ruta, nos encontramos con una cantidad pasmosa de vendedores de casi cualquier objeto imaginable con el logo del Taj Mahal en su estructura. Aún recuerdo un chico que no levantaría ni 2 palmos del suelo intentando vendernos llaveros, comenzó a pedirnos 100 rupias y su última propuesta fueron 5, pero su calidad era tan ínfima que ni con esas compramos nada.

Por el camino nos encontramos con innumerables monos, super juguetones, muchos de ellos atentos por ver si algún viandante se olvidaba algo de comida para echarle el guante, la verdad que por toda la ciudad se encuentran a centenares, saltando por las azoteas de las calles, especialmente por el barrio de Taj Ganj donde se encontraba nuestro hotel, que junto con los destartalados edificios de apenas 4 plantas de altura y su presencia, daban un aspecto de ciudad sin ley total.

Cuando salimos de la zona en la que no pueden circulas los vehículos, por fortuna allí estaba nuestro conductor esperándonos, le dijimos que por nosotros se podía concluir el tour y que nos llevara al hotel, le pagamos y nos fuimos al restaurante del hotel que el hambre a las 4 de la tarde era ya voraz. La verdad que este conductor resultó bastante malhumorado, siempre ponía pegas en las paradas y nos ofrecía ir a tiendas después de cada visita, de lo cual no teníamos ni el más mínimo interés, por lo que nos alegramos en el momento de despedirnos de él, fijo que si llegamos a continuar durante la tarde, muy posiblemente nos hubiera intentado encasquetar alguna «parada sorpresa».

Después de estar esperando casi media hora en el restaurante de nuestro hotel para que nos atendieran, decidimos pirarnos y buscar en la propia calle algo decente donde comer, allí hicimos un gran descubrimiento un pequeño local con buena comida internacional, aire acondicionado y wifi gratis, desde luego no podíamos pedir nada más en ese momento. También aprovechamos para cambiar algunos euros a rupias, tenían buen cambio y no cobraban nada de comisión.

Vacas por las calles de Agra

Así mientras comíamos por la ventana que daba a la calle pudimos disfrutar del espectáculo que nos brindan las calles en India, vacas que se asoman por la ventana, tráfico frenético que te mantiene todo el rato en tensión pensando en que de un momento para otro vas a presenciar un accidente y uno de los momentos que más rabia me dieron no captar, un niño pequeño con un palo haciendo girar una rueda, fue una pena no hacer foto en el momento, aunque lo mantengo aún en mi retina, pero habría sido una gran foto 🙁

Después de comer nos echamos un rato la siesta, ese día hacía especial calor, una cosa nos quedó bastante claro, cada vez que llovía la temperatura aumentaba o al menos la sensación térmica, aunque la verdad hasta el momento habíamos tenido suerte porque las lloviznas fueron escasas y solo duraron como mucho unos 15 minutos.

Como gran anécdota del viaje quedará el momento «Pesadilla real»:

Cualquiera que me conozca medianamente bien, sabe que soy una persona inquieta y que en todo momento estoy pensando en hacer algo, especialmente en los viajes duermo muy poco, porque para mi es tiempo perdido ,esas horas de sueño ya podré recuperarlas cuando este en casa. Pero en este viaje en concreto el hecho de no dormir en los trenes y pegarnos esos madrugones me hacía quedarme totalmente frito en cuanto caía en la cama. Así esa tarde cuando Carmen se estaba duchando, yo me tumbé en la cama y me quedé totalmente frito, de buenas a primeras veo a alguien a mis pies con un turbante en la cabeza y removiendo mis sábanas y me quedé totalmente paralizado, era tal mi obsesión por la gente que no dejaba de incordiarnos durante el viaje, que pensaba que nos habían entrado a la habitación a robarnos y en realidad era mi novia que estaba con la toalla de baño enrollada en la cabeza e intentaba colocarme bien la sábana por los pies. Ahora es un momento que nos encanta recordar, pero yo en ese instante me pegué un susto de órdago y Carmen se quedó también totalmente estupefacta al verme con esa cara petrificada 😀

Cuando nos levantamos decidimos dar una vuelta por el barrio, conocer sus tiendas, ver la gente que se movía por allí y al final acabamos acercándonos a un festejo que no llegamos enterarnos de que se trataba, en el lugar no había nadie que supiera inglés, pero estuvo bastante curioso, con música bailes y un gran ambiente.

A las 8 de la tarde nos volvimos al hotel cenamos en el mismo restaurante que lo habíamos hecho en la mañana y tiramos para la cama, teníamos que dormir lo más posible para a la mañana siguiente madrugar y contemplar como es debido el Taj Mahal, había que aprovechar la oportunidad que se nos había cruzado de visitar en el mismo viaje 2 veces el lugar y encima en un 2×1.

25 Julio

Eran las 6 de la mañana cuando saltamos como si tuviéramos un resorte en el colchón y nos pusimos rumbo al Taj Mahal. El día aún estaba fresco para lo que nos tenían acostumbradas las temperaturas y no parecia que fuera a llover, aunque si que lo había estado haciendo durante la noche.

Caminamos los apenas 5 minutos que separaban nuestro hotel del mausoleo por las calles aún desiertas de Agra, allí al fin llegamos al recinto, cada uno cogió su ticket y esta vez si nos los sellaron, pero pudimos pasar sin problemas ¡misión cumplida! Se puede considerar que timamos y bien timados a los avispados indios 😀

En las alrededores ya se notaba que esto era totalmente distinto a lo vivido el día anterior, pero al entrar ya si que notamos el cambio total, como reza la entrada «Después de la Tormenta siempre llega la Calma», la cantidad de hindúes que se movían como si de una manada se tratase no estaban aún y apenas había unos cuantos extranjeros que habían optado como nosotros por madrugar y ver el lugar cómodamente.

Entrada al Taj Mahal
Estanque central Taj Mahal

Simplemente os animo a comparar esta imagen con la misma que he colgado más arriba del día anterior, así os haréis una idea de la diferencia de afluencia en esta segunda visita. Esta vez si que era posible plantarse delante del estanque central y hacerse una clásica foto para el recuerdo como esta:

Y también pude aprovechar la visita para jugar con los reflejos que brindan los distintos canales alrededor de los edificios. Estaba claro que esta vez si que pudimos disfrutar de esta joya de la arquitectura mongola, que combina elementos de las arquitecturas islámica, persa, india e incluso turca.

No todos los días se tiene la oportunidad de tener delante un monumento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1983 y que a su vez es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Una construcción perfecta y totalmente simétrica, en el centro, los amplios jardines divididos en cuadros se organizan mediante la cruz formada por los canales. Cada sección del jardín está dividida por senderos en 16 canteros de flores, con un estanque central de mármol a medio camino entre la entrada y el mausoleo, que devuelve la imagen reflejada del edificio.

Amor junto al Taj Mahal
Darwaza que accede al Taj Mahal

Como es necesario pagar 25 rupias por simplemente asomarse al Taj Mahal con la videocámara y luego ya no es posible entrar con ella hasta los jardines y ni mucho menos hasta el templete donde es encuentra el mausoleo, lo mejor es no sacar la de vídeo y utilizar la de fotos disimuladamente, se tiene la creencia en estos países que los vídeos son algo profesional para hacer negocio con la visita y por eso lo impiden, si os vale esa excusa bien, sino pues quedaros con que simplemente quieren sacar más dinero.

Con tan poca gente a nuestro alrededor, no se podía dejar la oportunidad de hacernos unas cuantas fotos, un amable encargado de vigilancia nos hizo un buen reportaje y lo mejor de todo es que no nos quiso cobrara nada, decía que le gustaba dar clases de fotografía y que sabía los mejores puntos para hacer las fotos más bellas.

Descansando en el Taj Mahal
Cogiendo el Taj Mahal
Sujetando el Taj Mahal

En esta ocasión no contábamos con los patucos puesto que ya los usamos en la visita del día anterior, por lo que tuvimos que optar por ponernos calcetines sobre los zapatos si no queríamos dejarlos en la consigna, aunque en mi caso preferí ir sin nada, con todo lo que había llovido algo se habría limpiado el suelo y a mi que me encanta ir descalzo, pues tan feliz 😀

Descalzo junto al Taj Mahal

Con tanta tranquilidad alrededor del mausoleo esta vez pudimos disfrutar de todo el conjunto, un monumento que ha logrado especial notoriedad por el carácter romántico de su inspiración. Seguramente la gran mayoría de los lectores  sabrán el origen de su construcción, pero por si hay algún incauto que aún lo desconoce, aquí os lo cito:

El emperador Sha Jahan fue un prolífico mecenas, con recursos prácticamente ilimitados. Bajo su tutela se construyeron los palacios y jardines de Shalimar en Lahore, también en honor de su esposa

Mumtaz Mahal dio a su esposo catorce hijos, pero falleció en el último parto y el emperador, desconsolado, inició casi enseguida la construcción del Taj como ofrenda póstuma. Todos los detalles del edificio muestran su naturaleza romántica, y el conjunto hace alarde de una estética espléndida. Tras una visita realizada en 1663, el explorador francés François Bernier realizó el siguiente retrato del Taj Mahal y de los motivos del emperador para construirlo:
Completaré esta carta con una descripción de los dos maravillosos mausoleos que otorgan total superioridad a Agra sobre Delhi. Uno de ellos fue erigido por Jehan-guyre (sic) en honor de su padre Ekbar, y Chah-Jehan levantó el otro, de extraordinaria y celebrada belleza, en memoria de su esposa Tage Mehale, de quien se dice que su esposo estaba tan enamorado que le fue fiel toda su vida y a su muerte quedó tan afectado que no tardó mucho en seguirla a la tumba»

A poco de terminar la obra en 1656, Sha Jahan cayó enfermo y su hijo Sha Shuja se declaró a sí mismo emperador en Bengala, mientras Murad, con el apoyo de su hermano Aurangzeb, hacía lo mismo en Guyarat. Cuando Sha Jahan, muy enfermo ya, se rindió a los ataques de sus hijos, Aurangzeb le permitió seguir con vida en arresto domiciliario que cumplió en el cercano fuerte de Agra. La leyenda cuenta que pasó el resto de sus días mirando por la ventana al Taj Mahal y, después de su muerte en 1666, Aurangzeb lo sepultó en el mausoleo al lado de su esposa, generando la única ruptura de la perfecta simetría del conjunto.Se dice también que después de terminar dicha obra arquitectónica el emperador hizo que a los obreros se le cortara las manos para que jamás se viera otra obra igual.

Su perfecta simetría tiene su culmen en la cúpula acebollada de su parte central también llamada «amrud», típica de la arquitectura del Islam, y que sería usada más tarde en Rusia. Sobre ella se esculpe una decoración en forma de flor de loto y rematando esta obra sin igual se encuentra el final típico de las pagodas asiáticas.

Reflejos del Taj Mahal
Taj Mahal, Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno

Si bien el mausoleo es el edificio principal, existen otros edificaciones singulares que completan el complejo que se encuentra limitado por tres lados por un muro almenado de piedra roja. El límite del cuarto lado lo forma el mismo río Yamuna. Extramuros hay varios mausoleos secundarios, incluyendo los de las demás viudas de Shah Jahan y el del sirviente favorito de Mumtaz. Estos edificios, construidos principalmente con piedra arenisca, son típicos de las tumbas mongoles de la época.La entrada principal, la «darwaza», es un edificio monumental construido en arenisca roja. Por otra parte en el extremo del complejo se levantan dos grandes edificios a los lados del mausoleo, paralelos a los muros este y oeste. Ambos son fiel reflejo uno de otro. El edificio occidental es una mezquita y su opuesto es el jawab, cuyo sentido original era balancear la composición arquitectónica y se cree que fue usado como hostal o casa de invitados. Las diferencias consisten en que el jawab no tiene minarete, y sus pisos presentan diseños geométricos, mientras que los de la mezquita están decorados con un diseño en mármol negro que marca la posición de la alfombrillas para el rezo de 569 fieles, que se realiza los viernes, momento en el que se cierra a visitas, salvo que queramos estar presente en las oraciones.

Que mejor forma de festejar una visita tan significativa que saltando de alegría, pues ahí va un buen bote ¡Que no se diga! Foto típica donde las haya, pero había que hacerla :mrgreen:

Es mi visita 1 de 7 a las Maravillas del Mundo y me he propuesto dar un buen bote delante de cada una de ellas para demostrar mi efusividad en el momento. ¿Cual será la siguiente Maravilla que caiga de la lista de pendientes?

Esta vez si que había llegado el momento de despedirse finalmente del lugar, aunque muy posiblemente nos volviéramos a encontrar su imagen desde algún otro mirador de la ciudad, no sería lo mismo como estar a escasos metros de sus paredes, se había cumplido un sueño, pero lo bueno de este impresionante mundo que nos rodea es que hay muchos aún por cumplir, lo importante es seguir viajando y consumarlos 🙂

Saltando frente al Taj Mahal

Pero Agra no es solo la ciudad del Taj Mahal, también cuenta con otro encanto muy destacado como es su Lal Qila o Fuerte Rojo. Por tanto con la primera visita concluida de la mañana en unas 3 horas, esta vez si que nos lo tomamos todo con calma y pudimos entrar en su interior cómodamente, nos pusimos en marcha al allí comúnmente conocido Agra Fort. En el camino que se hace en aproximadamente una hora nos cruzaríamos con innumerables conductores que se ofrecerían a llevarnos, lo curioso es que estar más cerca no era sinónimo de ir obteniendo precios más bajos, ahí está la muestra de que van a pillar y si cuela cuela, vamos como el que entra en una discoteca a toda chica que se le cruce, si saca algo bien y si no, que no se diga que no lo ha intentado 😀

Muros del Fuerte Rojo

Como sería el bombardeo de ofertas que cuando nos encontrábamos en la puerta nos ofrecieron por 100 rupias llevarnos a Agra Fort ¡Pero tronco si estamos en la misma puerta! XD

Para entrar tenemos que pagar 300 rupias, pero si en ese mismo día se ha visitado el Taj Mahal tendremos un descuento de 50 rupias, por lo que en total por persona pagamos 250. (25 más si entramos con cámara de vídeo).

Cuando entramos como pasa en cualquier sitio fotogénico en India, nos encontramos a los jode fotos, seguro que por internet habréis visto innumerables ejemplos de gente que hace todo lo posible por salir por detrás en el momento de hacer la foto, pues en este país son especialistas totales, tienen hasta sus poses estudiadas para salir lo mejor posible.

Muchos de ellos miran a otro lado, disimulan, pero otros son tan descarados que llegan incluso a ponerse por delante del objetivo, si es que tienen una cara .. 😛

Este fuerte, construido en piedra de arenisca roja (a lo que se debe el nombre), por el emperador mongol Akbar entre 1565 y 1573, puede ser descrito con mucha más exactitud como palacio amurallado, encerrando en su interior un impresionante conjunto de palacios y edificios señoriales con estilos arquitectónicos que varían desde la complejidad de lo construido por Akbar hasta la simplicidad de lo construido por su nieto Shah Jahan y rodeado de un profundo foso que se llenaba de agua del río Yamuna.

Una vez entramos nos encontraremos con la sala de audiencias públicas o Diwan-i.Am, allí se atendía a los asuntos del gobierno nacional, cuenta con una sala para el trono y en los jardines próximos se encuentra la tumba de John Colvin vicegobernador de las provincias del noroeste que murió cuando se encontraba en el fuerte de una enfermedad durante la rebelión de los Cipayos. Desde aquí se puede apreciar la mezquita de la Perla, pero estaba cerrada por reformas y en rara ocasiones se abre al público.

Diwan-i-Am en Fuerte Rojo
Interior del Fuerte Rojo de Agra
Jahangir Mahal en Agra

Los soportales de las salas de audiencias son realmente fantásticos, en muchos aspectos le encuentro un cierto parecido a los que se encuentran en la Mezquita de Córdoba.

Otras salas que podemos visitar durante el recorrido son las audiencias privadas, el palacio de los espejos que cuenta con minúsculos espejos incrustados o divisar desde la lejanía el Taj Mahal desde el Musamman Burj y el Khas Mahal dos miradores con unas preciosas torres octogonales de mármol blanco.

Interior de Khas Mahal en Agra
Taj Mahal desde Fuerte de Agra

Allí también se encuentra el palacio donde Sha Yahan estuvo cautivo durante ocho años hasta su muerte en 1666. Desde su celda podía divisar el Taj Mahal, una vez muerto fue trasportado su cuerpo en barco hasta el mausoleo. La visita se hace cómodamente en una hora, pero realmente merece la pena, de hecho me atrevo a decir que fue el fuerte en India que más nos gustó, tanto por su recinto como por las vistas con que contaba.

El camino de vuelta al hotel se hizo bastante cómodo, tiramos por medio de un parque que separa el Taj Mahal del Fuerte Rojo evitando el tráfico y sobre todo por una vía mucho más tranquila sin presencia de vendedores.

Su estado no es que sea muy bueno, la vegetación crece a sus anchas, las fuentes no tienen agua y el camino está delimitado pero a duras penas aguantas las baldosas que lo forman, aunque al menos como digo se va tranquilo y en ocasiones a la sombra, algo que se agradece.

Shahjahan Garden en Agra
Pareja en Shahjahan Garden de Agra

Esta estampa me resulto adorable, una pareja hindú en medio de la arboleda se encontraba plácidamente conversando en actitud cariñosa sin que los ojos de la sociedad pudieran juzgar su comportamiento. Hay que reconocer que el contacto afectivo entre las mujeres y hombre en India es nulo, está mal visto mostrarse demasiado efusivo y por tanto se intenta evitar el roce, pero como vemos esa necesidad está ahí y si se da la oportunidad no dudan en demostrarse el amor que se procesan. Frente a esto se encuentra la costumbre de ir de la mano los hombre de cualquier edad o condición social como algo normal y cotidiano, pero no por ello significan que tengan una tendencia homosexual, simplemente es algo que se realiza por tradición, a mi desde luego me parece algo raro de narices, por un lado se muestran críticos con que una pareja demuestre su amor en publico y por otro mantienen esta práctica alternativa, frenar estos impulsos nos lleva luego a pensar porque se muestran tan pasmados en cuanto ven a una chica bonita extranjera, llegando incluso a perder el norte, cosas culturales que seguramente nunca llegaremos a comprender, así es este mundo de complejo 🙂

Era la hora de comer pero antes intentamos por segunda ocasión encontrar un enlace para hacer una visita a Fatehpur Sikri, nos fuimos hasta la estación de trenes donde al lado está la parada de autobuses pero no nos convencía la hora de vuelta para regresar a Agra, por lo que intentamos ir a ver cuando nos pedían por un taxi prepago, el servicio en esta ciudad resultó un auténtico abuso, nos pedían más de 30 euros por un trayecto que apenas son 40 minutos por lo que pasamos rotundamente, para ser prepago intentó hasta negociar con nosotros y el rickshaw que nos acercó a la estación intentó también meter baza en el asunto, al final decidimos no complicarnos y dejar para otra ocasión la visita a la ciudad mongol, por el camino nos encontramos los clásicos taxis piratas y nos llegaron a pedir más de 40 euros, vamos creo que ese día estaban un poco flipadetes con los precios, quizás si hubiéramos cerrado este tema semanas antes del viaje hubiéramos encontrado algo más rentable para ir. Pero bueno no hay mal que por bien no venga, llevabamos muchos días de madrugones y caminatas, así tendríamos toda la tarde para en primer lugar comer y luego remolonear un poco, caminar por el barrio del hotel y perdernos por sus calles, sin cámara ni mochilas, simplemente dejándonos llevar y eso es lo que hicimos.

A las 8 cuando ya era noche cerrada volvimos al hotel, fue toda una experiencia caminar sin rumbo, pero con el GPS eso si, que sino cualquiera volvía en una ciudad donde prácticamente todas las calles se parecen entre si y es tan fácil perderse como encontrar un rickshaw en la puerta de una estación de tren.

Noche en Hotel Kamal de Agra

Nuevamente cenamos en nuestro restaurante preferido en Agra a 2 minutos andando del hotel. En esta ocasión mi novia se decantó por un plato de thali que consiste en la disposición de diversos platos de cocina regional de la india, que le gustó bastante y yo como me había tirado toda la tarde picando patatas y no tenía excesivamente hambre me pedí un socorrido sandwich vegetal.

De allí nos fuimos camino de la cama que nos estaba esperando, esta fue nuestra última imagen nocturna de Agra, desde la ventana podíamos ver los múltiples restaurantes y discos que teníamos a nuestro alrededor engalanados de lucecitas como si nos encontráramos en alguna pobre versión de una Las Vegas bastante decadente.

Al día siguiente tocaría coger un nuevo tren que nos comenzaría a acercar poco a poco a la ciudad sagrada de Varanasi, pero antes tendríamos un par de paradas en el camino de lo más interesantes.

Autor

José Carlos DS: Economista y blogger de viajes en La Próxima Parada desde 2009. Ratón de ciudad, pero que le gusta la naturaleza por igual. Sus otras pasiones son el cine, los deportes y los videojuegos.

39 Comentarios

  1. Hola,

    Leyendo el post sobre Agra, me viene el recuerdo del día que más sudé en mi vida y fue visitando el Taj Mahal, calor húmedo insoportable, pero eso sí aunque había mucha gente visitando, al menos nadie te estropeaba la visita ofreciéndote cosas raras como pasaba en otras visitas en la India.

    Saludos.

  2. Agra es parada indisipensable en un periplo por la India. No conozco a nadie que haya decidido viajar al país y no pasar a ver el Taj Mahal. Aunque todo queda un poco deslucido con la incesante intervención de los indios a que le compres cualquier cosa… decir que somos rupias andantes no es exagerar ni un poquito.

    Consejo: no os vistáis como locales. Madre mía… no nos dejaron tranquilos con tantas fotos, y aunque al final decidimos sacar nuestro lado más antipático para ver si así paraban de una vez, ni con esas, en el momento que pueden te hacen una foto con el móvil… Total, extranjero = extraterrestre, esa es mi conclusión, jejeje.

  3. Quizás sea porque el Taj Mahal estoy harto de verlo por la tele/fotos, pero quedo con el Fuerte Rojo que mola mucho y no se ve tan petao de gente. Pero vamos, tampoco me desagrada el Taj Mahal xD

  4. Menudo lugar el Taj Mahal, he estado en Río de Janeiro, Roma, Pekin y la siguiente maravilla que me gustaría visitar sería esta. Por cierto menudos pies gastas, se podría hacer la coña fácil, pero me la guardo jiji

    El Fuerte Rojo tampoco está nada mal de hecho ni lo conocía.

  5. Qué risa lo del turbante, menudo susto debistes llevarte. Te confirmo que en otros países también te cobran más por ser extranjero, dónde más diferencia he encontrado hasta ahora ha sido en Argentina para entrar en el Parque Nacional de los Glaciales pero aquí en España también hay ciudades que te cobran menos si eres residente así que creo que es algo general!!! 😉

  6. El Taj-Mahal es uno de esos lugares que me encantaría visitar. Me ha llamado la atención lo de que te cobren un extra si entras con cámara de vídeo. Es curioso.

  7. Es normal que quieran proteger el Taj Mahal!! De hecho, yo si quiero ir a la India es únicamente por ver in situ dicho monumento! Si no estuviera, creo que no me llamaría tanto la atención.
    Pero si pareceis famosos!! jejeje No sabía yo que tanto les llamaba la atención los occidentales! jejeje
    Por cierto, lo de cobrar precio distinto si se es local o foráneo también pasa en alguna ciudad española. Sé de una ciudad que si eres de nacimiento o vecino de la localidad no tienes que pagar entrada para ver la iglesia principal, en cambio si no eres de allí, si que tienes que pagar.
    Preciosas fotos del Taj Mahal en la soledad de la mañana!!
    Saludos

  8. Interesantísima entrada, como siempre!!! Todavía tengo más ganas de visitar el Taj Mahal aunque eso sí, tomo noto de hacerlo a primerísima hora de la mañana para evitar los miles de turistas!.

  9. Victor en el Taj Mahal uno de los fuertes es ese, que al menos dentro no te intentan vender nada, ya suficiente es tener que hacerse fotos con media India 😀

    Carmen la próxima vez vamos de raperos antes que con las ropas típicas del país, porque vaya tela… 😛

    El Taj Mahal es el fuerte de Agra está claro Jose, pero el Fuerte Rojo puede pasar desapercibido y tiene su encanto también, en definitiva 2 visitas imprescindibles.

    Menudo historia llevas ya Sabri… pues sí, como le he dicho a Jose, aunque se conozca menos, Agra Fort está muy chulo también 😀

    Ya te digo Babyboom, ahora me rio, pero en ese momento me cagué totalmente jaja

    Pues Christian, en casi la totalidad de monumentos a visitar había que pagar un suplemento por la videocámara, nosotros casi todas las veces ni las sacábamos para evitar pagarlo y usábamos mi cámara de fotos que también graba vídeo.

    M.C. ya te digo más famosos que Brad Pitt y Angelina Jolie. En cuanto a lo de pagar más, una cosa es hacer alguna excepción por ser nacido en el pueblo o cobrar ligeramente menos y no pagar un 4333% más que los indios, me parece un abuso total…

    Sandra ya sabes o a primera hora o al anochecer, pero a mitad de día ni en broma, ahí tienes nuestra primera experiencia, suerte que pudimos volver al siguiente día 😀

    Pues Fran al próximo gran viaje que no tenga que contártelo y que salgas en las fotos, ya sabes jaja

    Saludos!!!

  10. Muchas gracias por toda vuestra información. Mañana salgo para Delhi y todo vuestro blog ha sido de gran ayuda.

    Un saludo

  11. Ya te digo Christian, se fijan únicamente en que lo que entras sea una cámara de vídeo para que pagues más, pero aún desconocen que casi cualquier cámara de fotos hace vídeos 😀

    Anda Alberto, que con el tema de vestirnos de hindúes no nos dejaban ni un segundo tranquilos, pero como dices el Taj Mahal es simplemente impresionante y merece la pena pagar ese trago jeje

    Isabel me alegra que mis crónicas te sirvan de ayuda, espero que vaya genial el viaje y nos cuentes a la vuelta.

    Saludos!!!

  12. Bueno, bueno, ¡muy chula la entrada!
    El Taj Mahal impresionante, y encima viéndolo por partida doble. Eso sí, mucho mejor el segundo día.
    El fuerte rojo tiene también una pinta excepcional. ¡Os montasteis un viajecito muy chulo!
    Que curioso que la gente quiera hacerse fotos con vosotros…
    Un saludo chicos 😉

  13. Lo de hacerse fotos contigo en Asia es un clásico pero en el Taj Mahal fue ya muy exagerado 😀

    La verdad que si la segunda visita al Taj Mahal estuvo mucho mejor, tuvimos bastante suerte en repetir.

    Mañana nueva entrada en la que seguiremos narrando nuestra aventura India.

    Saludos!!! 😀

  14. Buenas! Por fin saco un hueco para leerme esta entrada que tenía tantas ganas de ver, es que el Taj Mahal me tiene enamorado… Y bueno flipo con la diferencia de precio a los locales y a los turistas! Pero bueno, miralo por el lado positivo que al menos lo pudistes visitar 2 dias por el precio de 1 jejeje.
    1saludo!

  15. Ya te digo Dany, es que menudo abuso de precios y como dices al final no nos salió mal la jugada, poca gente habrá entrado 2 veces en un mismo viaje al Taj Mahal por el precio de una entrada encima 😀

    Saludos!!!

  16. Jajajaja! el momento «pesadilla real» casi eclipsa los (brillantes) «momentos timo» 😛

    Qué buenos recuerdos me trae Agra… es una ciudad que a mi personalmente me encantó, aunque tal vez influyese el ehcho de que quedé retenida en ella por enfermedad unos 11 días… y tuve que amarla a la fuerza 😛 Que no, que me encanta 😀

    Por cierto, yo también llevé tapones para los oídos y la verdad…. no me sirvieron para nada. De hecho, los terminé tirando. Pero porque en realidad tampoco estaba mal sin ellos… supongo que a fuerza de costumbre.

    Un abrazo!!!

  17. Ku, el momento pesadilla real quedará en mi mente para siempre, que shock sufrí en ese momento jaja

    Como dices al final te acostumbras a los sonoros ronquidos y demás ruidos, en mi caso no los llevaba y ya hasta me lo tomaba a coña, aunque a Carmen para conciliar el sueño le vinieron de maravilla.

    Saludos!!!

  18. A ver… dos cositas…

    1.- ¿No dejas que se hagan una foto con tu novia cogiéndola de la mano? Carmen… di algo..

    2.- Encima de no dejar que se haga esa foto «romántica»… vas tu luego y la confundes con un indio con turbante… Chico… tu tienes a un sol de novia si te aguanta todavía jejejeje…. 😛

    A estado genial esta entrada y lo mejor, a ver podido disfrutar bien el Taj Mahal y no como la primera vez. Un puntazo lo de las entradas.

    El festejo que os encontrasteis por la calle es muy posible que sea una celebración de una boda. Yo me encontré varios así…

    Un abrazo!

    PD: no te me mosquees conmigo por el comentario jejeje…

  19. Victor hay que poner freno a los indios, si no acaban abrazados como pudimos ver en el Fuerte Rojo a una chica coreana que no sabía ni como actuar XD Que encima era yo el que hacía las fotos… 😛

    El chollo del Taj Mahal fue genial, 2×1 en toda regla 🙂

    Y tranquilo que no me mosqueo, ya buscaré la entrada de tu viaje para devolvértela muahahahah 😉

    Un abrazo!!

  20. Es normal que en los países pobres la entrada a los monumentos tenga precio para local y precio para turista. En India, en Nepal, en Bután, en Perú, en Tanzania, en Uzbekistán… incluso en Rusia.

    Piensa que si todo el mundo pagara la entrada de los locales no obtendrían suficiente dinero para su mantenimiento, y si todo el mundo pagara la entrada de los turistas ningún local podría disfrutar de su patrimonio al ser imposible para ellos gastar esa cantidad de dinero. Incluso en España hay sitios así: museos que tienen la entrada gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea…

    No se le puede pedir la misma cantidad de dinero a un indio que a un europeo para ver el Taj-Mahal. No lo tomes como un engaño, es la manera de que siga estando en pie.

    Lo que no es normal es que te pidan distinto precio por la comida, por el alojamiento o por el tuctuc…

    Acabo de encontrar tu twitter! el mío (@SltCnmg)

  21. Por cierto, que debe ser habitual cuando se compran dos billetes de tren en coche cama que te los den en diagonal. Los nuestros eran también así siempre :-O

  22. JAAC, a mi esta excusa de que se paga eso para mantener un lugar, no me ha calado nunca, más aún cuando entras a muchos monumentos y por dentro ves que están deteriorados y ni rastro de esa «inversión» que se debería hacer con cada entrada, en este caso en el Taj Mahal si que se ve que se mantiene, pero veo excesiva la diferencia de precios, vería más factible que se reservaran días concretos a lo largo del año para que los nacionales o gente con menos recursos lo visitaran o poner un precio más mediano.

    Mirando precios de entradas de otros viajeros de hace 2 años veo que en muchos casos entradas que costaban 500 ahora cuestan el doble, cada vez estos destinos se van encareciendo más y si al menos ese dinero se viera reflejado como digo en los monumentos o en las ciudades lo vería excelente, pero me da la impresión que al final pasará como siempre, lo ricos cada vez más ricos y los pobres igual o peor.

    Ya te he agregado a twitter también 😉

    Saludos!!

  23. Enhorabuena por el blog!!

    Tengo 2 dudas, a ver si me puedes ayudar…

    Eso del GPS que comentas, que es como un Tom Tom y con ello te guias? Me parece muy interesante pero con el del Smartphone necesitas paquete de datos para usarlo, no?

    La 2ª es si te acuerdas del nombre del local en el que dices que comisteis tan bien… Me encantaría probarlo en mi próximo viaje en Enero!
    Un cordial saludo.

  24. Buenas Neus, bienvenida 😀

    En cuanto a tus preguntas, el GPS es algo similar al Tom Tom como dices, pero que se instala en un smartphone y no necesita tarifa de datos, va directamente por el propio GPS y lo único que consume es batería, en mi caso tengo el Sygic que es gratuito tanto el programa como bajarse los mapas.

    En cuanto al restaurante desgraciadamente no recuerdo el nombre, lo único que te puedo hacer es decirte que estaba justo frente a nuestro hotel en la South Gate del Taj Mahal, como referencia tienes la última foto justo debajo del edificio ese con luces se encontraba y también la foto de la vaca, esa era la ventana, tienes que buscar uno que pone comida internacional y wifi gratis, siento no poderte dar el nombre exacto.

    Si tienes alguna otra duda, aquí estamos para lo que necesites.

    Saludos!!! 😉

  25. Muchas gracias por tu rápida respuesta!!
    Ya he instalado el Sygic, a ver si nos saca del apuro, jaja!
    Sigo atenta a las entradas de tu blog que me parece muy intereste y práctico.
    Saludos.

  26. De nada Neus, ve haciendo algunas prácticas por tu ciudad para irte haciendo con el GPS y cuando llegue el momento te descargas los mapas.

    Espero que te gusten las próximas entradas.

    Saludos! 🙂

  27. Vaya, no sabía de la existencia del Baby Taj, y es precioso… supongo que no estará a la altura del archiconocido Taj Mahal, pero desde luego no le va muy a la zaga…

    Me encantan las fotos…

    Un saludo!!

    • La verdad que está muy chulo y mucho más tranquilo que su hermano mayor, aunque claro el tamaño del Taj Mahal es sobrecogedor y te deja más impactado 😀

      Saludos!!!

  28. Krisporelmundo Responder

    Genial vuestro viaje, me trae muchos recuerdos. Soy una apasionada de India, ya la he visitado en cuatro ocasiones y estoy deseando volver y seguir descubriendo rincones.
    Me ha llamado la atención lo de las entradas, lo que comentas de que sean más caras para extranjeros que para nacionales. No es el único pais donde pasa, por ejemplo, en Rusia también es así. A mi me fastidia desde el punto de vista que soy la turista. Pero lo entiendo y me parece bien. Para nosotros pagar 12 euros por visitar el Taj Mahal no es un dinero que nos fastidie la economía familiar. Sin embargo, imagina para los indios tener que pagar eso…. Lo que sería genial es que en España tambien fuese así. Seguro que nos animábamos a visitar con mucha más frecuencia museos y palacios.

    • Me alegra que te gusten mis relatos, la verdad que si que tendríamos que predicar con el ejemplo y que en España hubiera más días a precios reducidos para los nacionales, seguro que así visitaríamos más nuestros rincones y conoceríamos mejor nuestro país.

      La verdad que India en el primer contacto es un país duro, pero que según avanzan los días y te vas adaptando, se ve desde otro prisma más amable.

      Un saludo!!

  29. Hola,

    Buenísimas fotos, con tu crónica me ha quedado claro que si voy al Taj tiene que ser A FUERZA a primera hora… (algo así me paso en Teotihuacan, llegamos a primera hora y estaba tranquilisimo… dos horas después vimos como las horas de estudiantes llenaban el lugar)…

    Pero ahora me quedo con una duda –> te piden tomarte fotos solo si estas vestido como ellos? (por que dices que la primera visita al Taj no paraban de pedirles fotos y parece que el segundo dia no fue tanto)…

    Y lo de los modales bueno, yo me lleve un shock en Italia al ver que no saben hacer colas… pero si, creo que en la India es aun peor… :S

    Saludos!

    • La verdad que lo de pedirte fotos da lo mismo si vas vestido como ellos, como si vas al estilo occidental, te van a perseguir igualmente, pero según avanzan los días vas sabiendo como evitar que te lo pidan haciéndote el despistado 😀

      Saludotes!!!

  30. HOla..tus relatos me los guardo como guia para mi proximo viaje.
    Lo del tema de las entradas, en Argentina los Parques Nacionales comi los vuelos domesticos tienen un precio subvencionado por el Estado para los nacionales, recorri parte del Pais con m novia extranjera, y dolia vera pagar el doble que yo para volar

    • La verdad que en este caso soy especialmente crítico por como se gestiona ese dinero, pues ya que se recauda de más con los turistas, al menos ese dinero se debería ver reflejado en los monumentos, en el Taj Mahal al ser la joya de India igual hay menos que objetar, pero en otros monumentos no se entiende muy bien el estado en que se encuentran y lo poco que se invierte en ellos con lo que se recauda.

      Espero que te sean de ayuda mis entradas sobre India ¡Felices Fiestas! 🙂

  31. Hola,
    Estupendo vuestro relato queme sirve para preparar mi viaje. Aprovecho para haceros una consulta. Tengo previsto coger el tren des de Agra a Varanasi y veo que hay dos posibles estaciones cogerlo en Agra jnc o cogerlo en la estación de Agra Fort. Como el tren sale a las 20’00 h. había pensado cogerlo en Agra fort despues de hacer la visita al Fuerte.¿Es buena idea? ¿pensais que es mejor coger el tren en la estación principal?

    • Buenas Marta,

      La verdad que lo podrías coger perfectamente en Agra Fort, ya que está más cerca y así te evitas dar más vuelta y que te cunda más la visita al fuerte. Los trenes de India no suelen ser muy puntuales, pero llegar llegan 😛

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