El día 20 de viaje comenzaba a 10.000 metros de altitud. A duras penas pudimos echar una cabezada, pese a que el cansancio de no poder descansar en una cama aquella noche comenzaba a hacerse palpable. Pronto apareció ese socorrido menú del avión compuesto por arroz con pollo, un poco de jamón de york, pan, un postre de chocolate y como no podía ser de otra forma estando volando con Aeroflot, un poco de ensaladilla rusa 😀
Pasaron las horas y pese al retraso en la salida, poco después de las 6 de la mañana llegamos al Aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremétievo. Una basta nación se abría ante nosotros, aunque teníamos pocas horas para visitarla. El alfabeto latino estaba apunto de ser decapitado de cualquier indicación y poco a poco comenzaba a ser sustituido por el cirílico. Una cosa está clara cuando entramos en suelo ruso, este país no está esperándonos con los brazos abiertos para que lo visitemos, es un Estado que vive y respira para los rusos, otra cosa es que nosotros, incautos viajeros, nos queramos inmiscuir en sus asuntos.

Pero para que viajamos, sino es para vivir aventuras y complicarnos nuestras vacaciones descubriendo lugares increíbles con los cuales siempre hemos soñábamos. Lo primero una vez bajamos del avión será rellenar el típico papel de entrada y salida del país, el documento se encuentra en inglés/ruso, por lo que para los menos ductos en la lengua de Shakespeare, les recomiendo que al menos lleven un diccionario de inglés, así evitarán problemas y lo que es aún más importante, no os olvidéis nunca de llevar un boli a mano, que luego pasa lo que pasa… Entre los datos que igual pueden causar un poco de controversia a la hora de rellenar, es el nombre patronímico, que un servidor nunca había oído hablar de él, pero que realmente se refiere al nombre de familia. Una amable chica rusa que se encontraba rellenando los documentos para su familia de origen español, nos aclaró que no era necesario rellenarlo, por lo que lo dejamos en blanco. El papel de entrada se lo quedan ellos y el de salida lo tendremos que guardar para entregarlo a la vuelta.
Una vez pasado el control de la policía rusa y empezando a notar lo «simpáticos» que son por regla general los rusos y nos encaminamos a cambiar algo de dinero a rublos. Os recomiendo encarecidamente que cambiéis lo mínimo, pues en el aeropuerto os harán un cambio nefasto y nada más salir a la propia ciudad y consultar algunas casas de cambio próximas a la Plaza Roja, encontraremos lugares donde saldremos infinitamente mejor parados con la transacción.
El cambio en Julio 2011 : 1 euro = 41 rublos.
Para llegar a la Plaza Roja que era el punto por el que nos íbamos a mover aquel día, lo primero que hicimos fue coger el Aeroexpress que sale desde la propia terminal internacional y que nos deja en la estación de Belorusskaya a unos 3 kilómetros a pie de la célebre plaza por 350 rublos (~7,50 euros) o 590 i/v (válido durante 1 mes). Podéis consultar horarios aquí: Aeroexpress to airport Sheremetyevo.
Es posible llegar también en bus cogiendo una de estas lineas: 851, 517 y 551, que funcionan las 24 horas del día. Pero que queréis que os diga, preferíamos pagar un poco más y aprovechar las escasas horas de visita sin complicarnos la vida.


Durante el trayecto que se hace en aproximadamente 35 minutos, comenzaremos a ver los clásicos barrios de la URSS, con sus mastodónticos edificios todos iguales, al igual que divisaremos la Torre de televisión de Ostankino con su medio kilómetro de altura y cruzaremos en varias ocasiones lagos y ríos próximos a la capital rusa.
Una vez llegamos a la estación de Belorusskaya, que la distinguiréis rápidamente por el color verde de sus paredes, es el momento donde comienza la movida. Lo primero que tendremos que hacer es localizar la boca del metro, que se encuentra atravesando en linea recta la estación y girando a la derecha y una vez allí tocará armarse de paciencia para orientarse con las indicaciones.

Cuando salíamos del aeropuerto con nuestras miradas perdidas intentando orientarnos, tuvimos la suerte de encontrarnos con un par de chicas alicantinas que venían en nuestro avión y que se encontraban igual de aturdidas que nosotros. Decidimos unir fuerzas y hacer la escala por Moscú juntos, para ver si entre los cuatro conseguíamos cumplir la hoja de ruta que tenía preparada. Una cosa tenemos que tener clara, allí la gente en un alto porcentaje no sabe hablar nada de inglés, incluso las taquilleras del metro te ponen el precio en una calculadora para no complicarse la vida, vamos, que toca ir bastante despierto por los sitios 😀
En primer lugar nos hicimos con un mapa que tuviera las paradas tanto en cirílico como su correspondiente traducción al alfabeto latino:
Es algo que se hace totalmente necesario, de casa sería bueno llevar preparadas las paradas en donde tenemos pensado bajarnos para ver los principales puntos de interés y luego situarse, comprender cada linea a que número corresponde y por último, lanzarse al averno.


Así entre el mapa y preguntando a los pocos rusos que sabían inglés por los pasillos, conseguimos llegar a una de las bocas de metro que van a parar a la Plaza Roja, entre las más próximas se encuentran Ohotnyj Rjad y Ploschad Revolutsii. Si os interesa perderos un rato más por el metro antes de salir a la superficie, os recomiendo que echéis un vistazo a estaciones como Kievskaya, Mayakovskaya o Arbatskaya, será casi como encontrarse en medio del Louvre o el Prado, desde luego que esta ciudad tiene riqueza culturar tanto en el exterior como en su subsuelo.

Nada más salir nos encontramos con un mercadillo en el que se vendían las típica matrioskas, ahora si que podíamos decir a ciencia cierta que estábamos en Moscú. Estas muñecas tradicionales rusas creadas en 1890 con sus aspectos multicolores tan característicos y que como sabréis su originalidad consiste en que se encuentran huecas por dentro, de tal manera que en su interior albergan una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra, y ésta a su vez otra, en un número variable que puede ir desde cinco hasta el número que se desee, siempre y cuando sea un número impar, se encontraban por todas partes y no solo con el clásico dibujo de una mujer, sino que en la actualidad se pueden ver con dibujos de políticos como Putin o Yeltsin, al igual que con las caras de futbolistas o figuras televisivas, desde luego se nota que hay negocio con este asunto.

Pero lo mejor aún estaba por llegar, no eran aún ni las 9 de la mañana y por una de los accesos a la Plaza Roja se podía vislumbrar algo magnífico, una explanada inmensa de piedra con una silueta a lo lejos cual templo de Aladdin, era algo que me resultaba muy familiar, como si ya hubiera estado antes, algo que me llamaba y me decía que me acercara que estaba allí esperándome.

Me froté los ojos en varias ocasiones y no lo dudé ni un segundo, crucé ese pórtico redondeado y efectivamente, todo lo que me rodeaba no era un sueño, estaba en la mismísima Plaza Roja de Moscú frente a la Catedral de San Basilio.

Después de tantas veces vista en documentales o en reportajes de Internet, al fin cumplía el sueño de pisar esta plaza. centro de la capital e incluso de toda Rusia, desde aquí parten las principales calles de Moscú en todas direcciones, prolongadas en autopistas hasta fuera de la ciudad. Es la plaza más importante y famosa de toda la ciudad, su fama no es para menos, alrededor de sus 330 metros de longitud y 70 m de ancho, totalizando así 23.100 m², se encuentran maravillas arquitectónicas como el Kremlin, la Catedral de San Basilio, el Museo Nacional de Historia y los Almacenes GUM.
Plaza Roja de Moscú from ZaGo on Vimeo.
Para los que hayan estado allí o simplemente para cualquier viajero en general, no se vosotros, pero en muchas ocasiones hacemos un planning y definimos los puntos que queremos ver de un lugar, muchas veces llegamos a un sitio, lo vemos y casi se podría decir que ya estamos con la cabeza en ver lo siguiente en la lista, sin embargo, en este lugar ni por asomo pasaba eso, te podías quedar parado en mitad de la plaza, mirar hacia un lado, hacia otro, volver a mirar embobado otra vez hacia el mismo sitio,el tiempo pasaba sin darte cuenta y no dejabas de maravillarte ante tan genuino lugar.
Muchas personas caen en el error de pensar que su nombre viene dado por el rojo de los ladrillos de las murallas que la rodean o incluso por su pasado comunista, pero realmente ni mucho menos tiene que ver con eso, realmente todo viene de la palabra rusa Красная1 (Krásnaya), que significa «roja», pero en el antiguo ruso significaba «bonita», es decir, la plaza bonita. La palabra en un principio se usaba para nombrar la Catedral de San Basilio (del siglo XVI), con el sentido de bonito, y más tarde el nombre recaló en la plaza cercana. Se cree que la plaza adquirió su actual nombre, reemplazando el antiguo, Пожар (Pozhar), en el siglo XVII.

Conocida mundialmente por sus cúpulas en forma de bulbo, la Catedral de San Basilio o Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo (ojito con el nombre), es seguramente el monumento más clásico de toda la plaza, asentada en su extremo sureste. Fue mandada a construir por por el zar Iván el Terrible para conmemorar la conquista del Kanato de Kazán, y se realizó entre 1555 y 1561. En 1588 el zar Fiodor Ivanovich ordenó que se agregara una nueva capilla en el lado este de la construcción, sobre la tumba de San Basilio el Bendito, santo por el cual se empezó a llamar popularmente la catedral.

Para mi siempre será considerado como el templo de Aladdin por sus vistosas cúpulas de colores y fue uno de los monumentos que más me impactaron de toda la ciudad.
Como eran ya las 11:00 y la Catedral de San Basilio estaba apunto de abrir, allá que nos fuimos. Antes de entrar contemplamos en el jardín que se encuentra frente a la iglesia, la colosal estatua de bronce, erigida en honor a Dmitri Pozharski y Kuzmá Minin, quienes reunieron voluntarios para el ejército que lucharon contra los invasores polacos durante el conocido como Período Tumultuoso.
La iglesia permanece abierta todos los días salvo el martes, de 11:00 a 16:00 y su precio es de 250 rublos (~5,25 euros). Antes de animaros a entrar tengo que deciros que el sitio por dentro decepciona, es infinitamente más bonita por fuera que por dentro, por lo que si vais y no entráis a verla, tampoco os perdéis gran cosa, a mi modo de ver la entrada es cara para lo que ofrece.
Una vez dentro encontramos multitud de iconos de santos pintados sobre tablas, muchos recubiertos de pan de oro, mosaicos y pinturas que narran episodios de las escrituras sagradas ortodoxas, muchas de ellas extremadamente brutales con asesinatos, degollaciones…
El espacio interior es bastante reducido en comparación con lo que se percibe por fuera, especialmente por los gruesos muros que permiten que la estructura no se venga abajo. Techos altos con vistosas lámparas adornan muchas de las estancias, con amplios ventanales que permiten iluminar con luz natural gran parte de ellas. Existe una tienda de souvenirs en su interior y lo que si os digo, es que allí encontramos los imanes más bonitos de todo Moscú, por lo que si coleccionáis estos chismes como nosotros, es el mejor sitio para comprar uno 😀

Desde alguno de sus ventanales se pueden presenciar bonitas vistas de la Plaza Roja, con eso damos por completa la visita a uno de los monumentos más significativos de la ciudad, que según cuenta la leyenda el zar Iván dejó ciego al arquitecto Póstnik Yákovlev para evitar que proyectara una construcción que pudiera superar a esta, aunque parece claro que no se trata más que de una fabulación, ya que Yákovlev participó, pasados unos años, en la construcción del Kremlin de Kazán.
Cuando salimos de la catedrál, la plaza ya se encontraba en su máximo apogeo, había gente por todos lados y la calma que vivimos de primera mañana había desaparecido completamente. Por lo que para mi gusto, existen dos momentos ideales para visitarla, el primero por la mañana temprano, cuando la gente los menos madrugadores aún se encuentran en la cama y segundo, al anochecer cuando todo se encuentra iluminado con luces artificiales y su ambiente se vuelve aún más mágico.

Caminando por los alrededores a lo lejos pudimos ver una de las denominadas 7 Hermanas, ejemplos más destacados de la arquitectura estaliniana en su sentido más grandioso. En la actualidad 3 de ellos tienen un uso residencial, 2 son hoteles, uno pertenece a la Universidad Estatal de Moscú y en último se encuentra el Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde luego son edificaciones muy auténticas de ese pasado de la extinta Union Soviética, plantar la mirada en ellos es trasportarse a una atmósfera especial y con cierto sabor añejo, pero que te ayuda a saber un poco más del pasado de la ciudad.
Como aún nada estaba abierto decidimos ir a un MC Donald´s cercano a la plaza para desayunar algo, en la foto podemos ver a los dos chicas alicantinas (Carmen y Ana) que nos hicieron compañía durante toda la jornada, junto con Carmen, al contrario que nosotros, ellas harían simplemente una escala en Nueva Delhi y de allí volverían a volar camino de Nepal donde pensaban hacer un trekking y visitar Katmandú y alrededores.

Desde luego el desayuno no fue nada parecido a unas tostadas con mantequilla y encima caro, no olvidemos que nos encontramos en la ciudad más cara de Europa y la cuarta más cara del mundo según datos de 2011, pero bueno algo había que tomar, especialmente beber algo, que aunque pueda sonar a chiste estábamos a 30º, Moscú ciudad de extremos 😀
Rondaban las 10 de la mañana y nos fuimos camino de visitar los almacenes más famosos de toda Moscú, los GUM o «Principales Tiendas Universales», es el nombre de una tienda de departamentos o grandes almacenes creados en la Unión Soviética y que continuaron posteriormente tanto en Rusia como en algunos estados surgidos con posterioridad a la disolución de la primera. Desde fuera si contemplamos su fachada principal que da a la Plaza Roja de 242 metros ya sorprende, construidos entre 1890 y 1893 por Alexandr Pomerántsev como arquitecto y Vladímir Shújov como ingeniero de la obra. Su arquitectura trapezoidal combina elementos de arquitectura medieval rusa, además de utilizar una estructura de acero y techo de vidrio haciéndola similar a estaciones de trenes del Reino Unido de la era victoriana.
Pero no penséis que nuestra idea era entrar para comprar algo, sus tiendas de primeras marcas comerciales, todas llenas de lujos y estravagancias tienen precios prohibitivos, hasta tal punto, que los moskovitas dicen que allí los productos que se encuentran a la venta no tienen precios, sino números de teléfono de la cantidad de cifras con que cuentan.
Almacenes GUM from ZaGo on Vimeo.
Pero sus desproporcionados precios no son un freno para caminar por sus galerías ya que bien merece un paseo por ellas, aunque sea simplemente por disfrutar con sus bóvedas, sus preciosas balconadas y todo lo que allí se expone ya sea en tiendas o por los mismos pasillos, que aunque seguramente no tengamos ni por asomo el poder adquisitivo para comprar algunas de las joyas que allí se encuentran, hay que saber que por clientela no van mal servidos, puesto que Moscú es la ciudad con mas millonarios del mundo según un estudio de 2011. Se estima que en la capital rusa hay 79 de los 101 multimillonarios rusos incluidos en la lista, 15 de los cuales están entre los 100 hombres más ricos del mundo.

Por poner 2 ejemplos el hombre más rico de Rusia y el décimo cuarto del mundo es Vladímir Lisin, magnate del acero, con una fortuna de $24.000 millones. En el puesto 32 está el dueño del equipo de baloncesto estadounidense New Jersey Nets, de la NBA, el ruso Mijaíl Prójorov, que habría amasado, según Forbes, $18.000 millones.
Curioso que una ciudad que hace 20 años era la cuna del socialismo pase a ser la capital del capitalismo desmedido. Aunque los rastros del pasado aún se dejan ver por sus calles, las diferencias sociales son enormes, existe una amplia masa social muy pobre y una minoría rica que es la que maneja todo el dinero de forma desmesurada.
Personalmente me han encantado estos grandes almacenes, después de la decepción que supuso para mi Harrods y de las buenas sensaciones que me transmitieron los Almacenes Lafayette en nuestra visita a París, creo que hasta la fecha han sido las galerías comerciales que más me han gustado.


Uno de los principales alicientes de la Plaza Roja y que es gratuito, es la visita al Mausoleo de Lenin que abre de 10:00 a 13:00 los martes, miércoles, jueves y sábados. Las colas que se forman son monumentales según el día, allí se puede ver el cuerpo embalsamado del revolucionario ruso, líder bolchevique y primer dirigente de la Unión Soviética, Vladímir Ilich Lenin comúnmente llamado Lenin. Como tampoco es una persona en la que tuviéramos un interés especial y encima no se pueden hacer fotos en su interior, decidimos no aguantar la cola y simplemente nos paseamos por los alrededores para divisar alguna de tumbas entre las que podemos ver enterrados a personajes tan célebres como Stalin, Breznev, Chernenko o el astronauta Yuri Gagarin reposando a los pies del Kremlin.
Según los rumores pronto será cerrado este mausoleo porque el cuerpo de Lenin se trasladará a San Petesburgo para ser enterrado junto a su madre.

Como ese día no nos queríamos aventurar a entrar en el Kremlin por miedo a no tener suficiente tiempo para verlo a gusto, nos fuimos a pasear por los jardines que lo rodean, en primer lugar visitamos la Tumba del Soldado Desconocido, algo similar a lo que vimos en París meses atrás, pero en su versión moscovita, en esta ocasión está dedicada a los soldados sovieticos caídos en la Gran Guerra Patria. En el centro del monumento está la lápida memorial de granito con una estrella de bronce de cinco puntos, en el centro de la cual arde la llama eterna. En la lápida está escrito: «Tu nombre es desconocido, tu hazaña es inmortal.» Para los amantes de los cambios de guardia, deben saber que cada hora se realiza en este lugar, no creo que tengan problemas para presenciarlo.


Luego simplemente caminamos por los Jardines de Alexander, uno de los primeros parques públicos de la ciudad, que se extiende por la cara oeste del muro del Kremlin. Diseñado por el Obispo Bove, el lecho del rio Neglinnaya fué convertido en un parque publico entre 1819 y 1823. En una gruta en ruinas fué construida la base de la Torre Media del Arsenal en 1841 según el diseño del Obispo Bove. El parque comprende tres jardines separados, los cuales se extienden a lo largo del muro occidental del Kremlin por 865 metros.
Simplemente puedo calificar estos jardines de fantásticos, cuidados arriates de flores multicolores, impresionantes fuentes y canales que van bordeando las paredes del Kremlin y una pulcritud exquisita de todos sus alrededores. Si en esta primera visita me entusiasmó pasear por ellos, quizás a la vuelta fue incluso mejor, con el paso de las entradas ya iréis comprendiendo porque digo esto 😛


Comimos algo rápido en alguno de los puestos callejeros de la zona y como prácticamente iba llegando el momento de volver al aeropuerto para coger el avión que nos llevaría a India, decidimos regresar. No sin antes pasarnos por el Teatro Bolshoi, su nombre en ruso significa «grande» y en la actualidad se asocia tanto al nombre del teatro, como a la compañía de teatro, danza y ópera de la ciudad. La compañía fue fundada en 1776 por Piotr Urúsov y Michael Maddox. Después de tres años de presentarse en un recinto privado, adquirió el teatro Petrovsky, donde se mantuvo hasta el incendio que destruyó al edificio en 1805. Debe ser toda una experiencia presenciar una obra allí, pero seguramente nunca me podré permitir ese lujazo, así que un servidor se conforma con al menos contemplar su fachada xD
La segunda visita al metro fue mas placentera, aunque la barrera del cirílico puede ser un problema al principio, luego poco a poco te vas haciendo con sus caracteres y vas asociando las paradas con sus correlaciones al alfabeto latino y los problemas se van esfumando. Espero que no os agobie su impresionante actividad, se calcula que al día transporta alrededor de 9,2 millones de personas (es el primero del mundo por densidad de pasajeros), ni tampoco el estado de alguno de sus vagones, hay que pensar que sus primeras lineas fueron inauguradas en 1935 y en ocasiones al montarte parece que has hecho un viaje hacia el pasado de casi 100 años.
Una de las curiosidades de las que me enteré ya de vuelta del viaje, es que en la línea nº 5, con forma de anillo que se cruza con todas las otras, la megafonía indica a los viajeros el sentido en que viaja el tren utilizando voces masculinas cuando avanzan en el sentido de las agujas del reloj, y voces femeninas cuando va en sentido anti-horario. En las líneas radiales, se utilizan voces masculinas cuando los trenes se acercan al centro de la ciudad, y voces femeninas cuando se alejan.
En este viaje de vuelta en tren hasta Sheremetyevo, no nos dimos cuenta, pero hicimos el viaje en la clase Business (Tarifa 550 frente a los 320 rublos de la Standard), nos extraño encontrar esos asientos tan cómodos y mullidos, pero la verdad ni nos paramos a mirar el vagón e hicimos el viaje sin ningún percance, no me quiero ni imaginar si aparece el revisor ruso a cantarnos las cuarenta.
Una recomendación que os daré si hacéis la conexión con el aeropuerto y Moscú con Aeroexpress, es que si no queréis cambiar rublos en el aeropuerto para no salir perdiendo, lo mejor es pagar con tarjeta de crédito los billetes del tren y luego una vez en el mismo metro de Moscú, allí ya cambiar los euros a rublos sin problemas y sin comisiones. Nosotros es lo que hicimos a la vuelta. Como curiosidad, durante las 2 visitas a Moscú, siempre que use la tarjeta, en ningún momento me pidieron ni DNI ni pasaporte, se ve que allí no son tan vigilantes en ese aspecto y se lo saltan a la torera.
Llegaba el momento de despedirse de Moscú, aunque fuera por unas semanas. Volvimos a meternos en el aeropuerto, pasamos los controles de seguridad, que resultaron ser interminables y muy exhaustivos, tenían hasta scaners corporales para verte hasta el hígado y nos pusimos a esperar un par de horas hasta que fueran las 19:25 tocara coger el avión. Un dato importante es que en la terminal hay puntos wifi y otro aún más importante, sobre todo en verano, es que en gran parte de las zonas no hay aire acondicionado…
El vuelo terminó saliendo a las 20:00, con lo que estaríamos unas 2 horas y media en una sauna, casi mejor hubiera sido invertir más el tiempo en la ciudad, pero con esos controles en busca de extraterrestres que te hacen para acceder a la puerta de embarque, como para arriesgarse a ir con el tiempo justo. En la pista nos esperaba un Airbus A330, con 2 pasillos y una disposición de asientos 2-4-2, con sistema individual multipantalla en cada uno de los asientos y espacio más que suficiente para poder hacer el viaje cómodos.

La verdad que durante las 5 horas y algo que estuvimos de vuelo para llegar a Delhi, fuimos encantados, la oferta de entretenimiento era muy completa, películas bastante actuales, series, documentales, música, videojuegos y un sistema para ver en todo momento que estábamos sobrevolando y datos como cuanto quedaba para llegar o la velocidad a la que íbamos. Por lo que después de que nos sirvieran la cena, nos dedicamos a matar un poco el tiempo hasta que nos entrara sueño, Carmen se picó un buen rato al mítico comecocos como podéis ver en el vídeo.
Sistema Multipantalla Aeroflot from ZaGo on Vimeo.
Las azafatas no es que fueran del país de los osos amorosos, pero eran bastante atentas, en todo momento nos servían agua, bebidas con gas o lo que fuéramos pidiendo, prácticamente no se sentaban ni un instante. Cuando pasaban las 22:00 apagaron las luces del avión y cada cual se entretuvo como pudo para hacer tiempo hasta que aterrizáramos.

Había terminado nuestra primera visita, simplemente habíamos consumido un aperitivo, al día siguiente comenzaría lo bueno, nuestra aventura asiática estaba apunto de comenzar y nosotros estábamos nervioso por ver que nos tenía preparado India y Nepal para nosotros ¿Nos gustaría? ¿Acabaríamos odiando el lugar? Durante las próximas entradas iréis descubriendo todo lo que pasamos, no todo fue bueno, pero si que fue un auténtico viaje de superación y descubrimientos.
33 Comentarios
Me ha encantado esta entrada! Supongo que al pisar la Plaza Roja de Moscú debes sentir una emoción indescriptible. Es de esos lugares míticos a los que todos soñamos ir alguna vez. Espero impaciente la siguiente entrada!
Fue un día de lo más entretenido, además lo pasamos en buena compañía y todo lo que vimos nos encantó (eso sí, ir a Moscú es saber que te vas a dejar los cuartos allí…)
Nosotros no vimos ningún mapa de metro por ninguna parte, pero le fuimos a preguntar a unos mochileros, y nos dieron el que habían imprimido desde casa, aunque en alfabeto latino… pero bueno, supimos apañárnosla XDD
Recomendación: llevar desde casa un mapa con alfabeto cirílico y latino para evitar confusiones. Ya os digo que en las estaciones de metro no vimos ni uno para coger. A la vuelta haríamos algo para apañárnosla… pero eso corresponde a otro capítulo y no puedo adelantar acontecimientos 😛
Si que aprovechasteis bien las horas de espera!!!! La verdad que la plaza roja es preciosa!! Yo, de momento, me tengo que contentar viéndola por la televisión, pero espero llegar a verla de aquí a no mucho tiempo…
Pedazo de viaje! Tengo ganas de que sigas la crónica!!
Saludos!
Perfecto compi!! Pues a la parada que deja el tren del aeropuerto me viene más o menos bien al hotel, pero creo que hay que hacer un trasbordo.. Buen dato sobre las voces femeninas/masculinas en el metro. Y me quedo con el video de la plaza roja.. Impresionante las campanas y lo solos que estabais.. intentaré ir a temprana hora también.
Yo soy más morboso que vosotros creo… y entraré a ver a Lenin… Aunque las colas aveces han hecho que no entrara a los sitios.. Ya veré…
Bueno.. Pues ya seguiré leyendo vuestro viaje a la vuelta, que en tres días estoy en Moscú!!! No veas las ganas que tenemos ya…
Un abrazo a los dos!!
Pues si que aprovechasteis bien la parada entre vuelo y vuelo. Tengo ganas de leer vuestras aventuras por la India, pero sobre todo por Nepal.
Un saludo!
Hola, estoy encantado de haber conocido tu blog y haber encontrado esas geniales fotos en tu rincón.
Si quieres info de Moscú o Rusia visita mi grupo http://www.flickr.com/groups/transiberiano.
Ya tienes un seguidor más 🙂
Yo tengo otro blog de viajes, te invito a conocerme (aunque soy nuevo en el mundillo blog), el blog es http://www.thewotme.com
Un saludo y hasta pronto.
Las estaciones son impresionantes, que maravilla
Esperaba algo más de ti en la Plaza Roja, unos gritos, saltos o algo que llamara la atención de los rusos xD
Jolín, pues pese a ser un día de viaje, sacasteis tiempo para ver bastantes cosillas, ¿no?
Me ha parecido muy curioso también lo de las voces y esos consejillos que das, como lo del plano del metro; es conveniente tenerlos en cuenta si algún día nos lanzamos a la aventura rusa, jeje
Una entrada muy chula!! Saludos
Lo del nombre patronímico es de Rúsia. Por ejemplo si tu padre se llama Iván, a ti te pondran José Ivanovich DS. Es como decir hijo de Iván.
Vaya jartón de ensaladillas que me di allí yo también! 😀 Aprovechastéis muy bien el día! ^^
Qué bien aprovechasteis el día!! Y jo, quién diría que es Moscú! Como luce el sol en todas las fotos!! Lo de no pedir el DNI ni pasaporte ni nada al pagar con tarjeta también me ha pasado en Vietnam y Tailandia. Qué cosas!
Saludos
Como dices Sandra, pisar la Plaza Roja es meterse en un sitio mágico, el típico que siempre hemos soñado con visita y hemos visto mil veces por la tele. La próxima entrada ya será en territorio indio 🙂
Espero que con lo que he comentado y con lo que has vuelto a citado Carmen, haya quedado claro, que es obligatoria llevar mapa xDDDD
xipo no te preocupes que tarde o temprano se acaban visitando todos estos sitios tan «clásicos», la verdad que para ser una escala de solo unas horas, nos cundió de maravilla si 🙂
Ya te digo Victor, totalmente recomendable visitar la plaza bien prontito, que luego se peta de gente. Ya nos contarás si Lenin se digna a contaros algo. Buen viaje y ya nos contarás a la vuelta que tal va todo. Un Abrazo 😉
Alberto, pues espérate a que veas a la vuelta lo que vimos jeje aunque para eso tendrás que esperar y un poco menos para ver nuestro paso por Nepal.
Alfonso bienvenido, a ver si me paso por tu blog, he visto las fotos del transiberiano muy chulas, eso sí, no nos pongas a todos casi el mismo mensaje, que hay que ser más «profesional» para darse a conocer 😛
Jose con los rusos no se juega, no me fiaba de hacer alguna «locura» y acabar en alguna cárcel de allí XD
Ya te digo Helena que los consejos a la hora de orientarse en el metro nunca sobra, especialmente en Moscú y desde luego que para ser una parada corta en la ciudad, dimos un buen pateo 😀
Ayyy Isabel estos rusos las cosas que tienen, pero en el fondo son buena gente, yo me esperaba que fueran aún más secos 😉
Vamos M.C. que te has puesto al día con mis relatos bien rápido, me alegra jeje Y efectivamente, en verano Moscú luce estupendamente, ya te digo que teníamos una temperatura superior a 30º, menudo calorcete 😀
Saludos a tod@s!!!!!
Os cundió el día bastante verdad?? Me ha encantado veros en Moscú y sin duda hicistéis bien en visitarla aunque fueran unas horas. Tanto lio de visado merece la pena.
Creo que es una ciudad que debe impresionar por su contraste y grandeza…
Un abrazo
Ya te digo Fran, imagínate horas y horas perdidas en el aeropuerto con todo eso ahí fuera xDDD
Nos vemos pronto 😉
Un Abrazo!
Vaya pateada que os volvisteis a pegar en Moscú, no os dejáis nada por ver, eh? Yo también es la primera vez que oigo lo de patronímico, bueno saberlo por si alguna vez viajo para allá, jejejeje.
No me puedo creer que te decepcionara Harrodas, a mí me encantó!!!! A la próxima ya con la India, no? jejejejeje. Un saludito. 😉
Pues ya verás a la vuelta Babyboom, eso si que fue una pateada a Moscú 😀 Nos esperábamos algo más de Harrods, galerías más amplias, algo más «espectacular».
La semana que viene primera entrada de nuestro viaje a India 😉
Saludos!!
Llevo tod el día leyéndome el post desde el movil a ratitos hehe! Así, poco a poco ya voy cogiendo el ritmo, que la India está cada vez más cerca…
Qué decirte de Moscú, my friend!? Es que parece una ciudad totalmente distinta a la que vi yo, en TODO!
Sin embargo, estoy totalmente e acuerdo con que la Catedral de San Basilio decepciona por dentro, o quizás es muy «pobre» comparada con su bello exterior.
Ah! Y por muy caras que sean las tiendas del GUM, fueron de lo mejorcito para paliar el frío de -25º del invierno, eh! ¡Anda que no nos tiramos horas allí dentro resguardándonos de las inclemencias…!
Un fuerte abrazo José Carlos! Y dale recuerdos a Carmen! Sigo leyendo…
Es que si vemos tus fotos Blai y miramos estas, parece casi otra ciudad, nosotros pasamos hasta calor xDDD
Ánimos, ya solo te queda una entrada más para ponerte al día, tranquilo que el ritmo de publicación va a ser semanal por el momento.
Un saludo de parte de Carmen y mía compañero 😉
Pues para tener sólo unas pocas horas en la capital, vísteis casi tanto como yo!! Tengo que empezar a plantearme seriamente lo de economizar mis tiempos a la hora de viajar… con tanta pachorra no se puede! 😛
PD: Empiezo a ponerme al día con tus crónicas, con «algo de retraso»… ejem. Es lo que hay, ¡no doy a basto! 😛
Eyyyy Ku, ¿que tal?
Pues aún te queda ver lo que vimos a la vuelta, que nos pegamos un tute aún mayor 😛
A ver que te parecen las entrada de tu querida India jeje
Saludos!!!
Muy buena la entrada!! 😀 Se ve que aprovechasteis bien el tiempo alli!!
Me encantaría ir a Moscú así que cuando vaya revisaré este post jajaja
Pues Naza, aún te queda ver lo que vimos a la vuelta, con el poco tiempo que tuvimos nos dimos un buen tute moscovita jeje
Saludos!
Bueno la de cosas que me has hecho acordar de mi viaje a Rusia leyendo tu post, lo que dices que este país no te espera con los brazos abiertos yo también lo sentí, una hostilidad muy sutil en el ambiente sería mi mejor forma de describirlo. Pero luego de una semana en Rusia descubrí que no es que sean antipáticos o maleducados, sencillamente se expresan de forma diferente, en Rusia conocí gente maravillosa que en determinados momentos del viaje nos ayudaron de una forma totalmente desinteresada y nos brindaron su amistad.
Ah! Se me olvidaba, muy currado el post y tu blog, ahora mismo lo estoy agregando también a mi blogroll. Sobra decir también que fue un placer haber compartido la experiencia del TBM, seguimos en contacto!
Buenas Ricardo 🙂
La verdad que seguramente esa barrera social que se nota cuando llegas a Rusia seguramente sea principalmente por eso que comentas, un carácter distinto que hace más complicado conectar con ellos y como es lógico la barrera del idioma.
Pero la verdad que merece mucho visitar el país porque tiene rincones bellísimos como en este caso su capital.
Seguimos en contacto, un placer tenerte por aquí también 😉
Saludos!!
Te devuelvo la visita y veo que Moscú te deparó la misma impresión que a nosotros hace cinco años: los rusos no son la amabilidad personalizada y no llevan bien que los turistas estén allí molestando 🙂
Parece que todo el mundo aprovecha la parada en el viaje a India para ver algo, nosotros Múnich y vosotros Moscú.
Como dices, la catedral de San Basilio es un decorado de televisión 🙂 lo bonito está fuera y dentro sólo las siete salas con sus siete cúpulas. Cuando estuvimos nosotros había un grupo que cantaba a cappella canciones tradicionales y eso hizo que mereciera la pena.
La momia de Lenin tiene su aquél, pero más por el hecho de verla que por lo que se ve. Tienes que dejar cámaras y móviles en una consigna (así que, a pesar de ser gratuito ya estás pagando…) y una vez dentro no puedes parar. Luz escasa para no estropear al interesado y un montón de militares con cara de estar cansados y aburridos de estar allí (buscando un motivo para divertirse :-))
Bienvenido JAAC 😉
Nosotros también vivimos ese momento de cánticos dentro de San Basilio, como dices fue lo más entretenido, mucho más bonita por fuera que por dentro.
Mira que somos curiosos nosotros, pero el hecho de no poder hacer fotos y hacer tanta cola nos echó para atrás en una simple escala, lo remediaremos cuando visitemos Pekin nos animaremos a ver a Mao, que imagino será una situación similar.
Saludos!!
Por fin me he puesto a leer el viaje!!! Si es que… Moscú es uno de mis destinos pendientes a los que tengo más ganas… Estar delante de la catedral de San Basilio tiene que ser… increíble! Aunque a mi me llama más hacerlo en invierno, masoquismo al poder!!
Un saludo, Amaia
Pues vas a tener una buena tarea Amaia XDDD
La verdad que visitar Moscú en verano en comparación con hacerlo en invierno es totalmente distinto, a nosotros eso de que no hiciera tanto frío lo agradecimos y seguro que nos cundió mucho el tiempo gracias a ello 😀
Que bien! hicieron muy buen uso de las escalas en Moscu 😀 (bu lo malo es que piden visa de todos modos :S)… muy buen relato!
En todos los viajes intentamos aprovechar hasta el último minuto y estas eran unas escalas muy golosas, aunque como dices con la visa salieron un tanto caras, pero merecieron la pena 🙂
Me encantó vuestro artículo.
Siempre alucino cuando veo el metro de Moscú.
La verdad que al principio es un poco traumático, pero luego se le coge el tranquilo 😀
Me alegra que te guste la entrada.
Gracias por este importante informaciones sobre visitar visitar Moscú ,Seguimos en contacto porque estoy planificando viajar a la moscu en este octubre.
Aquí estamos para cualquier duda que te surja India ¡Saludos!