Siguiendo con el fin de semana en el Camping de los Gazules, toca narrar la segunda y última ruta que realizamos, nuestros miramientos estaban puestos en haber realizado desde un principio la subida al monte Picacho, uno de los picos más visitados en el Parque de los Alcornocales, pero desafortunadamente el paso por donde discurre el sendero requiere de autorización previa y no fue posible tramitarla a tiempo, una vez allí nos enteramos que muchos visitantes de la zona acceden sin permiso ninguno, ya que generalmente es bastante lenta la obtención del pase y que no suele haber problemas para andar por allí, pero fuimos alertados demasiado tarde y ya con tan poca previsión la descartamos, la ruta elegida fue un pequeño sendero que es el inicio de esta misma ruta del Picacho y que no necesitaba ningún tipo de permiso, la zona es denominada como Garganta de Puerto Oscuro.
Así que pusimos pies en polvorosa para llegar al inicio del sendero, para ello había que coger los coches y recorrer desde Alcalá de los Gazules la carretera A-2304 hasta el área recreativa del Picacho, esto nos llevaría unos 20 minutos por una carretera repleta de curvas.
En el margen izquierdo de la carrera es fácil de aparcar, en el área recreativa existen merenderos y barbacoas, por lo que es un punto interesante para comer cómodamente.
La ruta es muy sencilla, se puede considerar como un breve paseo por el campo de apenas 1 hora de duración y 1 kilómetros de recorrido, pero las vistas que se disfrutan son muy bellas.
La ruta que realizamos fue la siguiente:
Un trazado circular con un altura mínima de 380 metros y máxima de 425, esta perfectamente señalizado e incluso por el suelo se puede ver como se han preparado escalones para que sea aún más cómodo. En esta ocasión no llevamos el GPS ya que al ser una senda tan sencilla no lo vimos necesario.
Eran las 11 y media de la mañana y comenzamos nuestro caminar por este bonito paraje.
Ahí se pueden ver los postes que señalizan la vereda y los escalones que se han realizado con troncos para que sea más sencillo subir las pendientes.
Poco tiempo después llegamos a la laguna de El Picacho, que en ese momento estaba parcialmente seca, algo lógico al estar en verano, desde allí podemos ver el monte Picacho, nos gusto bastante la zona, una pena no haber podido planificar antes el tema de la subida al pico, pero bueno quizás en otra ocasión será factible.
Aquí nos paramos un poco para ver algo de información del pico, de la laguna y para hacer algunas fotos y vídeos, era un sitio ideal para ello.
Después continuamos nuestra subida por este bosque repleto de alcornoques, quejigos, acebuches y encimas.
Poco a poco nos fuimos introduciendo en pleno bosque por un sendero que cada vez era más interesante.
Un poco más adelante vimos un horno tradicional de pan bastante bien conservado.
Hacia la mitad de la ruta llegamos al cruce donde es posible continuar por la senda de subida al Picacho y al Aljibe, pero eso quedaría para otro día, nosotros paramos para hacernos una foto en el lugar y seguimos nuestro camino.
Como siempre los «fotógrafos» somos los que menos salimos en las fotos, pero bueno el placer por representar lo vivido es mayor que la necesidad por salir en gran parte de las fotos, aunque siempre hay momentos para todo.
Entonces dejamos esa suculenta senda de subida y seguimos hacia nuestra izquierda para llegar al propio arroyo de Garganta de Puerto Oscuro.
En ese momento el canal llevaba poca agua, según he podido comprobar con referencias de invierno y primavera es mucho mayor el volumen que trasporta en esas fechas, aunque la verdad la zona aún así era bastante bonita. Ya he citado que el camino era muy cómodo, prueba de ello es verme a mi haciendo el paseo en chanclas y es que las 2 ampollas que tenía en los dedos gordos por el estreno de las botas en el día anterior me impedían ponerme otro tipo de calzado, pero vamos no tuve ningún problema en completar todo el trayecto.
Al final de la ruta aparecimos por el margen izquierdo de la laguna, lo que nos permitía nuevamente disfrutar de las vistas del estanque y del monte Picacho desde otra perspectiva.
Los últimos metros de descenso hasta llegar al punto desde el que iniciamos la marcha fueron de nuevo por medio del bosque, donde lo más interesante que vimos es una pequeña gruta entre rocas.
La parte final tenía una vegetación bastante espesa, pero sin que llegara a molestar para andar, debe ser un sendero bastante transitado, por lo que no se encuentra en ninguna parte maleza o ramas que impidan el paso, tal como pasaba en la ruta del día anterior.
En poco más de una hora habíamos concluido nuestra caminata, que aunque sencilla, nos hizo despedirnos con un buen sabor de boca, ya que el paraje era realmente bonito. Así terminó nuestro fin de semana por aquellas tierras, el resto de la tarde lo dedicamos a estar en la piscina del camping, a ver la carrera de F1 (otra de mis grandes pasiones) con victoria de Fernando Alonso y antes de que cayera la noche pusimos rumbo de vuelta, después de haber pasado unos entretenidos días y con muchas ganas de volver a repetir la experiencia.
4 Comentarios
Una ruta muy tranquila, una pena no haber podido ir XD
La verdad que es una pena no haber ido. Yo tenía ampollas en la zona del talón y en pensar ponerme los zapatos de senderismo me daban ganas de llorar XDD Me debería haber atrevido a ir en chanclas también 😉
Buen reportaje!!!
Una ruta muy chula… Qué pena que nos pille tan lejos, mi perra se lo pasaría de miedo correteando por allí.
Un saludo
Hola Helena, pues es una ruta en la que os lo ibais a pasar muy bien tanto tu como tu perra 😀
A los que no pudieron asistir que no se preocupen, que ese Picacho está ahí en la lista de objetivos a cumplir, así que volveremos!!!