Desde pequeños comenzamos nuestro aprendizaje con los típicos juegos de meter el cilindro dentro de la circunferencia, el rectángulo dentro del cuadrado.
Así, paso a paso vamos sabiendo que encaja dentro de que, esa evolución más tarde pasará por los videojuegos ¿quién no ha jugado al famoso Tetris?
Finalmente, cuando nos hacemos mayores, llega otro momento vital en este maravilloso mundo de lo que encaja y lo que no, efectivamente todos tenéis en mente lo mismo, no se podía tratar de otra cosa que de: «el coche y la plaza de aparcamiento» era eso en lo que estabais pensando, ¿verdad?
Pues el mundo de los viajes no se podía quedar al margen de este asunto, os pongo en situación:
Estáis haciendo la maleta y ya habéis metido vuestra flamante cámara con su kilotón de megapixels, vuestro móvil de última generación al que no le falta ni wifi ni gps, habéis metido los respectivos cargadores y os disponéis a viajar al extranjero. Pero cuando llegáis al destino os encontráis con unos extraños agujeros en la pared que se supone que son enchufes, pero que nada tienen que ver con los españoles, algo así:
No amigos, no habéis hecho un regreso al pasado, ni estáis en un episodio de «Cuéntame», sino que estáis en un país donde sus enchufes no son del tipo C o F, tal como son en España.
Para hacernos una idea de la diversidad de enchufes que hay por el mundo, no hay más que ver este mapa:
Como veis existen hasta 13 tipos de conexiones distintas, para explicar un poco esta especie de Torre de Babel, es necesario un poco de historia:
Cuando la electricidad llegó a los entornos domésticos era principalmente para la iluminación, sin embargo, cuando esto resultó una alternativa viable a los otros medios de calefacción y además del desarrollo de aparatos (utensilios, electrodomésticos..) que ahorran trabajo, fue necesario un medio de conexión al suministro diferente a la toma de luz. En los años 20 apareció el enchufe de dos púas.
En esa época, algunas compañías eléctricas operaban con sistemas de tarifación divididos donde el coste de la electricidad para la luz era más bajo que para otras cosas, lo cual llevó a que los aparatos de bajo voltaje (como los aspiradores, secadores de pelo..) fuesen conectados a la toma de luz.
Como creció la necesidad de instalaciones más seguras, surgieron las tomas de corriente de 3 pins. El tercer pin de la toma era un pin de tierra, que se conectaba efectivamente en tierra, siendo este del mismo potencial que la red de suministro neutra. La idea detrás de todo esto era que en caso de un cortocircuito en tierra, el fusible se fundiese y de este modo se desconectase del suministro.
La razón por la que ahora estamos invadidos por tantos tipos diferentes de enchufes y tomas de corriente de pared es porque la mayoría de países prefieren desarrollar su propio enchufe en vez de adoptar el estandard americano.
Otro tema a tener en cuenta, es que a la hora de comprar un aparato eléctrico en el extranjero, si las clavijas son distintas a las de nuestro país de origen deberemos cambiar el cable, cortar y añadir un enchufe de nuestro país o usar un adaptador.
Resumen de enchufes y clavijas:
Sin olvidarnos del poco usado Tipo M:
Que únicamente se usa en algunas partes de Hong Kong, India, Lesoto, Mozambique, Namibia, Nepal, Sri Lanka, Sudáfrica y Swazilandia.Por lo que si no queremos tener un disgusto tendremos que llevar un adaptador, convertidor o transformador, para poder usar y recargar nuestros aparatos electrónicos, usando uno u otro según nuestras necesidades.
Pero no hay que tener en cuenta únicamente el tema del enchufe, sino que no hay ningún estándar de voltaje de red eléctrica en todo el mundo ni tampoco de la frecuencia, (= el número de veces la dirección de cambios corriente por segundo), quiere decir que no es el mismo en todos los países del mundo, por ello hay que considerar este aspecto también.
Nuevamente se hace necesario recurrir a información histórica, para comprender estas diferencias.
El sistema de generación de electricidad de corriente alterna fue inventado en el siglo diecinueve por Nicola Tesla. Después de cuidadosos cálculos y muchas pruebas, averiguó que 60 Hz (Hertz, ciclos por segundo) era la mejor frecuencia para la la corriente alterna.Por su parte prefirió 240 voltios, mientras que Thomas Edison, cuya corriente continua, era de 110 voltios. Quizás Edison tenía un punto útil en el factor de seguridad del voltaje inferior, pero la corriente continua no podía proporcionar la potencia necesaria con una larga distancia mientras que la corriente alterna si podía.
Cuando la empresa alemana AEG construyó al primer generador europeo, sus ingenieros decidieron fijar la frecuencia en 50 Hz, porque el número 60 no encajó la secuencia de unidad métrica estándar (1,2,5). En aquel tiempo, AEG tenía el monopolio y extendió al resto del continente su frecuencia. En Gran Bretaña, diferentes frecuencias proliferaron, y sólo después de la segunda Guerra Mundial el estándar de 50 ciclos fue definitivamente establecido. Un error grande, pese a todo.
Los 50 Hz son el 20 % menos eficaz en la generación, ademas el 10-15 % menos eficiente en la transmisión, se requieren hasta un 30 % más de cable y materiales magnéticos en la construcción de transformador. Los Motores eléctricos son mucho menos eficientes en la frecuencia inferior, y también deben ser construidos más robustos para paliar las pérdidas eléctricas y el calor suplementario generado. Hoy, sólo un puñado de países (Perú, Ecuador, Guyana, Filipinas y Corea del Sur) siguen el consejo de Tesla y usa la frecuencia de 60 Hz juntos con un voltaje de 220-240 V.
Al principio Europa tenia un voltaje de 110 V también, como Japón y EE.UU. Se consideró necesario aumentar el voltaje para conseguir más potencia con menos pérdidas. Con el tiempo EE.UU también quisieron cambiarse, pero debido al elevado coste para sustituir todas las instalaciones eléctricas, decidieron no hacerlo. Pensemos que en los años 50 y 60, una casa media estadounidense ya tenía un refrigerador, una lavadora, etc., en Europa todavía no.
Actualmente en todos los nuevos edificios americanos están poniendo enchufes de 230 V y conectando electrodomésticos, como hornos, a 230 voltios. Los americanos que tienen aparatos europeos, ya pueden conectarlo a estas salidas.
Un mapa con los voltajes del mundo nos aclarará mejor la situación actual:
Por último si queréis hacer una consulta específica de un país en concreto, tanto de enchufes, frecuencia y voltajes, os recomiendo que visitéis: Electricidad en los países del mundo.
Con esta lección bien aprendida, queda buscar un adaptador que nos solucione este inconveniente, mi consejo es llevarlo de casa, se pueden encontrar fácilmente en supermercados y ferreterías, no aconsejo optar por adaptadores de tiendas de dudosa calidad, ya que por ahorrarnos unos euros, nos arriesgamos a quemar nuestra videocámara o móvil y que lo barato salga caro. En muchas ocasiones en los hoteles facilitan estos conversores y si no lo llevamos de casa y en el hotel tampoco disponen de ellos, se pueden encontrar en aeropuertos (por precios más elevados) o en las mismas tiendas de electrónica de la ciudad en cuestión, pero como digo siempre, más vale pecar de previsores y traerlo comprado.
Si la frecuencia y el voltaje no es un problema, lo mejor es comprar un adaptador para enchufes, algo así:
El precio suele estar sobre los 3 euros, aunque existen otras soluciones con cabezas intercambiables, en las que con el mismo adaptador podemos tener soluciones para varios países, por un precio de unos 15 euros aproximadamente.
En caso de ser necesario adaptar el voltaje al gadget que queramos conectar, será necesario un convertidor o transformador, que adapte el voltaje, por ejemplo de 220v a 110v. Los convertidores deberían ser usados sólo con productos como dispositivos de calefacción simples o pequeños motores mecánicos, secadores de pelo, planchas de vapor, máquinas de afeitar, cepillos de dientes, etc.. Los convertidores no son diseñados para un uso continuado y sólo deberían ser usados durante cortos períodos de tiempo (1 a 2 horas).
Mientras que los transformadores también aumentan o disminuyen el voltaje, son más caros que los convertidores y son generalmente usados con productos electrónicos. Por suerte la mayoría de aparatos electrónicos tienen un sistema dual, como por ejemplo los cargadores de los portátiles y no es necesario llegar a estos extremos para poder cargarlos, con lo que con un simple adaptador nos serviría.
Espero que toda esta información os haya sido de ayuda y si por un casual llegáis a un país y no os habéis informado previamente del voltaje del mismo, coger una bombilla de vuestro hotel o de un supermercado y estando apagada mirar la nota impresa sobre ella, ahí obtendréis la respuesta.
1 Comentario
Yo me compré en el Lidl un juego de enchufes de los intercambiables y estoy la mar de contenta. Ya han servido para EE.UU. y Londres, justos los países que se han comentado aquí 😉
No llegaron a los 8€ y no han dado todavía ninguna clase de problemas, aunque te indican que si hay diferente voltaje no los tengas más de una hora. En total son 7 tipos de enchufes y la pieza en donde encajan con el enchufe español, ofc.